Un Amor de Fuego Y Hielo (Rei & Jadeite 4EVER)

Efímero despertar

NOTA: La melodía de la canción es la de: If I could be where you are (Enya).

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-¡Detente ahora mismo, maligna!

el monstruo se volteó y vió a la sailor de pie, sobre el edificio.

-¡No, tú otra vez!- gritó la perversa entidad.
Rápidamente, comenzó a emanar niebla, en dirección a Rei.

"Rayos, se volvió más rápida," notó Rei mientras esquivaba la niebla.

Ahora es cuando, pensó Jaden, al tiempo que salía de su escondite, el cual se encontraba de espaldas al ente maligno.

Su aura volvió a emanar esa energía blanquiazul, la cual concentró en su brazo derecho, que apuntó al colosal rostro de la maligna y...

-¡¡¡AARGH! ¡ME CONGELO, ME CONGELOOOOO!!!

La enorme cara y cuello neblinosos se transformaron en una grotesca escultura de hielo.

Acto seguido, Jaden invocó una espada hecha de su misma energía.

-Soy un caballero celestial de la tierra... Jadeite Knight. ¡En honor a la armonía, acabaré con este mal!

Jaden dió un salto y blandió su espada de energía en dirección al cuello congelado de la maligna y lo cortó de un tajo.

Tras hacerlo, el cuello se desplomó en el piso, rompiéndose en miles de trozos de hielo.

Acto seguido, Rei descendió y se dirigió al "vientre" de la maligna.
Todas las personas capturadas yacían inconscientes en su interior.

Rei comenzó a correr alrededor del cuerpo decapitado, mientras lanzaba sus pergaminos con hechizos.

-¡AKU RYOU TAI SAN! ¡Fuera los malos espíritus!

Los pergaminos se transformaron en destellos dorados, los cuales desintegraron el cuerpo de la maligna.

Entonces, los humanos que yacían dormidos, comenzaron a recuperar el conocimiento.

-¿Qué pasó?
-¿Porqué estamos tirados en medio de la calle?
-Ya es de noche... ¡Mis padres van a matarme!

Una vez que Rei se cercioró que la presencia maligna había desaparecido por completo, se alejó de allí.

"Por lo menos, debería de darle las gracias" admitió para sus adentros la Sailor.
Dejó a los civiles y volvió al edificio en donde se había quedado Jaden.

-¡¿Honoki?!
Los ojos de Rei se abrieron de par en par y se precipitó al joven rubio, que yacía en el techo, inconsciente.

(...)

La policía llevó a todos los civiles a distintos hospitales.
Sin embargo, tras algunos análisis, los médicos les diagnosticaron un poco de anemia. Todos volvieron a sus casas por su propio pie.

Todos, menos uno.

En un hospital general, Mamoru (Darien) tenía al joven Honoki en estricta observación.

¿Dónde ahora estás?
En tus sueños, ¿quizás?

El joven parecía haber caído en coma. Sus signos vitales eran revisados por una enorme máquina, mientras que otra se ocupaba de que sus pulmones recibieran el oxígeno suficiente para no morir.

No me ves, no respondes
Dime si volverás...

Rei se hallaba en la sala de visitantes, con la mirada fija en el suelo.
Ami, Mako y Minako estaban junto a ella, presas de consternación y culpa.