<<Diesiseis>>

442 11 1
                                    

Nuestras maletas ya estaban listas, Rossy estaba un poco nerviosa, creía que posiblemente no íbamos a comer o que no nos cuidariamos.

–No te preocupes Rossy, estaremos bien -Jos la tomo de las manos de una manera muy especial y le sonrió-

–Cuídense, por favor niños -ella tomó su rostro y lo acarició- cualquier cosa, saben que me pueden llamar e iré sin problemas

–Sí lo sabemos, pero no será necesario. Pero gracias -la abrazo y salimos de la casa, metiendo las maletas a la cajuela del auto y comenzando el viaje con destino a la cabaña.

Conecte mi celular y coloqué una playlist que Jos y yo llevábamos haciendo varió tiempo; había música de todo tipo de géneros, desde bachata hasta pop.

Cantamos, gritamos, jugamos y reímos como dos adolescentes, unos adolescentes muy felices. Fedfr este momento, la mejor aventura de nuestras vidas comezaba a correr pues nos habíamos unido en uno sólo.

Entramos por un camino un tanto solitario, entrando a una zona de bosque, dejando detrás a la ciudad. Me quede impresionada por el increíble momento que tenía y el maravilloso paisaje que estaba frente de nosotros.

La cabaña se hizo presente en mi panorama visual. Era de color chocolate por fuera, con un amplio patio delantero. El auto de estacionó y bajamos de el, ya con las maletas en las manos nos adentramos.

Era más bonita por dentro que por fuera, la sala estaba en un desnivel que daba con el comedor y la cocina. Me encantó demasiado ese lugar y dejé las maletas al pie de las escaleras, sentí unas manos en mi cintura y un beso sobre mi mejilla.

–Señora Canela, ¿qué es lo primero que quiere hacer? - no me soltaba y yo coloque mi mano sobre su cabello, acariciandolo.

–¿Qué quiere hacer usted señor Canela? -sonreí por como nos llamábamos y me apretó más contra él-

–Vamos a ver la habitación, ¿te parece? Y ya más al rato, vemos que comemos. - asenti y subímos las escaleras cargando nuestras maletas. Al entrar a la gran habitación, se quedaron a un lado de la puerta del closet.

Observe el cuarto detalladamente, hasta que mi mirada se paro en un gran espejo de cuerpo completo. Mire mi reflejo y observe la gran sonrisa que mantenía en mi rostro, de pronto, sentí una mirada sobre mi cuerpo.

El reflejo de Jos se enfocó en mi mirada, estaba sentado en la orilla de la cama, me miraba de pies a cabeza y levemente se frotaba las manos. Sonrió de manera sensual y me di la vuelta, conectando directamente miradas con él y alzando una ceja para esperar su siguiente reacción.

–Te ves, tan sexy ahí parada. -se levantó y camino a mi, cuando estuvo lo suficientemente cerca, de un jalón de cintura me pego a su cuerpo, haciéndome sentir un bulto en sus pantalones. -y así me provocas más -quise soltar un pequeño jadeo pero me contuve y lo tomé del rostro para besarlo.

Dimos un par de vueltas para después llegar a la cama, donde caí yo primero en ella. El calor comenzó a hacerse presente y agilmente me comencé a deshacer de la camisa de mi marido.

Él también me despojo de mi ropa, ya para cuando ambos terminamos de ayudarnos, el calor había subido de intensidad. Ya sólo conservaba yo mi ropa interior y la suya, entre besos yo soltaba los jadeos y aveces suspiros pues hace ya un tiempo que no estábamos así.

–Jos... -ya estaba totalmente lista, para dar ese paso en mi vida- Jos espera...

–¿qué pasó amor? -se detuvo abruptamente y me miró a los ojos- ¿todo bien?

–Yo, ya estoy lista... -me miro extrañado y seguí hablando- no quiero tener sexo, quiero que me hagas el amor -sonrió y se relamio los labios- y, quiero, hacer una familia contigo -se bajó hasta llegar a mis labios y los beso pidiéndome permiso para entrar en mi boca. Después comenzó a besar mis hombros y con una mano desabrocho mi sostén

Unforgettable/Jos Canela y tú/ 2da temporada [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora