CAPÍTULO 24

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-Hijo de puta.- borboteó ByeongHo. Abrió los ojos; le había dado en el pecho, y la sangre empapaba su camisa formando una mancha negruzca que crecía con rapidez. El alfa tanteaba con desesperación su propia pistola, y lo invadió el pánico.

«No. El bebé»

Se agachó con rapidez para recoger la pistola que descansaba en sus pies. El mareo lo golpeó como una ráfaga de aire seco y fuerte, y tuvo que apoyarse en las palmas de las manos, tambaleándose. La respiración gorgoteante de ByeongHo le estaba destrozando los nervios. Se esforzó un poco más, no podía rendirse, no podía arriesgarse...

Agarró la pistola con torpeza. Parpadeó, intentando concentrarse.

«Otra carga. Vamos, otra carga y el gatillo...»

Gimió al levantarse despacio, trabajosamente, pero plantó los pies en el suelo y lo apuntó de nuevo con la pistola con las manos temblorosas.

Para entonces ByeongHo ya había levantado su propia pistola de nuevo, en una mano ensangrentada y ligeramente más titubeante.

«Dispara, vamos, dispara otra vez, dispara, dispara»

-Si me pasa algo, el maletín acabará en la policía.- repitió, intentando sonar firme, y vio la sombra de la duda en sus ojos un segundo antes de que empuñase el arma de nuevo.

TaeHyung temblaba como una hoja; tenía que disparar ya, tenía que acabar con todo...

No era capaz. Los gruesos guantes le entorpecían las manos, y aun así tenía los dedos entumecidos por el frío. No podía quitárselos o llenaría la pistola de huellas, pero el tejido de los guantes resbalaba sobre el metal y le quitaba movilidad.

ByeongHo intentó decir algo; el gorgoteo de su voz le resultó tan repulsivo que temió vomitar. No entendió una palabra, pero de alguna forma su tono bastó para horrorizarlo más que la más terrible de las amenazas. A esas alturas, no necesitaba las palabras exactas de ByeongHo para comprender la amenaza que había en ellas. Intuía el peligro como un perro bien adiestrado.

«Ha dicho algo de JongSu»

Un leve movimiento de su brazo bastó para hacerlo entrar en pánico. TaeHyung extendió el brazo y disparó por segunda vez. El burbujeo de su voz cesó y se hizo el silencio; sintió un dolor penetrante en el brazo que sostenía la pistola, y sus ojos se llenaron de lágrimas al contemplar el cuerpo inmóvil del alfa dentro del coche, todavía sosteniendo la pistola. Aún sangraba, tanto por el primer disparo como el segundo, que le había acertado bajo la primera bala. Las gotas negruzcas le empapaban la camisa blanca y resbalaban por su costado, y empezaban a llegar a la tapicería del coche. Era extraño y siniestro verlo, quieto y pálido, desmadejado sobre el asiento en una posición antinatural, con los ojos fijos y abiertos, todavía clavados en él.

TaeHyung debería cerrar la puerta, o al menos eso habría creído si tuviese fuerzas para pensar en algo. De momento, todavía tenía que asimilar el cuerpo inerte del alfa que lo observaba torvamente desde el coche. Le picaban las manos; en su plan tenía que disparar tres veces, para asegurarse, pero ya sabía que no sería capaz. ¿Debería disparar una última vez? ¿Estaba ya muerto o sólo era un truco?

-¿B-ByeongHo?- murmuró, trémulo. Su voz parecía la de otra persona, y sonaba extraña y fuera de lugar entre aquel silencio inmenso. Dio un paso adelante hacia él -¿ByeongHo...?-

Él no se movió.

TaeHyung cargó la pistola por última vez. Se frotó los ojos para secarse las lágrimas que no le dejaban ver con claridad.

-ByeongHo.-susurró, sin aire. Levantó la pistola, pero al intentar apuntarlo el dolor en su hombro volvió, punzante. No iba a ser capaz, no iba a hacerlo...

VOLVER A VERTE - Omegaverse - HopeV (Vhope- VOPE) @PatySeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora