Lo primero que hice fue tomar una foto de mis padres,mis lágrimas mojaron el vidrio de aquel porta-retratos de un lindo color café.
Luego tomé un bolso y abrí mi ropero,tirando toda mi ropa en él.
Lo llené hasta arriba,y pisé el resto de ropa sobrante que quedaba en el piso.
Bajé y abrí la puerta,el hombre seguía ahí.
-¿Está lista?.
-No sé.Dije.
-Acompañeme,porfavor.¿Ve aquel auto?*Señalando un auto lujoso,negro*
-Sí,lo veo.
-Bueno,suba.
*Me abrió la puerta tracera del auto y subí con mi bolso.*
-¿Queda lejos ese mald..,ese orfanato?
-Masomenos,son 40 minutos.
-Me puse a mirar por la ventana,viendo como los adolescentes de mi edad caminaban con sus padres,o simplemente solos.
Ví a una chica sentada,estaba muy sola.''Prepárate porque el resto de tu vida serás así.''Pensé.
-Llegamos,me dijo aquel hombre.
El lugar se veía lindo,habían muchos árboles y plantas,mucho sol,mucha naturaleza,y sobre todo,mucho aire.
Por todos lados se observaban jóvenes y niños.
-Sígame,señorita.Me dijo.
-Ok,asentí con mi cabeza.
*Caminamos por un largo pasillo y luego tomó una llave y abrió la puerta,para mostrarme el lugar por dentro.*
-Tome,este es el número de su habitación.
*Me entregó un papel,y seguimos caminando.*
-¿Le gusta su nuevo hogar?
-Sí.Dije fríamente.
Pero eso nunca sería mi hogar,el único hogar que yo conocía era el de mi casa,con mi familia.
-Bueno,la dejo sola,ahora empezarán a venir chicos porque estaban avisados de que vendría una nueva integrante,sientase cómoda y segura.Me dijo,y se fue.
Podía escuchar sus pasos en todo el salón.
Sentí una mano en mi hombro y giré.
