Escuché el timbre,y de rodillas,sosteniendome con los objetos que encontraba a mano,me paré,llorando.
Abrí la puerta como pude,y me encontré con un hombre de altura mediana y masomenos de 40 años,me hacía acordar tanto a mi papa,que me largué a llorar peor..
-¿Candela?¿Candela Ramos?
-Si,soy yo,dije entre sozollos.
-Soy un agente de salud,vine a buscarla para llevarla a un orfanato,lamento muchísimo lo de sus padres señorita,pero no tiene a ningún otro familiar más,asi que la llevaremos a un sitio donde podrá ser feliz,hasta que encuentre a una familia que la adopte,y lo seguirá siendo aún más.-
¿Si me adoptaría una familia,sería feliz?.Me pregunté a mi misma.
-Nada me hará feliz.Contesté.
-Entendemos por el momento duro que está pasando pero tiene que ser fuerte y acompañarnos,me dijo el hombre.
-Espereme un minuto.
Subí corriendo las escaleras,que me llevé por delante un jarrón carísimo que tenía mi familia,rompiéndolo en mil pedazos,así como estaba yo,rota,en mil pedazos.
-Lo quise agarrar y sin querer se me clavó un vidrio,no sangró mucho,pero no me importó.