Capítulo 8.

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Mientras cada pareja se divertía por su lado, Gino y Erika se hallaban en la cima de la colina, muy cerca del borde, conversando tranquilamente mientras el italiano se ajustaba los broches de una de sus botas; en ese momento, un par de adolescentes llegaron al lugar, pretendiendo realizar las mismas hazañas que vieron hacer a los otros y, sin la menor precaución, ellos saltaron a la nieve y empujaron a Erika en el proceso, quien debido al golpe que le dieron al pasar y, por encontrarse distraída, perdió sus bastones. Éstos fueron a caer lejos del alcance de ella, siendo que además resbaló por la pendiente, perdiendo el control de sus esquíes.

Hernández, al ver que la joven se dirigía sin control en dirección de un grupo de enormes pinos que se hallaban en los límites de la pista, sin pensarlo se apresuró a tomar una de las tablas de snowboard que se hallaban a su lado y se la ajustó para lanzarse rápidamente tras de Erika con la intención de detenerla antes de que ésta se saliera del camino. Por fortuna, casi llegando al límite, el italiano logró alcanzar a la francesa a quien tomó de la mano y con un hábil movimiento la jaló en dirección opuesta, desviándola de este modo de su ruta y consiguiendo que cayera sobre la nieve. Al ver lo sucedido, el resto de los jóvenes corrieron rápidamente hacia donde Erika había caído para ver cómo se encontraba.

— ¿Pero qué demonios les pasa a esos mocosos? —comentó Lily, bastante molesta, mirando a los adolescentes que ni se inmutaron por lo sucedido—. ¡Pudieron haber causado un accidente serio!

— Eri, ¿te encuentras bien? —preguntó Elieth, con bastante preocupación, llegando al lado de su hermana.

— Sí, estoy bien —respondió Erika, quitándose la nieve que tenía sobre ella para después desabrocharse los esquíes—, gracias a Gino que evitó que me saliera de la pista, sino tremendo golpe que me hubiera llevado —agregó, girándose en ese instante para buscar a Hernández, al cual no logró ver.

— ¿Eh? ¿En dónde está Gino? —comentó Leo, igual de confundido que los demás.

Los siete jóvenes se quedaron bastante desconcertados durante un breve lapso de tiempo, mirando a su alrededor en busca de algún indicio que les pudiera decir en donde se hallaba el portero italiano pues a simple vista el manto blanco lo cubría todo y no se le veía por ningún lado. Y era que, debido a la confusión del evento, ninguno de los presentes se percató de que Gino, una vez que consiguió desviar a Erika de su curso, quiso frenar la tabla de snowboard para no salirse de la pista; sin embargo, con la premura que tuvo por alcanzar a la francesa, él no atoró correctamente los seguros que unían sus botas con la tabla por lo que se le zafaron en el momento menos indicado.

Con el movimiento, efectivamente la tabla frenó, pero, al hacerlo, con la velocidad y fuerza que llevaba él salió despedido por los aires en dirección a los árboles, chocando con fuerza contra un enorme pino para luego caer a sus pies, ocasionando con el impacto que toda la nieve que había contenido el árbol cayera sobre el portero, sepultándolo en un gran montículo de nieve y quedando visible únicamente la tabla a unos cuantos metros de distancia de donde se hallaba él.

— ¡Por allá! –comentó Gwen, al ver la tabla y señalando el lugar.

Rápidamente, los jóvenes se acercaron al área y al llegar ahí Schneider se percató del montículo de nieve que se hallaba bajo el pino, señalándoselo a los demás por lo que de inmediato supusieron lo que había sucedido.

— Será mejor que nos separemos para buscarlo —sugirió Leo, a lo que los demás estuvieron de acuerdo.

Así, todos empezaron a buscar al italiano, siendo que no tardaron mucho tiempo en hallarlo gracias a que uno de sus guantes había quedado sin ser cubierto por la nieve, indicando de ese modo el lugar en donde se encontraba.

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2020 ⏰

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