2. Oso Oso Mentiroso

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Habían pasado dos años desde la boda de Sunshine y Dean, ambos lucían felices y enamorados, Gulf no podía estar más feliz por ellos.

El joven de cabello negro y ojos del mismo color iba de camino al complejo de apartamentos en donde viven sus amigos, los esposos estaban de vacaciones por lo que Sunshine pidió a Gulf cuidar de su apartamento y de los peces que tienen por mascotas durante su ausencia, la cual consistía en solamente una semana.

"Vamos a visitar a tus primos." Gulf rió ante su comentario. Él hablaba con su perrita quien lo acompañaba a la mayoría de lugares a donde esté fuera y ella le escuchaba atentamente. "Me gustaría que pudieran jugar contigo, pero estoy seguro que morirían si los saco del agua." Sonrió.

Gulf continuó su marcha adentrándose al complejo de apartamentos deteniéndose únicamente para identificarse con la persona que se encontraba en la recepción. Continuó su camino mientras se sentía el hombre más increíble del mundo debido a la música que sonaba por los auriculares que llevaba puestos.

Por otro lado Mew se encontraba caminando de regreso a su apartamento acompañado de su pequeño Pomeranian llamado Chopper, cuando visualizó una figura alta y delgada quien caminaba al lado de un perro de talla mediana. ¿Qué acaso no sabía que no se podían tener perros grandes en este complejo?

"¡Hey!" Dijo Mew tratando de llamar la atención del muchacho, pero no obtuvo respuesta. "¡Hey!" Mew volvió a repetir para llamar su atención, pero no tuvo éxito alguno.

Ugh tiene auriculares puestos. Mew pensó mientras lo veía intentar abrir la puerta del cual asumió sería su apartamento.

"No puedes tener perros en este complejo." Le dijo en un tono de voz alto, realmente no era su problema si esta persona sabía o no las reglas del lugar donde habitaba, pero Mew ha estado de mal humor últimamente y cualquier cosa por más mínima que fuera simplemente lo hacia enojar.

"¿Mmm? ¡Ah, Hola!" El chico por fin pareció notarlo, este sonrió con simpatía mientras se quitaba los auriculares y lo veía con confusión.

"No puedes tener perros en este lugar." Dijo Mew con el ceño fruncido.

"Pero... tú tienes uno." Dijo Gulf con simpleza mientras señalaba al Pomeranian.

"Quiero decir..." Mew aclaro su garganta. "Perros grandes."

"No sabía, y de todas formas yo no vivo aquí." Gulf aclaro. "Si me permites..." Dijo abriendo la puerta. "Tengo unos peces que alimentar." Acto seguido entró al apartamento y cerró la puerta detrás de él.

Mew no podía creer lo maleducado que este había sido, le cerró la puerta en la cara, bueno, no era como que este hubiera azotado la puerta o le haya respondido de mala gana, pero es que nadie dejaba a Mew Suppasit con la palabra en la boca parado en medio del pasillo, así que tocó la puerta.

"¿Si?... Ahhh eres tú." El muchacho dijo sonriendo. "¿Necesitas algo o eres de ese tipo de vecinos entrometidos?" Alzó una ceja con sonrisa burlona.

Gulf sonreía de manera amable, pero con algo de burla en el rostro hacia el hombre que se encontraba al otro lado de la puerta. Curiosamente se le hacía familiar el rostro de este chico o quizás solo tenía un rostro común.

Mew estaban a punto de hablar cuando Gulf lo interrumpió.

"¿Nos conocemos?" Dijo mientras se acercaba al rostro de Mew.

Demasiado cerca para el gusto del mayor.

"No lo creo." Respondió Mew.

"Me parece que sí." Dijo Gulf con seguridad.

"A mi me parece que no." Gulf ya estaba acabando con su paciencia. "Si no vives aquí ¿Qué haces acá?" El tono que Mew usaba no era para nada amistoso.

"¿Por qué estás tan de mal humor?" Gulf le dijo mientras entrecerraba los ojos y con el dedo índice tocaba la frente del otro haciéndole notar el ceño fruncido.

"¿Qué- Qué estás haciendo?" Mew se alejó un poco del tacto del joven frente a él.

"Te he visto en algún lugar, puedo jurarlo." Gulf estaba seguro de había visto a este chico en algún lugar, pero no podía recordar donde.

Mew estaba poniéndose nervioso, no había sido buena idea querer discutir con este hombre, que parecía ser más joven qué él, pero por alguna extraña razón quiso verlo más de cerca, lo cual lo llevó a tocar la puerta.

"¡LA BODA!" Gulf chasqueó los dedos y soltó un grito algo agudo.

Mew frunció el ceño una vez más y lo vio expectante, no sabía de que estaba hablado. ¿Puede que él haya presenciado aquel fatídico día?

No, no, no. Eso no era posible.

"Te vi en la boda." Gulf estaba orgulloso de si mismo por haber recordado aquel rostro. "Te gustan las bodas." Chasqueó la lengua mientras aplaudía en victoria.

"Yo no te conozco." Mew dijo alejándose de la puerta.

"Me llamó Gulf Kanawut y platicamos hace dos años en una boda." Sonrió amplio. "Eres el chico al cual le gustan las bodas." Volvió a repetir. "Fue hace tanto, pero jamás podría olvidar tu rostro." Esto hizo que Mew se sonrojara un poco. "Yo nunca olvidó un rostro, señor." Gulf volvió a sonreír.

"Odio las bodas." Mew se apresuró a decir. "Las detesto."

"Oso oso mentiroso." Gulf le dijo en tono infantil y acusador.

"¿Qué?" Mew estaba confundido.

"Estas mintiendo." Explicó Gulf.

"Tú no me conoces." Dijo Mew aún más molesto de lo que ya estaba.

"Pero parecía que estabas encantado con la palabra matrimonio y eso." Gulf gesticuló con ambas manos.

Mew por fin pudo recordar a aquel muchacho. Sí, él había hablado con el chico más alto hace un par de años atrás. No quería recordar ese día. Dió media vuelta para caminar a su apartamento huyendo de la mirada sorprendida de ¿Gulf? Sí, Gulf, ese era su nombre.

"Oye ¿A dónde vas?" Gulf estaba confundido. Realmente este chico le parecía bastante extraño, primero quería discutir con él sobre porque no debía tener perros grandes en el complejo de apartamentos y luego se va porque Gulf pudo recordar de donde lo conocía sin mencionar su primer encuentro.

Gulf procedió a cerrar la puerta mientras observaba a Moon, su perrita, quien se encontraba acostada en el suelo observándolo.

"Es tan extraño." Dijo Gulf mientras se acercaba a la pecera grande que estaba al fondo de la sala de estar para poder alimentar a los peces, la escena anterior le recordó tanto a la primera vez que se habían visto, preguntas sorpresivas y comportamiento extraño por parte del castaño.

Mew estaba agitado cuando llegó a su apartamento, no quería recordar aquel día tan trágico para él, se había dicho cientos de veces que eso había sucedió hace ya mucho tiempo y que debía olvidar, pero aún le amargaba la existencia, tan sólo escuchar la palabra boda le daba nauseas.

Abrazó a Chopper mientras intentaba calmar su respiración. Maldito Gulf, había removido recuerdos que tenía enterrados en lo más profundo de su ser.

Quizás la única cosa buena que le había sucedió ese día había sido la pequeña conversación que había compartido con el menor, pero esas son cosas que Mew jamás dejara que nadie más sepa.

✨ Beautiful Lovely Boy: It was always you • MewGulf • ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora