Tenía la cabeza en las nubes, estaba tumbado en el sofá y Anne aun no llegaba a casa. Estaba con la vista en el techo con miles de problemas dándome vueltas por la cabeza.
Se escucha la puerta abrirse, ni siquiera me moleste a ver quien era pues sabía que era la hora en que Anne llegaba.Tiro las cosas en el buro de la entrada y escuche el ruido de sus tacones al quitarcelos y salir volando por la estancia.
Me vio y se me hacerco por detrás.
—hola cariño.—me dijo al oído y me beso la mejilla.Yo no respondí, pero cunado intento alejarse de mi yo la detuve del brazo, desde el sofá se veía su increíble figura, con curvas bien detalladas, llevaba un vestido blanco con un escote no tan abierto, algo discreto pero que a la ves te invitaba a descubrir lo que había en el.
Le tome la mano y la acerque a mi boca, le bese los dedos y comencé a jugar con ellos en mis labios, a ella le encantó lo que hacía con ellos y soltó un gemido entrecortado y comenzó a acariciar mi cabello mientras terminaba de jugar con sus dedos en mi boca.—chris....—musito entre gadeos.
Yo la vi desde abajo tumbado en el sofá ella bajo la mirada para verme a los ojos, y justo entre ese instante ella sabía lo que iba a pasar.
Me enderece para tomarla del brazo y cruzo el sofá para sentarse en mis piernas, quedo de rodillas viéndome a la cara, puso su mano en mi mejilla y la comenzó a bajar por mi cuello y la poso en mi pecho duro, se acercó asta que nuestros labios se rozaron y yo le correspondí al beso, le desabroche el vestido, bajando el cierre por su espalda para que mis manos sintieran el tacto de su espalda, le baje el bestido hasta la sintura y sus senos quedaron al descubiertos, tenía los pezones duros, acerque mi nariz para olerlos, tenían un olor a rosas, eran perfectos, puse mis manos en ambos senos y comense a moldearlos entre mis manos, me llebe uno de ellos a mi boca y comence a jugar con su pezón. Ella jadeo y gimió de placer.
Yo seguía mamando su pezón y ella me tomaba por el cabello tratando de pegarme más hacia el.Me desabrocha la camisa y deja mi pecho al descubierto pone sus manos en el y lo comienza a acariciar y pasa sus labios por el hasta llegar a mi pezón y lo comienza a morder, yo suelto gemidos de placer y ella baja por mi abdomen hasta llegar a mi pantalón, mi pene estaba demaciado erecto que se notaba a simole vista, ella me desabrocha el cinturón y el pantalón, yo trato de acomodarme para que baje un poco y ella sin pensarlo me saca el pene del boxer y lo toma entre sus manos, no le cabe y trats de sostenerlo con firmesa.
—el no te la mama como yo—me dice entre jadeos y sin pensarlo lo introduce todo en su boca.
Yo grito pues siento un placer recorrer todo mi cuerpo y gimió demaciado fuerte, la tomo del cabello y la hago tragarcela toda, ella hace arcadas y siento como se ahoga los ojos se le tornan rojos y le lagrimean por la falta de aire, comienza a tocer, pero ella no retrocede, se la vuelve a tragar toda y luego comienza a masturbarme con una mano mientras me la mama.
Yo muevo mis caderas para hacerla tragar más y ella la chupa con desesperación, con el vestido a medias se lo levanta un poco y se sube encima de mi, con una mano introduce todo mi pene en su vagina y después posa ambas manos en mi pecho yo la tomo por la cintura y me ve a los ojos, es ahí cuando se deja caer por completo en mi verga y grita de dolor, ella sube y baja cada vez más rápido y yo subo y bajo las caderas para penetrarla cada vez más fuerte con una mano le hagarro por la cintura y con la otra le aprieto un ceno, ella se acerca cada vez más a mi para besarme, yo me levanto y me la llevo cargada hasta dejarla contra la pared, la siento en el buro que se encontraba alado y la comienzo a embestir más y más fuerte hasta que siento como mi verga descarga todo el semen en su vagina, ella gime y me toma por la camisa y me hacerca a su boca me besa y entre jadeos me dice.—ese escuincle....no lo puedes comparar conmigo.Me empuja y se va directo al baño, yo me quedo de pie en la sala, viendo cómo tambalea su cuerpo cuando se va.
Quería más, pero me tenía que detener, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. No podía hacerle esto a Erick, después de lo que ella me había echo a mi.
Pero al parecer ya era demaciado tarde.
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Querido Sr. Evans
Romanceun joven de 17 años relata sus más íntimos deseos y su fantacia sexual. Eric de 17 años siente una fuerte atracción hacia su profesor de ciencias, el sr. Evans un atractivo hombre de 38 años de edad que recién llega como nuevo maestro de preparatori...