Rostros familiares

Frozer-Parte tres

-Parece que ahora tenemos una pista de hielo aún más grande para patinar... debiste haber traído a Kagami....- comentó Ladybug observando el panorama de la ciudad congelada frente a ellos, sin molestarse en voltear a ver a su compañero a su lado.

-No quisiera opacar a Luka...- dijo con cinismo el chico.Mi instinto felino prefiere observar y analizar antes de atacar. Ve tú primero, ya te veré.- sugirió.

-Madura, Adrien. No estamos en la pista. Hay que dejar esos problemas allá y concentrarnos ahora en liberar el akuma.- dijo ella molesta.

-Las cosas se han enfriado entre nosotros, mi lady. Creo que lo mejor es irnos por caminos separados...- insistió el héroe bajando un poco del techo.

-Las cosas se enfrían, muy original... No vaya a ser por eso que has decidido invita a Kagami. Ella no merece eso. Teníamos un trato con ese tema.- recordó la chica.

-Y aún así no dejas de coquetear conmigo todo el tiempo... como si fuéramos pareja.- reclamó él con dolor en su voz. Se percató de esto e intentó respirar.- Será como tú quieras, pero mientras no seamos pareja, no eres quien para decirme con quien salir o no.

-¡Cat Noir! ¡No te enfades conmigo!

...

Glaciator tenía en la mira a Ladybug, a punto de lanzarse hacia ella para convertirla en una estatua de hielo como para tomar triunfante sus pendientes. Se lanzó hacia ella, a punto de atacarle, cuando la chica fue empujada fuera de su alcance por una veloz figura negra.

Tomados de la mano, el dúo patinó lejos de allí. Ladybug volteó a su compañero, quien respondió su cálida mirada con una similar.

-Gracias...- murmuró ella.

-No puedo dejar que lastimen a mi compañera, pareja o no.- aseguró él. Ahora juntos se encargarían de ellos.

...

-Sigues haciendo lo que quieren los demás...- comentó Kagami al joven modelo una vez que este publicó una fotografía en compañía del manager de la pista de hielo en busca de ayudarle con sus clases.

-No, quiero verles felices. Y no voy a cambiar mi objetivo aunque fracase a menudo, porque algún día lo conseguiré. Ya verás.- respondió él con determinación. La muchacha notó esto. Volteó hacia la puerta del lugar, en la que Marinette se despedía en compañía de su cita.

-Si algún día cambias de objetivo, estaré aquí.- ofreció con una sonrisa.

Marinette estaba lista para irse, pero en cuanto volteó vio como la cita de Adrien se despedía de este con un beso en la mejilla. Cabizbaja, recordó lo que él le mencionó anteriormente: ella no era nadie para impedir que saliera con alguien más... si no eran pareja.

-¿Vamos al metro, Marinette?- preguntó Luka. Obteniendo silencio como respuesta, vio de reojo el auto rojo en el que los chicos se despedían y comprendió al instante lo que sucedía. -Creo que deberías hablar con él. Gracias por invitarme hoy.- dijo con ternura.

-Gracias por acompañarme, Luka.- respondió ella, antes de depositar un pequeño beso en su mejilla.

...

-¡Adrien!- exclamó la chica. En el auto el chico se sorprendió de escuchar aquella conocida voz llamándole. El vehículo se detuvo y el joven bajó de este para encontrarse con su amiga en la acera.

-Marinette, ¿querías decirme algo?- Ella lo miró con pena, tomó aire y dejó que su corazón hablara por ella.

-De verdad que quiero algo contigo. No pretendo extender algo que no quiero, solo deseo que ambos estemos seguros. No soportaría que algo malo te pasara porque Hawk Moth se enterara de que tengamos algo más que una amistad. Quiero que terminemos con todo esto, seamos felices y consigamos juntos un hámster que llamemos...

-¡Marinette!- La voz de Adrien la trajo de vuelta a la realidad.- ¿Qué es lo que querías decirme?- preguntó de brazos cruzados esperando con orgullo una respuesta. La joven se olvidó por el momento de todo lo que cruzó por su mente.

-Que... ¡sería genial que volviéramos aquí a patinar!

-¿De verdad?- preguntó él, incrédulo aún de lo muco que aquello sonaba como la invitación a una cita.- ¿Nosotros dos nada más?

-¿Eh? N-No, por supuesto que no. ¿De qué vas? Si eso sería una cita...- corrigió rápido la chica.- Desde luego que Kagami y Luka tendrían que venir. ¿Y quién sabe? ¡Podríamos invitar a todo el curso!

Adrien suspiró. La situación entre ellos tendría que esperar. Ya no sólo por cuestión de seguridad, sino por el embrollo de sentimientos que tenían ahora.

-Vale.

¡Ya! ¡Salí de esto!

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