Deja la pluma recargada en el cuadernillo que se encuentra en la mesa frente a él y estira su cuerpo de un lado a otro, de delante hacia atrás, escucha como sus huesos resuenan y como no van hacerlo si lleva sentado más tiempo del que su cuerpo puede aguantar, pero no se arrepiente, con un suspiro se inclina para observar lo que había escrito y suelta una suve queja despues de metalmente comparar su forma de escribir con la de ella, esta mas que claro quien de los dos se dedicaba al ámbito de la escritura, pero reconoce que no ha estado tan mal.
Han pasado un par de meses desde que ella misma le confesaba que estaba escribiendo su historia, en un principio él se extraño puesto que en todas las conversaciones que habian tenido siempre terminaban con ella diciendo "No, no pienso escribir mi historia" , quien diria luego de años por fin había sucedió el milagro.
Desde ese día él quiso ayudarla de cualquier forma, ha decir verdad estuvo sobre ella cada vez que se sentaba en la pequeña mesa donde escribía y según ella, el no hacía nada más que estresarla, sabía que sus intenciones eran buenas por ello le dolía usar esas palabras con él, el pedirle que se fuera y la dejara escribir, pero luego de pasar más tiempo intentando escribir algo decente mientras escuchaba "recuerdas cuando" , "tu mamá dijo esto" , "ese día lo recuerdo" , eso y más hacían que el decirle largo fuera menos pesado.
Hasta él mismo sabía que en ese momento la molestaba pero no era su intención, y es que el recordar aquellos tiempos tanto buenos y malos le llenaban de alegría, debido a eso decidió dejarle su espacio, bueno casi, sólo la interrumpía para darle comida, agua o algo que necesitará como descansar, era más que sabido que cuando está chica comensaba picada una de sus grandes historias no paraba, antes cuando vivía sola podría pasar incluso hasta 4 días sentada escribiendo, aquello asustaba al pobre chico por ello prefirió encargarse de hacerla descansar como era y es debido.
Al principio solía llevarle un vaso de agua esa era su excusa para interrumpir sabia como se molestaba la chica cuando la interrumpía, ambos sabían que sólo era para que despegará sus mano de la tinta y el papel ademas todos sabemos que los vampiros no toman agua, por ende aquel vaso de agua era usado para alimentar a la pequeña planta del escritorio.
Por eso y más desde que se enteró que Layla viajaria a la ciudad por probiciones ya que ellos vivían en las afueras (porque él necesitaba un lugar verde para correr) cada cierto tiempo salían a la ciudad por cosas que le hacía falta, al principio Iván los dos juntos pero con el paso del tiempo y la gran popularidad que ganó Layla con sus libros se hizo más que obvio que la pobre chica no podía ir a la ciudad y menos cuando una multitud se le acercaba, ella podía controlar su sed pero era difícil cuando la tomaban por sorpresa, desde ese entonces él se había hecho cargo de ir a la ciudad y ella salía sólo cuando tenía asuntos que atender como firmas o problemas con la editorial, tal y como era el caso en esta ocasión.
La mañana del lunes había empezado como cualquier otra, sólo que en esta ocasión no fueron despertados por la alarma sino por el timbre del teléfono.
Fue así como ella tuvo que viajar a la ciudad por un problema con su próximo libro, dejándole sólo, se dedicó a limpiar su casa y reacomodar los libros de la biblioteca, fue ahí que vio en aquella vieja mesa el pequeño cuadernillo abierto con la pluma en medio, no lo dudo ni dos segundos cuando se encontraba leyendo su contenido para posteriormente continuar con los relatos.
Sabe perfectamente que a Layla no le gusta que alguien más de meta en sus escritos pero no pudo evitarlo, sólo rezaba porque ella no se enojada tanto con él.
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💜 Mar 💜
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La hija de Emmett y Rosalie Cullen (Crepúsculo)
Vampiros¿Que pasaria si despues de tantos años un par de vampiros logran cumplir su sueño con una bebé mortal?