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Capitulo XLV

Sus ojos brillan a pesar de que no prendí la luz; tiene una pequeña sonrisa, casi parece paralizado.

Me mira un momento a los ojos y luego se levanta de la silla, yo bajo los brazos porque se me cansan y lo sigo con la mirada.

-No lo hagas -Pido y trago saliva cuando veo que se acerca con intenciones de abrazarme.

Pero de igual manera lo hace.

Levanto mi brazo y rodeo su espalda sólo con un brazo, apretando su hombro con un poco de fuerza. Evito mirarlo.

No quería que me abrazara porque sabía que regresaría el abrazo. Comenzaba a sentir lastima por él, no lástima por estar "enfermo" era diferente. De una manera "Me da lástima que tengas que vivir con una persona tan asquerosa y que tu vida sea tan complicada para ser tan joven".

Mi corazón se acelera y mis manos comienzan a sudar. Su cuerpo me abraza con fuerza, su mejilla está recargada sobre mi pecho y sé que puede escuchar los latidos de mi corazón, casi puedo hacerlo yo.

-Minseok, déjame -Quito mi brazo de sus hombros.

-Gracias.

Entonces se separa, y siento mi corazón latir como antes.

-Ya te lo dije, te lo mereces -Sonrío un poco y le entrego la camisa.

-Mi papá dijo que no sirv...

-Me importa una puta lo que tu padre haya dicho, te lo mereces -Digo algo molesto. Miro por la ventana, ha dejado de llover. Pero está muy oscuro, es de noche-. Si te llevo a casa, ¿qué crees que digan o hagan tus papás? Por desaparecer digo.

-Nada -Asegura al instante a pesar de que su sonrisa se borra un poquito-. Papá estará dormido.

-¿Y tu mamá? -Me atrevo a preguntar.

-Gracias por esto, entrenador -Habla cambiando de tema sin previo aviso y viendo su apellido en la prenda-. No le fallaré -Asegura volviendo su vista a mí.

-Eso espero -Le sonrió nuevamente-. Ve por la sudadera, aún hace frío... Y tienes que lavarla, sudaste mucho -Hago un puchero como los suyos en forma de burla-. Te veo afuera.

Tomo las llaves del auto y me adelanto a la puerta.

Subo al auto y a los pocos segundos veo a Minseok salir por la puerta. Con la sudadera rosa puesta sobre él y las mangas enrolladas sobre sus brazos.

-Gracias por todo, entrenador. S-Sé que lo hizo por sus amigos, pero... Gracias por llevarme al cine, por darme dulces, comida y dejarme dormir. Tal vez sea un idiota -Ríe un poquito- pero si necesita algo, puedo intentar ayudarlo -Me sonríe y yo enciendo el auto-. Es más... simpático y amable de lo que cree.

-Minseok... -Lo miro después de sacar el auto del patio. Algunos recuerdos me llegan a la cabeza y hago una mueca- olvídalo -Suspiro-. ¿Puedes comentarme que pasó cuando eras pequeño? ¿Por qué huiste? -Pregunto intentando no parecer demasiado entrometido.

-S-Supongo -Mira por la ventana y pasa sus dedos entre su cabello-, creo que tenía siete... Ocho, no, nueve. Nueve años -Afirma-. Sé muy poco, sólo que mi mamá me saco de la casa, me dijo que nos iríamos lejos de él. Y-Yo estaba feliz, no puedo negarlo. Él me hacía cosas que me dolían, me hacía sentir mal. Pero al salir y subir al auto, mi papá salió de la casa. Saco a mi mamá del auto, de una manera... Fea. No me vio a mí, m-me escondí atrás y cuando se fue, salí para entrar a casa. Lo vi golpeándola, él repetía cosas tontas, absurdas -Me mira.

-¿Qué cosas?

-"No puedes dejarme, somos felices, nuestro hijo nos necesita, eres una puta, eres mía... Te amo" -Antes de decir la última mira al frente con el ceño fruncido.

-Al menos entiende que está mal, y tú también -Giro a la izquierda.

-No -Niega-. Cuando cumplí trece años mi mamá comenzó a... Quererlo. Está enferma. C-Cree que su manera de querernos es golpeándonos -Minseok ríe sarcásticamente y es la primera vez que su sonrisa no me gusta-. Tal vez es cierto entrenador, vengo de una familia de enfermos... Tal vez... Yo también lo estoy -Se encoge de hombros y yo detengo el auto en seco.

A cuatro casas esta la casa de Minseok. Parece tranquila, no hay luz más que la de las farolas naranjas de la calle y la luz blanca de la luna.

-Es diferente -Que estúpido comentario-, quiero decir... Eso, n-no es amor. No es... Cálido -Es la mejor palabra que se me ocurre para el amor, no es ese momento.

-¿Cálido? E-Es tonto -Niega-, jamás pasó eso en nuestra familia.

-En algún momento tus padres debieron darte un beso cálido, un... Abrazo, una mirada, algo. Tal vez no lo recuerdas.

-Lo dudo mucho, pero... La palabra suena bonita.

-Sentir esa palabra es mejor, Minseok. Y apuesto a que lo has hecho, t-tal vez con Luhan.

-Pues si así se siente. Creo que no es mucho -Abre la puerta un poco. Entra aire frío.

-¡No! -Niego-. Debería serlo.

-¿Lo ha sentido? ¿cómo se siente? -Pregunta y deja la puerta cerrarse un poco.

-Es... Cálido -Cubro mi cara con mi mano-, y yo un estúpido.

Jongdae ríe un poquito.

-Lo abrace hace un rato, ¿así se siente? ¿cómo lo sentí entonces?

-No sé -Me encojo de hombros.

-Muéstrame, Jongdae -Su semblante cambia-. ¿Realmente vale la pena eso?

-Vale la pena lo que te hace sentir. Es algo... -Miro su mano y al final pongo los ojos para tomarla entre las mías-. Es cálido física y emocionalmente. No creo poder transmitirlo p-pero...

Él quita su mano de entre las mías y me siento extraño, humillado, casi.

Levanto la mirada y lo veo acercarse a mí, apoyando sus manos en el asiento e inclinándose sobre él. Estoy apunto de empujarlo, pero mis manos se quedan congeladas en sus hombros cuando siento sus labios acariciar mi mejilla.

-¿A-Así? -Pregunta una vez que se separa. Sus labios son húmedos, y pude sentir como su piel se pegaba y despegaba de la mía mientras se separaba.

-B-Bájate del auto -Ordeno intentando que mi voz no tiemble.

-E-Esa no fue mi intención, s-sólo quería saber...

-Que te bajes. Creo que puedes caminar hasta tu casa desde aquí -Hablo recordando que su casa está a varios metros de distancia.

-Jongdae...

-Minseok -Lo interrumpo y lo miro serio.

No sé mueve, sólo me mira expectante. Sus ojos están un poco rojos, evito mirarlos mientras me inclino y abro la puerta por él, empujandola para que se abra completamente.

-Lo veo el lunes en clase, Kim -Sentencio y sin mirarlo dirijo mi vista al frente.

En cuanto baja del auto y lo veo caminar a su casa, suelto el aire que había retenido.

Mis manos tiemblan ligeramente y al recordar el beso mi estómago siente un cosquilleo. Fue superficial, se siente incompleto.

-Minseok -Digo lo suficientemente alto después de bajar de mi auto y caminar hasta estar a varios pasos de él.

Él se detiene y duda en girar, así que yo lo giro, sin retirar mis manos de sus hombros.

-¿Cálido? Tiene que ser un sentimiento mutuo, no sólo tuyo.

Mira al suelo, así que me fuerza a mi mismo para tomar su mentón entre mis dedos y hacer que me mire a los ojos; sólo por un momento.

En un movimiento rápido y desesperado, beso su frente.

No un segundo, no dos. Me quedo ahí por un momento, incluso cierro los ojos y siento el aliento cálido de Minseok chocar contra mi cuello cuando suelta un suspiro de alivio

🍒🍒🍒

Feliz San Valentín espero la pasen bonito ❤

GYM [Chenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora