Emprendiendo el vuelo.

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Mientras Marizza empacaba sus cosas, Benito la observaba, sentado en la cama, con una sonrisa de complicidad.

"No puedo creer que te hayas rapado la cabeza."

"¿Qué no te gusta? Tuve ganas de hacerlo y lo hice."

"No he dicho que no me gusta, es más te queda bien, eh. Lo que a mí me preocupa son los looks de la gira."

"Querido, para eso existen las pelucas y tenemos muchas posibilidades. Es más, en cada concierto podría tener una apariencia nueva."

"¡Eres una genia!"

"Por su puesto, querido. Pero en realidad eso fue idea de Luján. Hablé ayer con ella por chat."

"Ya está entonces, así lo haremos. Esa chica tiene muy buenas ideas, eh. La vi pocas veces antes que se fuera a recorrer el mundo, pero me agradó mucho."

"Sí. Marcos y ella se fueron de vagos por el mundo. En estos momentos están viviendo en una camioneta rentada allá en Indonesia. Ella es una youtuber famosa que sube videos compartiendo sus aventuras de cada país que visitan. Marcos la apoya en eso, y tienen también un negocio muy bueno por internet. Así que viven bien. Es feliz y yo soy feliz por ella."

"De verdad me alegro por esa chica. Es muy buena... a pesar de todo lo que sufrió de niña se enfocó en ser feliz."

Mientras Marizza escogía unas camisas de su gaveta. Benito sacó de su portafolio un paquete envuelto en papel color rosa. Y dijo:

"Sabes, creo que ya es hora para entregarte esto..."

Marizza volteó rápidamente con expresión de asombro.

Benito le entregó el paquete, mientras seguía diciendo:

"Antes de irse, Mía me pidió que te entregara esto ya cuando su ausencia estuviera un poco superada... y la verdad que con vos pasó más tiempo del que ella y yo imaginamos."

"¿Mía me dejó esto?"

"Sí. Y yo se que te va extrañar porque lo más lógico era que Manuel te lo entregara, pero Mía no tuvo valor de pedirle a él este favor porque estaba muy sensible en ese tiempo. Así que me lo pidió a mí explicándome sus razones."

"No lo puedo creer...", dijo Marizza con los ojos inundados.

"Te dejaré sola para que puedas dedicarle el tiempo y la privacidad que merece este paquete. Nos comunicamos mañana para ponernos de acuerdo con lo del viaje." Dijo Benito dándole un fuerte abrazo, luego delicadamente secó con su dedo pulgar la lágrima que caía de aquella carita de niña y sin decir más se marchó.

Marizza aún no podía creer que eso estuviera pasando. Se tomó un tiempo para apreciar aquella envoltura tan prolijamente hecha, con papel rosa aromatizado y el delicado y gracioso moño adornándolo. Definitivamente algo tan simple llevado al nivel de glamour que solo Mía le podía dar hasta las cosas más comunes.

Con mucho cuidado desató el moño y retiró el papel. Su sorpresa fue grande al ver que era la libreta donde Mía escribía su poesía y las letras para las canciones de su antigua banda, junto a una fotografía de ellas dos.

Abrió la tapa de la libreta y una página había sido intencionalmente colocada al principio pegada solo con poco de cinta transparente. Era una carta de Mía para ella, y con la voz entrecortada comenzó a leer:

"Mi adorada y amada Marizza,

Quiero pedirte ante todo que no estés triste por mí, mi sufrimiento ya terminó y estaré contigo siempre, en tanto no me olvides. Así que si estás triste ya no lo estés, por favor, no quiero ser la causa de tu infelicidad porque vos fuiste felicidad para mí.

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