SMILE! - Husk × Alastor

TRES

El pelinegro abrió los ojos, cuando recupero un poco su conciencia sintió un horrible dolor de espalda, Dios recién tiene 30.

Se levantó del sofá y se dio un estirón con el fin de arreglar su espalda; había dormido en el sofá pues su "invitado" "merecía" dormir en la única cama de la casa. En esos momentos maldecía el hecho haber escuchado su conciencia.

Un agradable olor lo sacó fuertemente de sus pensamientos, abriéndole el apetito, sin embargo el no era una bestia. Subió y se dirigió al baño, tras mear empezó a lavarse sus dientes cuando un pensamiento le llegó a la cabeza.

— «¿Habrá usado mi cepillo de dientes»? —Se preguntó acabando el trabajo, conociendo al castaño la respuesta fue un "si" fijo. Bajó la escaleras hacia la sala, solo para encontrar al menor con unos waffles recién hechos.

— ¡Buenos días Husker! —Saludó el castaño con su típica sonrisa, traía puesto un improvisado mandil, adiós a algunas de sus camisas— Hice waffles espero no te moleste —

— ¿Por qué debería de hacerlo? —Preguntó el de voz ronca sentándose para devorar el desayuno. Sin embargo el castaño le dio un leve golpe en su mano antes de que empiece.

— Dame la gracias —Exigió, su sonrisa ya no era tan grande pero permanecía.

— ¿No es a Dios? —

— Soy ateo —

— Oh... —Soltó incomodo el pelinegro, pues el era creyente...bueno de chiquito lo bautizaron— Bueno, gracias Al —Dijo para empezar a comer.

— No hay de que mi querido amigo —

— ¿Hoy es tu día libre no? —Preguntó el de cejas pobladas. El castaño asintió— ¿Qué piensas hacer? —

— Lo de siempre querido. Cazar venados —Respondió el castaño— Te lo recomiendo, es entretenido —Su sonrisa se tornó sádica.

— ¿Cazar venados con un asesino que mata en zonas de caza? Qué huevos —

— La gente hace todo porque está aburrido —Dijo con tono burlesco. Husk masticaba con calma su desayuno, tenía un punto.

Un silencio se tornó en la mesa, Alastor le prestaba atención a su comida. Sin embargo Husk lo miraba curioso, dándose cuenta lo mucho y a la vez lo poco que conocía al castaño.
No sabia de su familia, si tenía o no madre, padre, pareja, de dónde viene, sus memorables recuerdos, que le gusta comer
Sin embargo sabía que le gustaba la música de los años 20, tenía unos hoyuelos que se le marcaban cuando sonreía de verdad y no está tan falsa que siempre muestra, que siempre movía su pie con música que el consideraba buena, y se mordió los labios cuando se equivocaba y avergonzaba.

Su cara se empezó a colorar, ¿En verdad estaba pensando en Alastor? Eso no es gay, ¿Cierto?.

— ¿Tengo algo en la cara? —Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del menos. Un pequeña cosquilleo apareció en su estómago.

— Tienes un poco de...—Balbuceó el pelinegro acercando su mano a sus labios con el fin de limpiar los restos del jarabe, sorprendiendo al castaño por esa actitud.

¿Qué mierda pasaba?