︙ஓீ͜͜͡͡ ✎...One

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Los hermanos de batalla caminaban tranquilamente por el pueblo, habían salido de la escuela después de una larga jornada en aquella prisión educativa.
Planeaban que harían en esa tarde de un día viernes, estaban muy emocionados por que sea sábado y poder descansar; Pero la suerte no siempre es benevolente con todos.

–Bill, mañana quiero que veas como es Craneovania por completo.– Comentó el azabache con una amplía sonrisa, tenía planeado eso desde que Drool fue derrotado.

–Espera, Todo lo que conocí cuando a veces íbamos a Craneovania ¿Era muy poco?–Preguntó sorprendido, nunca imaginó que ese lugar fuera... Tan grande, Fangbone solo empezó a reír.

–¡JAJA! Solo conociste el lado más dócil de mi tierra, ¡pronto conocerás lo más hostil y salvaje!–Exclama emocionado mientras empuña su espada, ya tenía casi todo planeado para que Bill disfrutara de ese mundo.

El pecoso solo lo miro con una sonrisa temerosa, adoraba las aventuras que tenía con Fangbone, pero... ¿Había algo más salvaje que lo que conoció? Eso hizo que un pequeño escalofrío recorriera su espalda.

–Yo... Creo que mejor eso hacemos otro día. – Murmura un poco nervioso, a su vez con sus manos jugaba con su polera.
La verdad si estaba muy asustado de esa idea, no era culpa que su "especie" sea muy diferente a la de Fangbone, él vivió en un mundo en donde casi todo te lo ganabas sin ningún esfuerzo.

–Pero ¿Por qué esperar?–El menor en estatura bajó su espada mientras veía un tanto extraño al pelirrojo.–¡Hay todo un mundo por explorar!– Intenta animarlo, Bill siempre le comentaba que quería conocer aquel mundo.

–Esque... ¿Nunca le tuviste temor a perder la vida?– Pregunta el pelifuego después de meditar un poco como se lo diría. Él estaba en una pequeña crisis desde que casi muere cuando derrotan a Drool.

–Si, pero ¿Porque vivir sin arriesgar la vida? –Le responde con otra pregunta. A Fangbone eso no le preocupaba, sabía donde iba a terminar y que tendría un gran festín con sus ancestros, también que sus leyendas serían narradas de generación en generación; para él, valdría la pena morir, si es morir por una victoria.

Antes de que se iniciara una discusión, se escuchó una grieta abrirse, otra vez. Unos dinoperros se hicieron presente en la escena, corrían desenfrenada mente por las calles mientras causaban pánico y pavor a la gente que transitaba por ahí.

–¡Continuaremos esto después!–Fangbone dice estas palabras con seriedad, empuñando nuevamente su espada, corre a acarrear a aquellos monstruos hasta la siguiente grieta.

–¡Esperame Fangbone! – Grita el chico de piel nívea mientras le intenta seguir el ritmo a su hermano de batalla.

Aquellos monstruos eran difíciles de guiar, Fangbone los acorralaba por un lado mientras que Bill por el otro.
El pelirrojo buscaba una forma rápida e inteligente para poder acarrearlos  hasta la grieta pero no se percató cuando Fangbone quizo acorralarlos más y uno de los dinoperros se fue de lado dándole un fuerte golpe, sintió como el cuero del animal hizo eco desde su lóbulo temporal hasta que se escuchó por toda su cabeza, perdió el equilibrio y cayó. Los dinoperros ya habían entrado a la grieta y ahí el azabache se percató del estado de Bill, estaba inconsciente en medio de la carretera.

–¡¡Bill!!– Él corrió rápidamente hacía su amigo, lo tomó entre sus brazos y posó su cabeza en el pecho del pelirrojo con desesperación, tenía unos débiles latidos, se alarmó  y entró en pánico, no sabía que hacer, intentó pensar que haría Bill y en ese momento recordó a aquel hechicero de blanco que curó su pierna.–¡Tranquilo Bill, voy a ayudarte!–Le dice al pelirrojo como si el estuviera despierto aún, como pudo lo cargó entre sus brazos y empezó a correr en dirección al hospital.

Habían pasado varias horas desde aquel suceso, Fangbone esperaba con una inmensa intranquilidad, caminaba de un lado a otro intentando no imaginar lo peor. La señora Goodwin también estaba ahí, ella fue llamada por una enfermera cuando el menor de cabello alborotado le dio el nombre del paciente que estaba grave.

–¿Cómo fue que pasó, Fangbone? –Pregunta la mujer viendo como el menor de edad daba vueltas en círculos muy preocupado.

–N—No me di cuenta. – Responde el craneano fijando su vista en la mujer.– Cuando volteé a verlo ya estaba en el suelo.

La mujer lo miró con compasión, era obvio que se preocupaba por su hijo y eso agradecía mucho. Abrió sus brazos en señal de que él lo abrazara, Fangbone entendió que quería la señora y fue a darle un fuerte abrazo.

–No fue tu culpa, Fangbone... –Le susurra la mujer al notar que el chico estaba empezando a derramar algunas lágrimas de culpa, él solo podía expresarse así frente a Bill y la señora Goodwin, eran como su familia y eso le gustaba... Le gustaba tener una familia...
Acariciaba lentamente su espalda por debajo de su capa, el menor poco a poco dejaba de sollozar, relajándose con aquellas caricias que solo una madre sabe proporcionar.

Bastaron unas horas más para que el doctor se hiziera presente, mirando a las dos personas dijo aquellas palabras que ambos querían oir.–Todo fue un éxito. – dijo sonriendo profesionalmente. La mujer, de la alegría, abrazó al doctor dándole gracias. El profesional los acompañó hasta la habitación del pelirrojo y los dejó pasar a que esperaran a que la anestesia dejara de surtir efecto.

Unos minutos que parecieron interminables para el azabache y la madre del que está sedado, pero valió la pena, o eso creían. Bill abrió lentamente sus ojos, se sentía aturdido y confundido, miró a ambos lados y a su izquierda notó a un niño de piel caramelo, vestido como... ¿Un guerrero? ¿Un vikingo?...  Se le hizo extraño verlo así, por ese motivo volteó su vista a la señora, ella vestía como una persona "Normal" por así decirlo, su cabello rojizo era amarrado en una cola de caballo y su piel era blanca, le parecía una mujer agradable; ambos miraron con emoción al recién despertado, pero él se sentía confundido ¿Debía decir algo o debía quedarse callado? Esa duda rondaba por su cabeza hasta que la mujer lo sacó de su burbuja.

–¡Bill!¡Hijo!–Exclama señora abrazando al menor.–¡Que bueno que hayas despertado!–Estaba muy feliz y empezó a llorar de alegría, el nombrado se sentía un poco incómodo mientras veía al de cabello alborotado, él también tenía una amplia sonrisa y algunas lágrimas asomándose en sus ojos.

–¡Hermano de batalla!– Fangbone estaba aun en un pequeño shock, cuando reaccionó fue a abrazarlo junto a la señora.

El pelirrojo no podía estar más incómodo que hace rato.–Ehhh... ¿Quienes son?...–Pregunta confundido, las dos personas se apartan rápidamente para analizar lo que él dijo ¿Acaso no los recuerda?.

꧁ Fιи dεl cαριтυlσ 1 ꧂

MarcoBONkun.

➳ᶠᵃᶰᵍᵇᶤˡˡ ϟ ❝Aмηєѕια❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora