Engaño

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Vestir a Dongho Kang para aquella sesión de fotos además de muy profesional y llenar de prestigio su marca personal había estado fantástico. El chico era muy guapo y divertido, se sonrojaba con facilidad al halagarle y tenía una sonrisa hermosa y sincera, sus ojos claros reflejaban luces brillantes durante el photoshot de más de diez horas, en ningún momento se le vió con el ánimo abajo y al compartir contactos quedaron de verse algún día para tomar una copa siempre que sus agendas se lo permitieran. Dios o el diablo debieron estar de acuerdo cuando en dos semanas coincidieron en una gala y de ahí pasaron a una de las habitaciones del hotel para beber y charlar, despertando otro día entre las sábanas, desnudos y con claros rasgos de haber pasado la noche en la intimidad.

El placer del engaño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora