The One Who Comes at Night - MINAYEON G!P

XXXIX: Último baile

La semana iba y venía y el sábado estaba sobre Nayeon antes de que siquiera tuviera tiempo de parpadear.

Afortunadamente, ella pudo encontrar un vestido en el último minuto. Gracias al pensamiento rápido y sorprendentemente buen gusto de Jessica. La idea de que ella y Nayeon se llevaran bien era un concepto ridículo, y mucho menos irse de compras juntas.

Era lo más parecido a un día de madre e hija desde que falleció su madre.

Prepararse esa noche fue una de las cosas más emocionantes que Nayeon había hecho en mucho tiempo. Desde aplicar maquillaje brillante a su rostro hasta que Jessica la ayudara a ponerse el vestido.

Echándose una última mirada en el espejo, Nayeon alisó la tela de su caprichoso vestido. El color nude apareció en su piel cuando sus hombros brillaron contra las correas. Su cabello estaba suelto hacia atrás, porciones de cabellos anteriormente ondulados caían a cada lado de su cara.

"¿Estás lista?" Preguntó Jessica desde la puerta de su habitación.

Nayeon respiró hondo, sabiendo que Jeongyeon estaba esperando abajo. Había escuchado sonar el timbre de la puerta mientras se peinaba. Girando hacia la puerta, siguió a Jessica hacia el pasillo y hacia la parte superior de las escaleras.

Mirando hacia abajo, vio cómo Minho y Jeongyeon interactuaban entre sí. Las sonrisas, los chistes y las risas entre ellos. Así era como se suponía que debía ser su vida y estaba tan contenta de que finalmente se estuviera moviendo hacia eso.

Cuando sus ojos se encontraron con los de Jeongyeon, supo que no se arrepentiría de esta noche.

La conversación entre ambas personas se detuvo cuando vieron a Nayeon bajar las escaleras. Jessica la seguía con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Jeongyeon tragó saliva, "Wow, te ves increíble".

Nayeon contuvo una sonrisa cuando Minho extendió la mano y le dio unas palmaditas en el hombro a Jeongyeon, "Buen trabajo". Salpicó, refiriéndose a su asombrada reacción. Minho luego dirigió su atención a Nayeon, "Te ves hermosa. Y quiero que la pases muy bien esta noche, pero por favor llámame si necesitas algo, ¿entiendes?" Asintiendo con la cabeza, Nayeon abrazó a su padre con fuerza. Al despedirse, Nayeon y Jeongyeon salieron por la puerta.

El lugar para el baile era el histórico museo de arte del centro y era enorme. El exterior del edificio era arquitectónicamente rico con sus altos pilares y columnas de piedra caliza. El interior era aún más hermoso. Las obras de arte y las esculturas llenaban los grandes pasillos y paredes, cada una persuadiendo al ojo para que la mirara.

El baile casi había comenzado, pero la multitud que entraba al edificio parecía más grande de lo que podría estar dentro del salón de baile. Cerca de la parte de atrás, dos grandes puertas de madera estaban vigiladas por dos hombres. Cuando Nayeon y Jeongyeon siguieron a las pocas personas delante de ellos, las puertas se abrieron.

La fiesta ante ellas brillaba en sus ojos mientras bajaban la extravagante escalera. Conducía a los cientos de mesas y sillas. Los centros de mesa eran flores de vidrio de metro y medio de altura, parecidas al hielo, todo esto para el tema del invierno. Sobre la zona de asientos había enormes candelabros de cristal que brillaban en un azul frío, que también combinaba con el tema. Dando al salón de baile un ambiente romántico.

Nayeon miró hacia el techo sobre la pista de baile iluminada y elevada. Diferentes LED de colores se movían con el ritmo de la música. La escuela no escatimó en gastos para el evento, estaba segura de eso.

Caminando hacia la mesa asignada, Nayeon sintió un escalofrío en el cuerpo. Todas estaban sentadas a su alrededor. Jihyo, Eunha, Sowon e incluso Momo. Estaban riéndose y bromeando, pero los buenos momentos cesaron cuando Nayeon se acercó al borde de la mesa.