Marizza estaba pálida y demacrada. Hacía días que no salía de su cuarto. Sonia ya estaba preocupada porque apenas había probado bocado de lo que le había llevado.
"Ciela, la muerte de Mía nos ha impactado a todos y yo se que a ti más, mi vida, pero por favor, tenés que comer algo... te puedes enfermar, mi Ciela... Marizzita, por favor, abrí la puerta. Hablemos... " Decía Sonia azotando la puerta, mientras sostenía al mismo tiempo una bandeja con un plato de fruta, un vaso de jugo y un emparedado.
"Déjame sola, mamá, por favor." Dijo tajantemente Marizza.
Sonia conocía tan bien a su hija, que sabía que insistirle más sería en vano, así que resignada se fue.
Marizza sostenía entre sus manos, una foto de Mía que estaba empapada de sus lágrimas.
"Eras un ángel, sólo te hacían falta las alas, Mía." Decía mientras las lágrimas inundaban sus ojos.
Estaba tan triste y enojada por el destino de su amiga, que constantemente se laceraba con la idea de preguntar a Dios de por qué esas cosas tan trágicas le pasaban a la gente buena. No podía comprenderlo.
Hacía una semana desde que Pablo había llamado la última vez. Algo en su corazón le decía que él estaba distraído con alguien más. Ella estaba consciente que eso podría ser una posibilidad por su distanciamiento, en el fondo lo esperaba, pero aún así dolía y mucho.
"¿Pero qué es lo que pasa, Pablito, que no me llamas?".
Se levantó del piso, donde había estado ya buen rato llorando por Mía, y se sentó en su cama mientras tomaba la laptop de la mesita. Abrió el aparato y mientras buscaba artículos por internet que hablaran de Pablo, encontró sin querer una nota que hablaba de su nueva novia. Y junto al artículo una foto de él junto a una preciosa chica, que era una reconocida actriz.
"Pablo Bustamante, el artista revelación que está triunfando en el mundo de la música, comenzará a rodar próximamente su primera telenovela. Se rumora que compartirá créditos con la que presuntamente es su nueva novia, la bella actriz...", Dejó de leer al quedar helada por la noticia. Su corazón lo presentía, algo no andaba bien con Pablo y por fin lo había confirmado.
"No puede ser..." se dijo entre dientes.
Por un momento se sintió culpable. Pablo le había pedido que se fuera con él a recorrer el mundo en la gira que una disquera le ofreció. Pero recién había fallecido Mía por ese tiempo y no quería dejar solo a Manuel y a su hija, por eso no aceptó aquella propuesta.
La idea de alejarse de la hijita de Mía le rompía el corazón, sentía que era su deber, como hermana del corazón, estar pendiente de ella por el resto de su vida. Además Manu también estaba destrozado y ella era la única que le levantaba el ánimo. Fingía ser fuerte por él, aunque a solas se ahogaba en la tristeza.
Era una parte de su vida en la que no sabía que hacer.
***
"¿¡Pero que has hecho, Marizzita!?" Exclamó Sonia al sorprenderla en el baño mientras se rapaba su cabeza.
"¡Dejá el drama! Sólo me estoy cambiando el peinado. No es para tanto..."
"¿¡Qué no es para tanto!? ¡Pero esto no es solo un corte! ¡Esto es un atentado a la cabellera!... Ciela, pensé que las facetas de los peinados extravagantes ya habían pasado, ¡pero esto es el colmo de los colmos!"
"Ya... Pará con tu drama, por favor."
Sonia salió del baño armando un gran alboroto por la impresión que le causó ver a su hija totalmente calva.
"¿Pero qué es lo que pasa, mi vida?", dijo Franco al asomarse, después de oír los gritos de Sonia.
"¡Es Marizza! ¡Qué se ha rapado la cabeza con tu máquina de afeitar!"
"Pero, mi vida, de qué te asombrás si ya la conocés. Así es tu hija"
"¡Pero esta vez ha ido demasiado lejos! ¿Cómo se hizo eso?"
"Déjala, ya no es una chiquilla, ya sabe lo que hace, por favor."
"Mi vieja siempre haciendo un alboroto hasta por algo tan insignificante", dijo Marizza mientras cerraba la puerta del baño.
"¿Ves a lo que me refiero?", le dijo Sonia a Franco señalando la cabeza calva de Marizza.
"Pero te ves bien, muy de tu estilo", dijo Franco, con expresión de aprobación.
"Ves, mamá, que sos la única que no le parece ni nuevo look..."
"¿Pero por qué le decís eso a Marizzita, querido?", reclamó Sonia a Franco.
"Mi vida, pero si ella quiere lucir así, ¿qué podemos hacer?...", contestó él.
"Mejor me voy antes de seguir escuchando este drama", dijo Marizza dirigiéndose a la puerta.
"¿A dónde vas, Marizzita?"
"Quedé de verme con Manuel y Candela. Nos vemos luego."
"¿Pero no vas ayudarme a acomodar todo en la boutique, hoy? Me lo prometiste. La fecha de la inauguración se está acercando y necesito comenzar a arreglar todo."
"Lo olvidé. Discúlpame. Pero te ayudo mañana, ¿sí?"
"Esta bien. Ten cuidado, mi ciela. No vayas a regresar muy tarde, eh."
"Mamá, ya no soy una nena. Se cuidarme sola."
"Lo se, pero para mí siempre serás mi bebé. Así que te aguantas. "
"Mamá... ", dijo Marizza, conmovida.
Sonia corrió a abrazarla. Marizza correspondió cerrando los ojos, con expresión de ternura.
"Me alegra ver que ya estás mejor. Te ves repuesta y hacía tiempo que no te veía así. Yo sé que todo lo que pasó fue doloroso e inevitable. Pero no te enfoqués en lo triste si no recordá los momentos felices que viviste con ella, ¿Sí? Yo sé que toda esta tristeza es por su ausencia y no porque tengas la conciencia intranquila. Nuestra adorada Mía fue feliz hasta el último momento. Todos estuvimos muy unidos a su lado, como la familia que somos y se que vos estuviste para ella hasta para las cosas más pequeñas... La cuidaste bien en sus últimos días y ella se fue tranquila sabiendo que estás para su hija."
"Gracias mamá... Sos la mejor del mundo"
***
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La Rebelde
FanfictionLa vida de Marizza Pía Andrade, mejor conocida como Marizza Pía Spirito, después de graduarse del Elite Way School. Algunos detalles de su vida adulta. Esta historia es una continuidad alterna, tomando de referencia la película 4 Caminos, con la cua...