¡No soy de NADIE! (Argentina x ¿?) -editando-

"Amor de verdad"(Capítulo 8)

En aquel pasillo no pasaba absolutamente nadie, ni un alma, lo unico que se podia llegar a escuchar era el viento que pasaba en esas preciosas ventanas, a y también gemidos, lo de menos (Xd).

Fue todo tan rápido para el argentino, ni bien entro, él de naciones unidas se acercó y lo tomo por los hombros, tirándolo bruscamente en su gran escritorio, muchos papeles caían al suelo y también bolígrafos, obvio que el pobre se quejó por el impacto pero rápidamente fue callado por el contrario.

Sus besos eran muy bruscos, tanto fue así que el menor tenía muy poco tiempo para tomar aire y volver a ser besado, no le disgustaba pero si que estaba cagado(osea asustado bb), nunca supo que aquel hombre que siempre vestía con trajes y sabia como aburrir a todo el mundo con sus reuniones, podría ser tan salvaje y ¿sexy?.

-Pa-para~-con sus brazos intento alejarlo pero no pudo, y no es porque el mayor sea tan fuerte mas bien era por la furia que irradiaba, el argentino se sentía intimidado, pequeño, frágil, y excitado. No quería aceptarlo, él no era así, no se iba a dejar llevar por sus instintos.

-No ... this is your punishment for not fulfilling my orders(No...este es tu castigo por no cumplir con mis ordenes)- lo sujetaba aún mas fuerte.

Al darse cuenta de que tratando de sacárselo no lo iba a lograr, comenzó a desesperarse.-Eh dicho...¡QUE PARES!- y ONU se detuvo, para suerte del menor.-¡A VER PELOTUDO!, ¿QUIÉN TE CREES QUE SOS PARA ACERME ESTO? ¡EH!- el mayor parecía aturdido, así que argentina aprovechó para poder salir en donde estaba acostado, empujándolo al suelo y este estando parado frente al mayor.-¡PRIMERO Y ANTES QUE NADA!, HOLA, SEGUNDO; ¿QUÉ PUTAS ESTAS HACIENDO?-.

El contrario que ahora esta en el piso no le podía salir las palabras, tenia los ojos como platos.-I...(Yo...)-.

-Bueno, vamos a calmarnos, se lo que me dijiste y no cumplí, pero tampoco significa que este sea mi castigo- al ver que este estaba paralizado estiro su mano para ayudarle, aunque argentina estaba enojado no podía dejar de ser amable.

El de traje elegante lo veía con asombro, nadie nunca le había gritado así, y eso era obio ya que él era quien mandaba en casi todo, aparte de que si le faltaban el respeto era capaz de sancionarlos, pero se preguntaba de el porque con argentina no podía.

-Che viejo, se me cansa el brazo- al despertar nuevamente de sus pensamientos por fin noto que el menor tenia su mano frente a él para ayudarlo a levantarse.

-Thanks(Gracias)- fue lo único que pudo decir, mientras acomadaba su ropa y las cosas tiradas en el suelo, lo cual pudo notar que el albiceleste también lo ayudaba, otra vez.

Era un silencio muy incómodo, solo se podía oír las hojas que aquellos dos recogían hasta que si darse cuenta tomaron una hoja al mismo tiempo, sus manos se chocaron suavemente, al principio se sorprendieron pero al mirarse a los ojos cada uno tenia un sentimiento distinto pero a la vez igual, ONU estaba enamorado y no sabia muy bien como demostrarle, quería hacer las cosas bien pero simplemente no podía, él no quería castigarlo de esa forma, no estaba enfermo pero se dejaba llevar fácilmente por su enojo, y mientras tanto con argentina, tan solo estaba confundido era la primera vez que pasaba esto en su vida, tampoco sabia como reaccionar ante tales actos del mayor, aún así no se podía mentir a si mismo, de alguna forma comenzaba a gustar del mayor, pero no podía confirmarlo ni nada ya que es un sentimiento muy reciente.

Y si, esos eran los pensamientos de la dos en aquel momento mientras se miraban y sus manos estaban juntas entrelazadas, así que lentamente el de traje elegante se acercó al menor, y aunque este último parecía alejarse por la cercanía del otro prefirió quedarse y cerrar sus ojos. Un beso, tan gentil, suave, frágil y lleno de amor, no pasaron a mayores porque ninguno de los dos tenia la necesidad de tocar el cuerpo del otro, lo único que podía apreciar era ese amor que ONU quería transmitirle a su argentino.