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Rubén estaba exhausto. Había hecho todo lo posible durante cuatro días por conseguir una caña de pescar (gracias a las ramas de los árboles y al hilo que soltaban las arañas por el día) y poder obtener una montura, también se había esforzado en domar a aquel caballo salvaje que ,con su escandaloso trote, los despertó la primera noche que pasaron en la playa, además de juntar la comida necesaria para el viaje hacia su hogar y encontrar agua potable. De paso, igual logró armar un arco con un poco de esfuerzo.

Auron, a pesar de no poder caminar, también hizo mucho para la operación " 'Amonos a casa" . Él se dispuso a escarbar entre la grava para encontrar pedernales y a recolectar plumas que los pájaros costeros dejaban caer al suelo. Juntó palos para poder convertir sus materiales en flechas con las cuales podrían hacer frente a los peligros que los acechaban en la noche. También hacía las fogatas para no morir de frío al ocultarse el sol y asaba los pescados que su compañero conseguía. Se había empeñado en crear una bolsa hecha de las largas hojas de las palmeras que Rubén le conseguía para cargar con todo en la espalda del caballo y, gracias a los Dioses o a su memoria, logró darse cuenta del lugar en el que estaban y cómo seguramente podrían volver.

Se habían vuelto un buen dúo.

El 17 de febrero fue cuando partieron, ambos arriba de “Perdigon” quién con sus cuatro patas iba a gran velocidad. Ninguno de los dos se rendiría hasta llegar a Karmaland y poder ver a sus colegas y amores una vez más.

Sólo una vez más era lo que anhelaban.

El viaje sería, según los cálculos de Auron, de cuatro días si no paraban desde la mañana hasta los primeros indicios de la noche más que para cortos descansos o meriendas. El primer día fue de maravilla, sin demasiadas preocupaciones ni problemas.

¿Sería así el resto del viaje?, Quizás.

★★★★★

Ví en los vídeos que tenía en una lista toda rara de reproducción de YouTube y me encontré uno de Karmaland 3.

Efe por Perdigón, ya no es un campeón.

Este capítulo es más que nada para no dejar el hueco de ¿Y cómo estos weyes pudieron llegar?... Pues ahí está.

Gracias por leer, no te imaginas cuánto agradezco que lo hagas. También cuando votas o comentas.

Te mereces el cielo ❤️

Cuidese, alma hermosa.

❄️N I E V E S❄️. 2da Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora