Querido Sr. Evans

Querido Sr. Evans hoy se ve mejor que ayer, al verlo entrar al salón sentí como un orgasmo me recorría el cuerpo, con el simple echo de verle siento un calor que me recorre. No sé que será, si es su porte, su seriedad, su mirada penetrante que me hace sudar, tiene algo que me hace pensar en los deseos más bajos que alguien se pueda imaginar.

Esos pantalones tan ajustados que lleva le marcan su enorme pene, casi podría decir que están a punto de reventar por lo ajustado que se le ven y esos brazos enormes que se le marcan debajo de esa camiseta, esos enormes brazos que día con día sueño que me envuelven mientras me postro sobre usted y ese enorme pecho que podría decir que forzan esos botones de lo ajustada de la camiseta, todo usted es perfecto es como si los mismos dioses lo hubieran mandado a la tierra solo para despertar bajas pasiones en las personas.

Al entrar al salón voltea a ver al grupo y asiente con la cabeza, noto como por un instante me voltea a ver cómo si ya supiera lo que siento por usted, siento que me vengo cada que me voltea a ver de esa forma sería y sexy con la que se dirige hacia mi.

Llega a su escritorio y lo primero que dice es que va a recojer los ensayos pendientes.

Me levanto y me dirijo hacia usted para entregarle mi trabajo y noto como entre sus piernas cuando se sienta su pene se nota más eso me exita, se da cuenta que le estoy viendo el pene y se pone nervioso eso me exita aún más el que se de cuenta que lo veo, que se de cuenta que me gusta. Regreso la mirada hacia usted y nos quedamos viendo por dos segundos.

-regrese a su lugar Eric el trabajo lo evaluaré y le diré la próxima clase el resultado.
Lo dice con tal nerviosismo que hasta a mí me puso nervioso la situación.

Yo solo asiento y regreso a mi lugar, noto como durante la clase me dedica varias miradas, me doy cuenta y creo que ya lo sospecha. Yo más caliente me pongo cada que me ve y siento una erección entre mis piernas, mientras más la siento más caliente me pongo y comienzo a imaginar cómo me toma con sus enormes brazos y me hacerca a su pecho para verme justo a los ojos mientras siento su enorme pene justo en mi vientre, siento lo duro que está y como me pega más a él, me besa con gran pasión mientras le desabrochó la camisa blanca y le aflojó la corbata, su enorme y muy bien formado pecho queda al descubierto y lo toco con mi mano, lo acaricio y comienzo a chupar su peson duro y veo que eso le gusta y sigo hasta bajar a su abdomen muy bien marcado y se lo beso y noto como se le escapan unos grandes suspiros mientras lo hago, al bajar más llegó asta su pene y se lo frotó con mi mano por arriba de los pantalones, noto su gran tamaño y no tardó en desabrochar su pantalón y bajarle ese calzon tan ajustado que detenía ese enorme animal que esconde.
Al dejarlo a la vista veo que es enorme pene lleno de grandes venas, noto como se ensancha más mientras lo acaricio una y otra vez y sin preguntar más me lo meto en la boca y se la comienzo a mamar una y otra vez hasta hacerlo gritar de placer, le beso la cabeza del pene y me la introdujo lentamente mientras me toma de la cabeza para empujarme hasta dejar todo su pene dentro de mi boca.
Al irlo sacando noto como le salen gotas de semen y las chupo hasta tragarmelas.
Me toma por los hombros y me voltea boca abajo en el escritorio y siento como escupe mi ano mientras pasa sus dedos para estimularlo,
Su pene es tan grande que temo que no me quepa y sin preguntar lo introduce todo en mi ano haciéndome gritar, me enbiste con tal fuerza que siento un gran dolor y placer a la vez, cada vez lo hace más rápido y siento como su pene se va ensanchando cada vez más dentro de mi, me voltea y me levanta contra la pared y ahí me tiene embestida tras embestida mientras me besa con gran pasión. Siento como se viene dentro de mi llenando todo mi ser de tu semen mientras que me vengo sin tocarme de lo fuerte que me diste, sacas tu pene de mi y lo introdujo nuevamente en mi boca para que se venga una segunda vez, al sentir su semen en mi boca me levanto y lo beso con gran pasión...

El timbre me despierta de mi fantasía, recojo mi mochila para salir del salón y cuando me retiro me habla...

-eric, puede esperar un segundo? Quiero hablar algo con usted... Me dice con seriedad en su mirada.

No sé que contestar, solo me quedo parado a mitad del salón esperando que algo bueno pase hoy!...

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