18 de enero de 2019.
Jack.
Había faltado a clase solo para preparar mi nuevo papel. "Jack, el criado de los Miller". Podía funcionar. Debía funcionar. Si no conseguía información y lograba salvar mi secreto, no es que fuese a estar acabado... Pero quizá mi familia sí. Yo no quería que mi secreto saliese a la luz porque enterré eso hace mucho, pero si era el precio a pagar para que mis dos primos no saliesen perjudicados... Me arriesgaría.
Así que, estaba escondido en unos matorrales a la entrada del barrio, esperando a que la familia Lancerotti llegase en su limusina del colegio privado. Todos mis primos, excepto yo, fueron a ese colegio. Yo fui a uno público, por ende, gratis. Para qué iban a gastarse dinero en alguien que no tenía vena artística. Para qué. Y aun así, lo agradezco a día de hoy.
No tardaron en aparecer los coches rosa, naranja y rojo. Cada uno aparcó en su correspondiente zona, y Francesco bajó junto a dos chicas; sus hermanas menores. Opté por salir de los matorrales, correr, y tropezarme con la chica más mayor.
—¡Perdón, perdón! —me ajusté unas gafas falsas que me puse para la ocasión.
—¡Ten más cuidado, hombre! —replicó la chica roja como un tomate, que ahora que estaba más cerca, me pude dar cuenta de que era casi un clon femenino de Francesco.
—Pfttttt Bianca. ¡Oigo las palmas desde aquí! —se burló la menor.
¿Cuántos años tenía? ¿Seis?
—¡Deja de decir tonterías no aptas para tu edad, maldita cría! —le dio un tirón de oreja mientras la niña fingía lloriquear.
—¿Estás bien? ¿Qué haces por aquí? —Francesco tendió su mano para que se la cogiera y me levantase, así que, le sonreí y acepté el ofrecimiento.
—Gracias —me ajusté las gafas mientras veía cómo las dos hermanas se iban, aunque la tal Bianca me lanzaba miraditas—. Están buscando criados en una mansión de por aquí y quería presentarme a la audición, pero ya llego tarde. Por eso corría.
—Uhm... ¿Era para los Cormier?
—No, para los Miller. ¡Me gusta mucho Dean Miller! Es mi rapero favorito. Y al enterarme de que podía trabajar para ellos, me ilusioné.
Francesco puso una mueca desinteresada, pero le duró varios segundos. Miró hacia los lados y se llevó una mano a la nuca, pensativo. Era como si hubiese caído en algo, y yo también caí.
Se supone que me vieron entrar y salir varias veces de esa casa. La había cagado.
—Es que, me suenas, ¿sabes? Es irónico. Te das un aire a mi antigua criada, que era justo la de los Cormier y los Miller...
—¿Ah? —arrugué el ceño, extrañado. Era la primera vez que me decían algo así, y me daba grima. ¿Me estaba comparando con una muerta? Yo solo la vi una vez y fue bastante rápido... No me dio tiempo a fijarme en si se parecía a mí—. Creo que es solo coincidencia, eh.
—Puede ser, no me hagas caso —hizo un ademán con la mano y sonrió, tendiéndomela a los segundos—. Soy Francesco. Si sigues interesado en el trabajo, podría hablar con mi madre.
—Solo me interesaba ir a casa de los Miller con Dean, ¡lo siento! —dije rápidamente antes de estrecharle la mano tendida y sonreírle de la misma forma—. Yo soy Jack.
—No suelo presentarme ante gente en general que no tenga algún interés en mi familia... Siento que no vayas a poder trabajar allí.
Por un momento que no di a mostrar, me sentí culpable de que dijera aquello. Sabía lo que era aquello, porque a mí en el instituto también se me acercaban por interés cuando se enteraban de dónde provenía mi apellido, incluso aunque yo negase, por obligación, que no era un Miller realmente.
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Muerte en vida. #PGP2019
Mystery / ThrillerDos muertes cambian la vida de seis familias enemistadas entre sí del barrio más lujoso de toda la ciudad, y todo se complica cuando parece ser que los secretos que todos tienen, de una manera u otra, tienen conexión con una de las personas difuntas...