Me llamo Candela,tengo quince años,y mis padres acaban de morir,yo todavía no caigo,pienso que no es cierto,ellos eran mi única familia,murieron en un accidente,todavía recuerdo ese momento como de que me llamo Candela.
Era una calurosa tarde de domingo,estuve toda la noche del sábado con unos amigos y me quedé hasta muy tarde con ellos,molestando a los vecinos,con tantos gritos e incoherencias que deciamos,habiamos tomado una cerveza,y nos reíamos de todo.
Mi papá me recordaba cada 15 minutos que ya era demasiado tarde y que nos fueramos a dormir,pero no le hacíamos caso.
Estuvimos así hasta las 7 u 8 de la mañana,despues cada uno se fue a su casa.
Apenas se fueron me acosté,y no tuve que hacer ningún esfuerzo,mis ojos se iban cerrando solos,ahi fue cuando me dí cuenta el sueño que tenía.
Me levanté al otro día,a las dos de la tarde,tenía dolor de cabeza y fui a ducharme.
Cuando salí fui a buscar algo para comer,me hice un desayuno,sí,desayuno a esa hora.
La cocina estaba desierta,hasta que mis padres salieron de su habitación bien aseados y prolijos.
Me dijeron que iban a salir,me invitaron pero yo no quise.
Estaba demasiado mareada para ir.
Me dijeron Ok como quieras,come algo,mira tus ojeras de no dormir,ayy hija,cuando eras chica te dormias demasiado temprano y ahora directamente no duermes..
Lo siento,estoy creciendo,les dije y me reí.
Los dos me dieron un beso en la frente y escuché como fueron caminando hasta la puerta.. dando sus últimos pasos.