"When you close the doors"

Capítulo 1: "Lujos y esas cosas"

Baja de su Mercedes último modelo,sus tacones chocando contra el pavimento,generando miedo y respeto desde el primer segundo de su llegada,así era Victoria Belfrey,autoritaria y controladora.

-Buenos días,señorita Belfrey.

-¿Son buenos? - le da su bolso a la secretaria- ¿cómo puede ser que tenga cuatro secretarías y ninguna sepa donde está mi nieta? -pregunta Victoria caminando a su oficina-.

-Yo misma me encargaré de buscarla.

-Menos habla y más hacer,así se consiguen las cosas -responde la jefa cerrando las grandes puertas de su despacho en la cara de su secretaria-.

Victoria Belfrey,¿cómo empezar a describir a Victoria Belfrey?.
Mujer de negocios cien por ciento entregada a su empresa,casada con el dinero,no tenía amigos,solo su mejor amiga Addison Montgomery,una doctora de su misma clase social,diferente a ella pero luego hablaremos de Addison...volviendo a Victoria,tiene una hija y una hijastra a las que no soporta con su sola presencia,las dos adultas,tiene una nieta llamada Luci.¿que es su día a día? ¿aparte de reuniones de trabajo y facturar a la loco? Victoria va al gym, sale a bares y restaurantes lujosos,pasa de fiestas en fiestas y de after en after solo para ricos.
A simple vista la señora Belfrey no parece una madre ni mucho menos una abuela,es una bomba sexual,atrayendo las miradas de todos y todas a su al rededor.
Su vida para muchos es perfecta,pero nunca todo es color de rosa.

Por más dinero,por más lujos y propiedades que tenga,a Victoria le faltaba algo. En la soledad de su enorme mansión Victoria se sentía vacía,quería una compañía y no una que le gritara que la odiaba y que era una horrible persona,como su nieta de once años.
Victoria quería a alguien que le de amor,necesitaba alguien a quien darle su amor,alguien quién esté con ella siempre,que la quiera y no por su dinero,sino por su corazón,que la conozca al punto de saber que no era lo que otros decían,una fría y horrible mujer.

Ella se había dado por vencida,su corazón era una piedra fría,quien todos veían de pie pero en realidad estaba tumbada en el piso,suplicando que alguien llene su vacío.

Al otro lado de la ciudad...

Ahí estaba ella,corriendo ya que como siempre estaba llegando tarde al trabajo.

-Emma,santo cielo ¿algún día llegarás a horario? -Reía su mejor amiga Rubi-.

-Es que el taxi no paró -decía la rubia agitada mientras se ponía su delantal y comenzar su trabajo-.

Emma Swan,una chica humilde clase baja,era un poco retraída,vivía en un pequeño departamento en los suburbios de Los Ángeles,trabajaba de lo que viniera,era mesera,cuidaba gente,paseaba perros,a lo largo de sus 32 años había hecho muchas cosas para sobrevivir en un lugar tan caro y difícil como Los Ángeles.
¿Por que no tiene una carrera? Eso lo sabremos luego.

Emma era una chica muy buena y con un corazón inmenso,a pesar de no tener mucho todo lo que tenía lo compartía con quienes tenían menos que ella.
Su sonrisa y su buenas vibras hacían que todo el mundo la ame.

-Ems esto es importante - le decía Rubi a la rubia mientras preparaba en una bandeja sushi- si trabajamos bien nos recomendaran para otros eventos,necesito pagar la renta o quedaré en la calle -contaba preocupada-.

-Eso no pasará,lo haremos bien -sonrió segura a su amiga antes de salir-.

Esta vez trabajaban de mozas en un evento de gente rica,Emma no entendía porque todos sus eventos eran tan ostentosos,no entendía que tenía de especial una estatua de hielo con la cara del anfitrión o la cara del anfitrión por todo el lugar,creía que tiraban en dinero en cosas innecesarias pero ¿quien era ella para juzgar? Más allá de eso,ellos tenían el dinero con el que ella solo podría soñar.