XXXIII

167 15 30
                                        

Ya me daba miedo entrar a clase. Era como una sensación de ansiedad, pero no me quedaba otra. Doblé la esquina de la puerta y entré al aula. Otro día más viendo la silla de Wow vacía. Él llevaba sin venir desde el martes, el día que decidió desaparecer por completo de mi vida. No soportaba ver su sitio vacío. Cada vez que me giraba, recordaba el doloroso momento de cuando le vi por última vez hace días.

Cada vez le echaba más de menos. Le tenía en mente a todas horas. En vez de olvidarme de él, como Wow pretendía, me hacía sufrir demasiado. Ahora es cuando más me daba cuenta de cuánto le quería y necesitaba.

Tenía tal obsesión por él, que me negaba a pasar un solo día más sin él a mi lado. Iba a ir a por él, y en ese mismo momento.

-Kwan: ____, ¿a dónde vas?

-____: No puedo más, Kwan. No me esperes, no voy a volver.

-Kwan: Pero...

Salí rápidamente de clase, antes de que viniera el profesor y me obligara a darme media vuelta. Bajé los dos pisos hasta llegar a la planta baja. Discretitamente aproveché que la puerta estaba semi abierta y salí corriendo del instituto. Estaba segura que la conserje me había visto, y parecía enfadada. Por eso corrí sin mirar atrás.

Estaba nerviosa, pero moría de ganas por ver a Wow, aunque creo que no le haría mucha gracia que le despertara tan pronto. ¿Reaccionaría bien o mal? ¿Él sentiría lo mismo que yo o ya se habría olvidado de mí? Tenía unas pocas esperanzas, creía que lo podía arreglar todo.

Llegué a la puerta de su casita. Las persianas estaban cerradas, obviamente estaban durmiendo. Me sabía mal despertar a la madre, que no tenía culpa de nada, pero... Pero tenía que hablar con mi chico y si le llamaba por teléfono, no me lo iba a coger, estaba segura.

Toqué con mi temblorosa mano el timbre de la casa. Ya lo había hecho, no había vuelta atrás.
Esperé y esperé... Y nadie abría, entonces volví a tocar. Insistí todas las veces necesarias, yo quería ver a Wow.

-Wow: Perdona, pero son las ocho... ¿____? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás en clase?

-____: Wow, escúchame —tomé su mano —. He venido a hablar contigo porque no puedo más. Quisiste irte de mi vida con el objetivo de "desintoxicarme", por así decirlo. Pero lo único que has hecho es hacerme sufrir, añorando cada segundo que pasaba a tu lado. Me da igual si fumas, si bebes, si te gusta hacerlo sin condón, si piensas que me estás haciendo daño... Yo que sé. Me da todo igual, porque sé que si estamos juntos en esto, podrás dejar hasta el más pesado vicio. El único daño que causas es el de enamorarme perdidamente, porque hasta el más mínimo detalle, la más mínima tontería que se te escape por la boca, me vuelve loca. Y con esto, las discusiones que hemos tenido, no sé tú, pero yo creo que hacen que cada día te quiera más. Amo cómo eres, amo tus errores, tus vicios, tus manías, tu forma de amar y de odiar... Te amo. Te amo a ti, no a un Wow personalizado a mis gustos. Te amo y te necesito, porque te juro que estoy perdiendo la cabeza por no tenerte conmigo. Por favor... —derramé una lagrimas —Por favor, quédate a mi lado.

-Wow: Joder, ____... —él también estaba a puntito de llorar —No sabes el infierno que es estar aquí encerrado intentando olvidar a la mujer de mi vida. Que hasta me iba a cambiar de instituto por dejarte tranquila.

-____: No...

-Wow: Pero todavía no he hecho nada, por suerte, porque no sabes cómo me hubiera arrepentido... Solo puedo decir que lo siento mucho... Siento haberte hecho sufrir tanto en vez de haberte dado el amor que te merecías. Pensé que lo mejor sería alejarme de ti para que pudieras olvidarme, pero ni yo mismo estaba asimilando lo que decía. Hasta hace unos segundos pensaba que era la persona más asquerosa del mundo, pero llegas tú y me haces sentir el hombre más afortunado del planeta. Y es que cómo he sido capaz de dejarte ir en vez de luchar por lo que amo, si sé que no hay nadie como tú. Por favor, ____, no sabes cómo te amo y te echo de menos. ¿Podemos volver a estar bien?

I Hate You | A.C.E Donde viven las historias. Descúbrelo ahora