I Hate You | A.C.E

XXVIII

Llevaba dos días sin ir a clases. Me quedé el lunes y el martes en casa diciéndole a papá y a mamá que no me encontraba bien.

Aún vivía en la mentira de no aceptar que podría estar embarazada. Me daba mucho apuro descubrir la posibilidad de que diera positivo. Pero no podía seguir así, necesitaba saber qué estaba pasando en mi cuerpo.

Por mucho miedo que me diera, fui a comprar un test de embarazo, y nada más volver a casa, me encerré en el baño para mearme encima del cacharro ese.

Cruzaba lo dedos, observando aquel alargado objeto que iba a acabar conmigo.

-____: De una a dos semanas... ¿Qué dices tú?

"Embarazada 1-2" ponía en la pantalla del test. Lo primero que hice fue coger el cacharro y tirarlo fuerte contra la pared. Levanté la cabeza, mirándome al espejo, me sentía tan ridícula... Tan culpable... Me tapé la cara con las manos, no quería verme llorar y sentirme más idiota.
Solo tenía una cosa clara, y es que yo no quería tener ese bebé, y no sabía cómo lo iba a hacer si no se lo contaba a mis padres.

-Papi: Cielo, ¿estás bien? —tocó a la puerta.

Hablando del rey de Roma... No sabía qué decir, así de repente temblaba por los nervios.

-____: S-sí...

-Papi: Abre la puerta, anda.

-____: Es que... Tengo diarrea.

-Papi: ____...

-____: Espera...

-Papi: No, espera no. Abre ya.

-____: Un segundo, por favor.

Papá se estaba enfadando, lo que faltaba. Ahora sí que tenía miedo de verdad.
Fui rápido a coger el test que había tirado al suelo y me lo guardé en el bolsillo, que con la sudadera que llevaba, me tapaba hasta por debajo del culo y así no se veía.

-Papi: Venga, ____. Estás tardando en abrir.

-____: Ya está, ya está —abrí la puerta.

-Papi: ¿Qué pasa? —echó un vistazo por el interior del cuarto de baño.

-____: Nada. No pasa nada.

-Papi: ¿Y por qué estás llorando?

-____: Por nada, he vomitado y se me han salido las lágrimas.

-Papi: He escuchado un golpe. ¿Te has hecho daño o algo?

-____: No...

-Papi: Venga, dime qué pasa.

-____: Nada, papá. ¿Me das un abracito?

-Papi: Sí... Pero algo habrá pasado, ¿no?

Rodeé su cuerpo con mis brazos, así él también me siguió el abrazo.

-Papi: Dímelo, ____. No te voy a dejar tranquila hasta que me lo cuentes.

-____: ¿Pero por qué crees que me pasa algo?