Capítulo único.

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[...]

Podía sentir las manos del chico recorrer sus piernas con suavidad, ella sujetaba con fuerza la camisa blanca que tendía a usar, tratando con todas sus fuerzas no soltar los suspiros que de su boca querían salir. Tembló bajo el toque delicado, había escuchado que las manos de un artista eran de ese modo, dedicadas, suaves y se movían a pasos rítmicos que bien podía ser confundido con una canción.

Regreso a la realidad al ver la sonrisa llena de amor y lujuria de su pareja, tenerlo encima de ella de esa manera tan dominante hizo que el cuerpo de la peli naranja entrará en una especie de ebullición.Las manos del peli negro subieron a su camisa, desabotando muy lentamente la prenda, casi de manera cruel. Cerró un poco los ojos al ver como Ray bajaba la cabeza depositando pequeños besos encima de su pecho, comenzando un recorrido que acabo hasta llegar a su cuello. La respiración del muchacho junto a las mordidas, le elevaron la temperatura a niveles que nunca antes había sentido, no pudo evitar jadear.

-Ray...- Su voz estaba tan entrecortada, las emociones se estaban desbordando, estaba tan nerviosa, tan ansiosa, aunque no le gustará mucha la palabra, tenía que admitir que estaba excitada.

El peli negro dejo su trabajo anterior para poder besarla en la boca, los labios de Emma ya estaban ligeramente abiertos por lo que no fue ningún problema poder acceder con total libertad en ella. Entre pequeños gemidos que los dos dejaban salir, sus lenguas chocaban de vez en cuando, Ray acercó el cuerpo de los dos aun más, como si estuviera tratando de fusionarse en un solo ser.

Así es como acababa ese sueño tan particular que estaba teniendo, bueno, en ocasiones llegaban un poco más adelante, donde ella estaría semi desnuda o viceversa, el que casi no llevaba prendas era su novio. Se abochornaba horrible al recordar la manera en la que quería estar con Ray, a veces se justificaba diciendo que era normal. Los dos tenían varios años saliendo, desde que tenían quince para ser exactos, ahora estaban en la universidad con casi veinte años ¿Se le podía culpar?

Por supuesto que habían compartido caricias y besos, cuando inició su noviazgo ella se encargaba de mimarlo lo más que podía, había ocasiones en las que el peli negro se animaba a hacer algunos avances, de hecho él fue el primero en tomar su mano. Aunque no quisiera admitirlo, su relación empezó en el tipo "manitas sudadas" y con todo eso, en cinco años jamás habían cruzado la línea de caricias, en pocas palabras los dos seguían vírgenes.

Emma ni siquiera había pensado en eso hasta que todas sus amigas empezaron a contarle sobre "su primera vez", todas buscaban consejos de ella para que les explicará cosas que ni ella misma sabía que existían. Al parecer por tener novio, suponían que ya lo había hecho.

Aun así, no le prestó atención, ella creía firmemente que su momento adecuado llegaría, cada pareja iba a su ritmo así que no porque todos ya lo estuvieran haciendo, ella correría a violar a su novio. Esperaría el momento adecuado, para ella y para él.

Claro que no contaba que un año después estaría teniendo sueños vergonzosos, tampoco que serían tan recurrentes. Todo había sido culpa de Don, en su visita a los baños termales decidió entrar al mixto, donde empujo a Ray sobre ella, sentir la piel desnuda de su novio contra la suya le había hecho despertar algo que no sabía que tenía. Ver el bochorno de Ray, le mando una corriente eléctrica por toda su espina dorsal. Sin embargo, el azabache de inmediato se alejó, correteando al moreno.

Estaba tan jodida.

−Hola.− Justo en quien estaba pensando, se sentó a un lado de ella, las imágenes de sus sueños le pegaron con fuerza, obligándola a separarse del chico. −¿Eh? ¿Hice algo malo?

°Benditas sean las orejas de conejo° /RayxEmma/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora