Capitulo 9.

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Había pasado una semana desde que Asmodeus le pidió a Iruma ser su amigos, el menor aceptó, algo que le emociono demasiado.

Pero esa emoción no duro mucho.

Asmodeus con algo de cansancio, gracias a la falta de sueño, entro al salón de clases, dejando su mochila en su asiento.

En su mirada se mostraba cansancio, pero aun así, busco al joven peli azul que cautivo su corazón.

Y lo encontró, ahí estaba, sentado en su lugar, miraba el árbol de Cerezo que se encontraba afuera.

Parecía perdido en sus pensamientos, sus amigos no estaban cerca, algo que le alegro al mas alto.

- Iruma - hablo con voz tranquila, queriendo recibir la atención del menor.

-....Oh, hola Asmodeus - volteo. Aun parecía un poco perdido, pero respondió con una pequeña sonrisa.

- Ah.... - no sabía que decir, desde que se había hecho su amigo, no había tenido la oportunidad de hablar con el, pues sus amigos lo acaparaban.

- Tranquilo y perdón, mis amigos pueden llegar a ser un poco celosos, aunque son buenas personas - y como si hubiera podido leer la mente del mayor, respondió.

- Sí, lo he notado.

Una paz habitaba en el corazón de los dos, Iruma no le tomo tanta importancia y no se hacia preguntas del porque de eso, solo disfrutaba esa paz que lo rodeaba.

- ¡Iruma! - grito la rubia con emoción, haciendo que la paz se desvaneciera.

- Hola Mariana - dijo sin quitar su sonrisa.

-.......- La nombrada no respondió, solo se quedo mirando por un momento a los dos chicos que se encontraban enfrente.

- ¿Pasa algo?

La rubia siguió sin responder, solamente camino hacia Iruma y lo abrazo.

- Ya te dije que Iru es mío, así que mejor alejarte de el - hizo un puchero.

- Ma-mariana, ya te he dicho que no hables así - dijo algo avergonzado.

Y ahí estaba el motivo de que la felicidad de Asmodeus se marchara.

Los dos rubios le habían dicho que no se acercara a su novio.

Sí, novio, pues antes de que el pidiera ser su amigo al peli azul, sus dos mejores amigos le habían pedido que entre ellos tres fueran novios.

Una propuesta algo rara ante los ojos de Asmodeus.

- Ah, por cierto - se separó quedando a su lado derecho - El Rubio no vendrá, se ha enfermado.

- ¿Que? - respondió preocupado.

- Sí, no se cual fue el motivo, pero se enfermo del estómago - miro como su "novio" cambio su expresión de preocupación a uno triste - Tranquilo, ya lo están revisando.

Iruma sonrió, le alegraba que al menos ya estuviera recibiendo atención.

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Se encontraba demasiado cansado, el dolor de cabeza era presente, junto a la falta de energía, provocando que se sintiera muy débil.

Era la hora de salida, sus pasos se escuchaban por los fríos y solitarios pasillos de la escuela, era el único que quedaba.

- Asmodeus.

- ¿Que pasa? - volteo, encontrándose con la rubia.

- ¿No te sorprende que te hable?

- Para nada, solo espero que el motivo de mi llamado sea importante, no estoy de humor - respondió con cierto enojo, la falta de suelo le consumía sus ganas sonreír y ser amable.

- Bien, pues... Seré breve. Como la loca maniática que soy, te pediré de favor que te alejes de Iruma.

- ¿Enserio? No me digas ¿Que harás?

- Asmodeus Alice, ya no soy la niña buena de entes, esa ingenua que perdió el amor de Iruma gracias a ti.

- La verdad no se quien eres, muchas perdieron contra mi, lo siento, no recuerdo a una entre un millón.

- Tus secas palabras me hacen querer matarte - suspira - Pero aun no es tiempo... - susurra - Toma esto enserio Asmodeus, yo haré lo que sea, con tal de que al final el amor de Iruma sea mío.

- ¿Matarme es una opción?

- Sí.

-..........Me encantaría ver que lo intentaras, matarme, tal vez así ganes el amor de Iruma, oh, tal vez te ganes su odio, por haber matado ahora a uno de sus amigos.

-.....Oh mi querido Asmodeus, yo no soy la única que juega en este maravilloso juego - sonríe - Creo que ya deberían saber que hay un jefe entre todo esto ¿No?

-.........- el mayor no respondió.

- Sí, puede que por aquí haya mas personas que saben el secreto y tu no te des cuenta. Solo queda esperar el momento, yo ya he dicho lo que tenia que decir - empieza a caminar, pasando justo alado del mayor - Nos vemos.

Asmodeus se quedo quieto, aun procesaba la información que la rubia había soltado.

Seguirla.

Seria algo tonto hacerle caso a su pensamiento, pues tal vez la rubia se daría cuenta o estaba en su plan el que el le siguiera.

Pero no podía evitar querer seguirla y tal vez descubrir algo.

- Esta decidido - y aun con sus pequeños problemas, decido correr el riesgo.

Sí, iba a seguir a la rubia, aunque eso costara caer en la trampa.

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No mames!! (Lo siento si ofende a alguien, pero así me expresó)

Ya faltan muy pocos (muuuuuuy pocos :'0) capítulos, para que esta historia termine UwU

Espero les este gustando como va :3

Bueno, y sin mas que decir ¡nos vemos!

Te conocí. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora