Dorado [[Stony]]

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Capitulo 2: Chevalier galant

—¿estas demente Rogers?—habló el ex militar, corriendo tras el rubio que cada vez estaba más y más convencido de que lo que pensaba era correcto.

Y allí te vi.

Me había adentrado al circo en la mañana, seis de la mañana... Era gracioso porque no había nadie y parecía tener vida.

Tal vez se la dabas tú.

Un nudo se formó en mi estómago al verte allí, balanceando te, riendo te y tirándote hacia atrás sin miedo a caerte desde tanta distancia del suelo.

Parecías un ave, ¿te sentiste libre allí?, ¿te sentías feliz?.

Jamás pude entender porque tu fascinación hacía las alturas.

Me tapé los ojos y grité al verte caer al vacío sin miedo, ¿cómo no podías tener miedo a morir?.

¿Siempre fuiste así de valiente?

—¿si sabe que no puede estar aquí verdad? —saliste de la red con una sonrisa y bastante neutralidad.

—yo... Vengo a hablar con el dueño del circo —te volteas te dándome la espalda y sonriendo.

—¿se podria saber para que?, soy un hombre muy curioso—habló el castaño y el rubio se trago su saliva.

El hombre no era un hombre alto e intimidan te como normalmente uno se imaginaba aún dueño de un circo.

El más bien se veía como un hombre joven, un niño de 23 años.

—si mire... Verá yo—el castaño se echaba polvo blanco en sus manos y las palmeaba salpicando un poco.

—me he enamorado de una de sus trabajadoras—el castaño comenzó a escalar un pilar que llegaba hasta la cúspide de la carpa.

—oh... Esa debe ser mi querida Sharon—habló el castaño y el azabache apuntó el trasero del castaño.

—¿viste su trasero?, tiene más que tu Steve... Yo que tu me preocupo—habló Bucky y el rubio le golpeó con el codo.

—es una mujer hermosa, con cara angelical —el suspiró enamorado que soltó el rubio hizo sonreír al castaño.

—si... Esa es mi niña—habló mirándolo desde las alturas—¿Quieres casarte con ella no es cierto?, te seré honesto —habló el castaño llegando a una base, estirandose para alcanzar los columpios —no eres el primero que intenta enamorar a mi pequeña, la he visto ilusionarse y luego dejar de sonreír por culpa de hombres como tú... ¿Como sabré yo que no eres como ellos?, ¿que no eres de esos que se enamoran y luego se marchan?—

Miró con firmeza al castaño que comenzaba a balancearse de pies en esos columpios donde Peggy solía hacer sus piruetas.

El azabache miraba a la nada, se sentaba y esperaba aburrido a que terminara la charla del chico con su mejor amigo.

—por qué es mi palabra, la palabra de un militar—el castaño se dejó caer de espaldas a las redes, sintiendo la adrenalina en su cuerpo.

—bien—habló el castaño rebotando en la maya, mirando ahora al soldado de ojos azules y cabello rubio.

—hagamos un trato soldado—habló—si usted me demuestra que merece a mi querida Sharon, yo les doy mi autoridad para casarse... Para comenzar debe enamorar la, ¿que se cree?, ¿que voy a obligar a una niña a que se case con usted? —habló Tony —segundo quiero que me muestre a mi como la va a conquistar, ya sabe me quiero evitar que la ande cortejando de manera vulgar... Así que todo lo que va a hacer primero me lo va a mostrar a mi, ¿entendido soldado? —

El soldado se quedó estático sin entender bastante el porqué debía de mostrarle sus tácticas de conquistas al castaño.

—¿entendido? —estiró su mano, estrechando la con el castaño que poseía en su rostro una sonrisa divertida.

Esos ojos marrones profundos e intensos.

Esos cabellos rebeldes que se mezclaban al compás del viento.

—entendido—

Tenía los días contados, dos semanas y nada más.

Con esos días podía enamorar a Sharon y pedirle matrimonio.

Para así poder cumplir algo en su vida, una familia tal vez.

N/A

Miren la foto :D la saque yo.

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