XXVII

192 14 1
                                    

San Valentín...

Tanto Wow como yo estábamos deseando que llegase este día. En realidad no íbamos a hacer gran cosa: por la tarde íbamos a estar en su casa y cuando se hiciera más tarde, iríamos al cine y cenaríamos en algún lugar. Solos él y yo. Creo que eso era lo único que necesitaba, pasar tiempo a solas con mi chico.
Que para mí ya era el regalo perfecto.

-Wow: Cariño... —me abrazó por la espalda —Tengo unas ganas tremendas de hacerte el amor.

-____: Nene, se me han olvidado los condones... —dije preocupada.

-Wow: No pasa nada. No te voy a pegar el sida, te lo prometo.

-____: Bueno... Mira, hagamos esto —me di media vuelta para estar cara a cara con él. Subí los brazos a sus hombros, rodeando su cuello —. Lo podemos hacer sin condón... Pero porque yo confío mucho en ti y has sido bueno estos días.

-Wow: ¿Has visto? Me porto bien.

-____: Sí. Venga, te lo mereces.

-Wow: Oleee.

Juntamos nuestros labios. Como de costumbre, empezamos suave, lento, de manera más cariñosa... Bajé una mano por su cuerpo, llegando a tocar su entrepierna por encima de la ropa. Entonces el beso se tornó a algo más salvaje. Sus manos se metían por debajo de mi camiseta, tocando mi cuerpo, e incluso mi trasero. Paramos un momento el beso. Así, respirábamos agitados mientras nos quitábamos la ropa.
Con las manos en mi cintura, me dio media vuelta. Me llevó hacia la cama, y yo sola me subí en esta, con las piernas separadas pero con el culete en pompa. Quedaba a la altura perfecta. Mi trasero encajaba a la perfección con su ya erecto pene. Se frotaba contra mí, provocando una caliente y excitante reacción. Fácilmente introdujo su miembro. Con las manos en mi trasero, comenzó con el vaivén de sus caderas.

-Wow: Cariño, ¿cuándo me vas a dejar hacértelo por aquí? —paseó un dedito por el siempre susio.

-____: Eh... Otro día. Tú sigue.

-Wow: Jo...

-____: Venga, cariño —me moví de delante a atrás, siendo yo que la provocaba el choque de nuestros cuerpos —. Sigue...

Hice que se animara, creo. Como que se puso salvaje de repente. Me embestía fuerte, haciéndome gemir alto. Sin duda, jamás me lo había hecho tan bien, o de tal forma. Sentía tal placer que tuve la necesidad de sujetarme a las sábanas.
Él apretaba mi trasero, y me hizo recordar en el día que fuimos a dormir a casa de Donghun. Me pidió si me podía azotar cuando lo hiciésemos, a lo que negué en su momento, pero ahora... Ahora tenía ganas de que lo hiciera.

-____: Azotame... —le rogué.

Tal y como le pedí, golpeó fuerte mi trasero. Claro que me había hecho daño, pero yo creo que estaba lo suficiente cachonda como para disfrutar de que me pegasen en el trasero.

Dejó de penetrarme al instante. Pensé que se iba a correr, por eso paró. Pero no, no se corrió. Me di la vuelta, tomé su mano y tirando de ella, le obligué a subir a la cama. Me tumbé con las piernas abiertas, y él solito supo que debía hacer, y se puso encima de mí.

-Wow: Qué guapa estás hoy, cariño.

-____: Tú también estás muy guapa, venga.

-Wow: ¿Soy guapa?

-____: Mucho.

-Wow: Aaww...

Se acercó a besarme. Yo creo que Wow va todos los días emporrao.
Yo misma tomé su miembro y lo introduje de nuevo. Tenía muchas ganas de seguir. Comenzó de nuevo con las embestidas, empezando lento.

I Hate You | A.C.E Donde viven las historias. Descúbrelo ahora