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Abre los ojos lentamente y su vista se aclara. Lo primero que hace es sentarse en el colchón y tallarse los ojos, no, no estaba ciego. Es que el sol no había salido y todo estaba sumido en las tinieblas. Puso los pies en el suelo, con la mente en blanco y sin tener la incertidumbre de tocar alguna cosa sospechosa. Los escalofríos ascienden por su sistema nervioso y le pone la piel de gallina. Estiró los brazos y arquea la espalda, sigue sin ver nada más que la umbra de la noche. ¿O a lo mejor madrugada? No sabía con exactitud qué hora era, aunque no le importaba. Se rascó la nuca y al fin cae en la realidad. Está encerrado ahí. Quiere volver a acostarse y olvidar todo durante unos pocos minutos más aunque vuelve a recordar que la alarma iba a sonar dentro de nada. Gruñe y se acuesta de nuevo, no quiere salir de la cama ni aunque fuese un colchón incómodo. Vuelve a taparse con las sábanas frías y rota su cuerpo mientras se acurruca, entonces su dermis percibe el calor de otra persona. En ese momento se asusta un poco. ¿Quién era? Se tranquiliza y presta atención, lo reconoce. Reconoce la respiración acompasada de la persona que está acostada a su lado. Sube la mano para acariciar su rostro y aquellas largas pestañas le hacen cosquillas en los dedos. Esa estructura ósea de su rostro, pómulos marcados y mejillas pequeñas más una piel algo reseca... sabe quien es. Llega hasta sus labios y nota cómo están agrietados.
–Seungcheol... - susurra mientras contiene la risa.
El líder del grupo más que parecer un adulto responsable parece un bebé grande y con cuerpo musculoso. Joshua recuerda que la noche anterior se fue a dormir sólo, estaba seguro que el otro se metió a su cama en medio de la noche. Quizás por frío...
De pronto el mayor envuelve sus brazos desnudos alrededor de su delgado cuerpo. Definitivamente por frío no era. Cuando se pega a su piel nota:1. No lleva nada más que la ropa interior.
2. Su piel estaba caliente.Joshua siempre tuvo una temperatura corporal baja a comparación de Seungcheol, que prácticamente irradiaba calidez por todos los poros de su piel aunque hiciese frío.
Envidiaba esa extraordinaria anatomía.–Hey...- susurra tratando de moverse, pero está inmovilizado y empieza a sentirse algo sofocado por el calor corporal.- Hyung...
–Hm...- dice por respuesta medio adormilado.
La situación poseía sus peculiaridades, estaba con su líder -que está semidesnudo- acostado en la misma cama mientras le abrazaba y no le dejaba ir. Y si, era algo complicado pero nada fuera de lo normal. Era muy común, más en esos momentos, que algún miembro se escapara de su cama para irse a otra donde estuviese alguien cercano.
Se encontraban atrapados en medio de ese infierno, solos y sin escapatoria. Entendía a la perfección la necesidad de contacto y de cercanía que añoraba Seungcheol. Era por culpa de aquella incertidumbre y ese miedo. Además, se veía reflejado en esa inseguridad, pues es la misma que tuvo y tiene en esos momentos. Todo era muy confuso.
Mira por la ventana y ve como las copas de los árboles son sacudidos por el viento, pero en la oscuridad la silueta de las ramas se le antojaba siniestra y espeluznante. Manos, sonrisas, oscuridad...Cierra los ojos y esconde la cara en el pecho descubierto de Seungcheol. Quiere escapar de la realidad y volver a estar donde estuvo con todos sus amigos hace menos de dos días. Se traga las lágrimas y aprieta los dientes.
Sus esperanzas yacen sepultadas bajo una capa extra gruesa de desesperación. Por su mente vaga el recuerdo de ayer, cuando se derrumbó y el llanto atrapado fue liberado al fin de las cadenas en su garganta. Los miembros del grupo le consolaron, incluso se unieron a sus plañidos, como una suave pieza de orquesta con carácter piangevole.
Tiene sabido de sobra que no debería de estar pensando es esas cosas, pero no lo puede rechazar. Es su propia naturaleza, la naturaleza humana. Él tenía sentimientos, emociones, se encontraba abatido, perdido, triste, confundido... una mezcla de pensamientos tan desastrosa que le estaba volviendo completamente loco.
Su estómago duele y se retuerce un poco mientras se esconde más entre los brazos de Seungcheol. Dobla su cuerpo hasta estar en posición fetal.
No quiere recordar...
Humanos... ¿Personas?... Cosas.
Gimió del dolor, ¿era dolor? No llegaba a tanto, era una molestia y no quería sentirlo nunca más. No era dolor físico, no lograba identificar dónde le dolía. Eso le estaba carcomiendo por dentro como una larva sarcophaga, poco a poco e infectando su carne.
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Los hijos del Edén [SEVENTEEN]
Fanfictionsısdılɐɔodɐ 【La humanidad iba a pagar el precio de sus pecados, y lo iba a pagar caro . 】 Este mundo era mundano, egoísta, despreciable y mezquino. El mundo está podrido, desde la superficie hasta sus profundas entrañas... Pero no había de que pre...