SeokJin. 7

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A veces todo solía parecerme muy normal, pero mis nervios comenzaban a aparecer cuando recordaba que yo no tendría que estar en esa casa, ¿o tal vez sí?

Al despertar por las mañanas, mis ojos aún estaban cansados por el poco descanso que les daba, no suelo dormir mucho. Odiaba dormir, creo. Me gusta pensar demasiado por las noches, es como un momento donde uno puede pensar y cuestionarse cualquier cosa que quisiera. Era divertido, hasta cierto punto.

La luz blanca que entraba por la ventana de la habitación terminó de despertarme, suspire rendido cuando me di cuenta de la cantidad de horas que había descansado. Mi primer vistazo de la habitación capto a NamJoon sonriendole feliz al celular mientras parecía estar buscando algo.

—Tal vez si quitaras tus ojos del celular..

—Oh, SeokJin, —Pegó un pequeño saltito y sonrió de nuevo. A veces solía preguntarme si Nam también estaba triste de vez en cuando, si estaba enojado, realmente feliz, o fastidiado, pero nunca lo dice, nunca lo demuestra, siempre parece el mismo. —¿has visto mi chaqueta? Afuera está un poco fresco y-

—Ah, la vi junto a tu silla. —Nam hizo una "o" con la boca y se encaminó al lugar indicado, encontrando lo que buscaba de inmediato.

—Gracias.

—Sí.. —Intente formar una sonrisa. Todo era muy aburrido cuando Nam no estaba, cuando él se iba, cuando regresaba, cuando debía escoger una película por mi mismo, todo era igual a siempre, ¿sería muy mala idea si...? —¿Puedo ir contigo a la escuela?

—¿Oh? —Si expresión era un poema, sus ojos dieron vueltas por toda la habitación y asintió casi encogiendose de hombros. —Claro.. Me parece perfecto. —Sonrió. ¿Realmente te parece perfecto?

Nam se dirigió a mi con rapidez, me inmute un poco por su acercamiento tan repetino, pero su sonrisa me dio algo de tranquilidad, causando el mismo efecto en mi. Acomodó mi cabello con delicadeza, como si fuera demasiado frágil; hizo lo mismo con mi ropa y sonrió como desenlace.

—Bien, estás listo, ¿quieres comer algo antes de irnos? —Negué. —De acuerdo.. De todos modos en la escuela hay una cafetería, si llegaras a tener hambre puedo comprarte algo de ahí.

—Gracias, pero creo que no hará falta.

—Da igual, tomanlo en cuenta. —Asentí un poco más confiado. La timidez comenzaba a desvanecerse lentamente, convivir con NamJoon no era tan malo como alguna vez pensé.


El Sol de la mañana era tan relajante y suave, podía sentir el calor bañandome los brazos. Miré alrededor, intentando memorizar aquella sensación de emoción y sorpresa. El diseño de aquellas casas era similar a la de Nam; los colores cálidos eran comunes en todas ellas, menos en la de NamJoon. Por alguna razón, el ambiente frío en el exterior de el hogar de Joon era refrescante, como un respiro demasiado necesario.

La caminata era larga y serena, no parecía que hubiera algún tipo de apuro y el silencio era latente y duradero. NamJoon suspiro en respuesta.

—¿Es incómodo? —Pregunté, notando como sus hombros se tensaban y las comisuras de sus labios comenzaban a formar una sonrisa. Suspiró por segunda vez.

—Para nada.. —Sus ojos viajaron por el cielo. —Me gusta mantener el silencio, es refrescante, ¿no crees? —Asentí, incluso si su mirada no estaba en mi.

❝		 Delirio		❞ -namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora