Una Moneda - Capítulo 11

935 51 13
                                    

Tenía miedo.

Yan Hang no había querido aceptar sus emociones durante todo ese tiempo.

Tenía mucho miedo.

Cada vez que se quedaba solo en la casa, cada vez que se marchaba de una extraña ciudad de la cual no se había familiarizado, cada vez que miraba hacia un futuro completamente vacío, sin siquiera mirar hacia atrás.

Los altibajos de sus emociones dependían de las desapariciones y las apariciones de su viejo padre.

A excepción del presente, su padre no le había dicho ni una sola palabra sobre el futuro ni del pasado, y a él no le quedaba otra alternativa que esforzarse en hacerse creer que no necesitaba nada de eso.

Ellos eran simplemente un par de padre e hijo que iban por el mundo de forma distinguida, deambulando sin rumbo alguno, viviendo de una manera bastante liberal, no dejándose influenciar por las cosas materiales.

Libertad.

Lo que Chuyi envidiaba.

En realidad, lo que Chuyi envidiaba era una ilusión.

Una libertad que no tenía inicio ni fin, ¿de verdad habría alguien que la envidiaría?

Yan Hang entró a la cocina y preparó otro tazón de arroz con curry, a su viejo padre le gustaba el curry, después de haberle colocado el queso, metió todo en el horno.

Luego de terminar de configurar la temperatura y el tiempo, se quedó ido, parado frente al horno.

No importa lo que fuera, él se sentía tranquilo únicamente cuando su padre estaba, aunque esa tranquilidad era como la superficie de queso de aquel arroz horneado.

"¿Aún recuerdas las cosas que sucedieron cuando eras un niño?" —Su padre se había recargado en la puerta de la cocina.

"Creo que no recuerdo lo que sucedió antes de la primaria." —Dijo Yan Hang, cuando su padre mencionaba este tema repentinamente, él se sentía intranquilo, no tenía demasiados recuerdos de su infancia, era como un desafío automático para él.

"Cuando apenas te llevé conmigo, ni siquiera sabías cocinar fideos, éramos dos personas, pero habías preparado una olla entera, incluso el agua se había secado y los fideos aún estaban crudos." —Su viejo padre rio.

"Ah." —Yan Hang se quedó pensando y comenzó a reírse, volteándose para ver a su padre— "Y tú no me enseñaste."

"Ni yo mismo sabía hacerlo, ¿cómo te iba a enseñar? Te volviste un genio en la cocina porque realmente has sido autodidacta en aprenderlo, ni siquiera te lo enseñó algún instructor." —Su padre encendió un cigarro— "¿O sí?"

"Estoy cocinando, ¿por qué fumas?" —Dijo Yan Hang.

"Te quejas mucho." —Dijo su padre mientras se reía.

Lo que le siguió fueron unos largos segundos de silencio y cuando sonó un "ding" proveniente del horno, Yan Hang se dio la vuelta para ir a revisarlo, su padre seguía recargado en la puerta de la cocina, pero cuando él se dio la vuelta de nuevo, su padre no se había dado cuenta, estaba absorto mirando hacia la ventana.

"Listo." —Dijo Yan Hang.

"Huele bien." —Su padre olfateó, se dio la vuelta y se sentó en el sofá de la sala.

Yan Hang retiró el arroz horneado, colocándolo sobre la mesita de té, sentándose a su lado.

En la televisión estaban pasando las noticias locales, ambos sostenían un tazón y veían la televisión mientras comían, aquella era una situación que se repetía en la memoria de Yan Hang durante todos esos años.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 09, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una MonedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora