The One Who Comes at Night - MINAYEON G!P

XX: Píldoras

El detective Lee sale de la casa y baja al auto de Minho, de donde Nayeon y Jessica no se han movido. El costo emocional que han tenido las últimas 2 semanas es extremo. Lágrimas silenciosas corren por su cara manchada mientras se vuelve hacia Lee, sus manos en la cintura de sus pantalones a medida. La gran insignia de oro que colgaba de su cuello brilla en sus ojos.

"La casa está limpia. No hay nadie adentro", movió su cuerpo, "Recibimos confirmación de que la novia estaba en una pequeña fiesta en una casa a unos 45 minutos de aquí, así que lo descartamos", Lee observa su entorno, "¿Cuántas personas tienen el código de seguridad de esa puerta?"

Minho mira hacia atrás, "Yo, Jessica, Nayeon y mi hijo Seungmin", mira a Lee, "Y la mejor amiga de mi hija, Momo".

El detective Lee mira hacia la casa, que ahora tiene todas las luces encendidas. "Mi consejo sería asegurarse de cerrar todas las puertas, día y noche, como precaución. No le dé el código de ese portón a nadie fuera de la familia," Sus ojos apuntan hacia la puerta una vez más, "Están bastante aislados aquí. Las posibilidades de que alguien suba por este camino solitario, sin atraer algún tipo de atención es bastante escasa", dijo, señalando que la casa estaba en un bosque denso cerca de un cuarto de kilómetro del vecino más cercano. Nayeon nunca pensó dos veces en la privacidad de su hogar, hasta ahora. La idea de estar en una casa lejos de la mayoría de la civilización era ahora un concepto de carga. Suspirando, Minho estrechó la mano de Lee y le agradeció todo lo que hizo en las últimas semanas.

Cerró la puerta cuando salió el último patrullero. Mirando desde la ventana del panel lateral de vidrio como la puerta se cerraba detrás de ellos. Levantando la mano y aflojando su corbata de lazo, Minho entró en la luminosa sala de estar.

"Está bien cariño, también te amo", habló Jessica por teléfono. Se sentó junto a Nayeon en el sofá, que estaba envuelta en una manta. Al finalizar la llamada, Jessica sonrió levemente, "Le dije a Seung que se quedara con Cristopher esta noche. No quería preocuparlo".

Conviniendo en que era mejor mantener a Seungmin en la oscuridad sobre la situación actual, Minho asintió y se acercó a la pareja, metiendo las manos en los bolsillos de su esmoquin, "Nayeon", cuando su hija no miró en su dirección, él levantó la voz, haciendo que Jessica saltara y Nayeon lo mirara sin expresión, "Tenemos que hablar sobre lo que pasó esta noche".

"Te dije lo que pasó", dijo Nayeon, su voz un poco atontada.

Sacando algo de su bolsillo, Minho arrojó la botella de píldoras amarillas sobre el regazo de Nayeon, "¿En serio?, porque de seguro no me dijiste que estabas tomando medicamentos psiquiátricos".

Los ojos de Nayeon se abrieron ligeramente, se maldijo por dejarlas a la intemperie: "El Dr. Lee me las recetó, pensó que ayudarían".

"¿Es por eso que has sido voluntaria para tus citas, porque él te da pastillas?" Su voz se alzó y tanto Jessica como Nayeon sabían que estaba cada vez más molesto, "Solía arrastrarte a esa oficina por el pelo y ahora de repente quieres ir de buena gana".

Nayeon se sentó, las píldoras cayeron al suelo, "¿Me estás acusando de algo?" Sus ojos se entrecerraron y el aire en la habitación se sintió espeso.

Sacudiendo la cabeza con incredulidad, "¿Sabes qué efectos secundarios tiene el Alprazolam?" Por las miradas en los ojos de Nayeon, Minho ya sabe la respuesta: "Delirio, hábitos de sueño perturbados y alucinaciones. Paranoia, hostil, agresiva y argumentativa", exhala ruidosamente y pone los ojos en el suelo, "Y psicosis, irracional, enojada o temerosa hacia los seres queridos". Minho se muerde los labios y mira hacia Nayeon. Ella todavía lo estaba mirando, su mente tratando de lidiar con las palabras que estaba escuchando.

¿Respuestas irracionales y alucinaciones?

Se preguntó si era posible que todo lo que había estado experimentando fuera solo la forma en que su mente le jugaba una mala pasada. La forma en que se sentía hacia Mina, la noche en que fue atacada y culpó a Jeongyeon, la forma en que trató a Sowon y Momo. Y los eventos de esta noche. ¿Su padre le estaba diciendo que nada de esto sucedió y que todo era solo su jodida mente?

La ira comenzó a aumentar mientras jugaba con el concepto de lo que su padre estaba tratando de hacer que aceptara, "¿Qué estás diciendo exactamente?", Preguntó Nayeon, "¿Estás tratando de decir que tu hija es una adicta a las drogas? ¿Que no puede distinguir la realidad de un engaño?" La menor se rió un poco, "Alguien irrumpió esta noche y me persiguió y estás tratando de tener una intervención porque mi terapeuta, a quien me obligaste a ver, me recetó medicamentos legalmente". Levantándose del sofá y pasando junto a Minho y Jessica, Nayeon se vuelve hacia ellos una vez más, "Felicidades papá, eres más como el papá de Jeongyeon de lo que pensaba".

Al entrar en su baño, cerró la puerta detrás de ella. Nayeon apoyó las manos sobre el mostrador y lentamente se miró a sí misma. Su pecho comenzó a agitarse y su respiración se volvió errática cuando se formó un gran nudo doloroso en su garganta. Dejando caer las lágrimas, decidió que ya no serían silenciosas. Dejando salir un gemido excesivo de sus labios, buscó cuidadosamente una toalla de mano al lado del fregadero. Llevándosela a la cara, la colocó sobre su boca temblorosa. Gritando sobre el material blando, dejó que todas sus emociones acumuladas en la tela y el nudo que una vez se asentaron en su garganta, desaparecieran.

Saliendo de su baño, caminó hacia su ventana y miró hacia la noche. Sabiendo que no podría dormir mucho después de esto, Nayeon agarró su teléfono con el plan de desahogarse con alguien. Recordando que casi todas las personas más cercanas a ella estaban molestas con ella de una forma u otra, Nayeon tomó una decisión en una fracción de segundo y marcó un número. El teléfono sonó durante lo que pareció una eternidad cuando una voz respondió desde el otro extremo.

Una pequeña sonrisa pintó los labios de Nayeon, "Mina, es Nayeon. ¿Qué te parecería tener algo de compañía?"