Capitulo 4.

607 74 3
                                    

Las 2 horas de clases pasaron, en todo el transcurso Iruma sintió las miradas de la mayoría de sus compañeros.

Sino podía con la mirada de un chico, menos podía con la de medio salón.

La hora del receso llego y Iruma como un rayo salio corriendo del salón hacia el patio.

No quería toparse con nadie, pues en ese momento sentía mucha vergüenza.

— Iruma — escucho una voz atrás del.

Al escuchar su nombre no pudo evitar sentirse aun con mas nervios, pero al instante se quitaron al dar media vuelta y ver a la que le había hablado.

— Mariana — dijo con alegría.

— Hola ¿Que pasa? ¿Por que te pusiste nervioso?

— No, realmente por nada, solamente no esperaba que me hablaras.

— Pues acostumbrarte ya que eres mi amigo y a mis amigos siempre los molesto — dijo mientras abraza a Iruma

El solo se sorprende, sonríe y corresponde el abrazo.

— ¿Vamos a comer? Tengo demasiada hambre tanto que comería la mitad de lo que tu comes — dijo con burla.

— Claro.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Los dos ya se encontraban comiendo, con alegría.

— Mariana.

La chica solo voltio, encontrándose con su amigo.

— Hola Alice! — dijo con alegría.

— Ya te dije que no me llames así, parece nombre de niña — dijo con algo de enojo.

— Lo siento — voltea hacia Iruma — Oy- — paro de hablar.

Ella noto como su amigo solo tenia su cabeza agachada, con la mirada total hacia su plato de comida y se notaba nervioso.

— ¿Pasa algo Iruma? Y no me digas que nada, ya que se nota que si te pasa algo.

Iruma no responde.

El joven mas alto solo miraba al de pelo azul, claro Iruma sentía su mirada y por eso mismo no era capaz de levantar su propia vista.

— Sera mejor que me valla, parece que a tu amigo le molesta mi presencia — empezó a caminar.

— ¡Oye, espera! ¿Que me ibas a decir? — grito.

Mas sin embargo su amigo ya se había alejado lo suficiente.

— Muy bien Iruma, ya se fue.

El chico aun con nervios levanta su mirada, encontrándose a su amiga con mirada de desagrado.

— Lo siento...

— Tranquilo, pero ¿por que te molesta la presencia de mi amigo? 

— Por que... No se, pero desde ayer me mira raro y no me aparta la vista, ya tu lo viste ayer.

— Ha, sí, es verdad jaja, bueno así es el, desde que lo conozco no a cambiado, siempre tiene cara de amargado.

— ¡Iruma!

Te conocí. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora