#O1

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Changbin estaba harto de escuchar a media escuela hablar de Lee Yongbok y lo perfecto que este era, él no se creía una mierda. Años atrás el pecoso había sido víctima de bullying y de un día para otro desapareció de la faz del planeta para después volver dos años más tarde como por arte de magia pero eso no era lo más chocante para el pequeño Seo Changbin... Sino que el rubio actuaba como si todo lo que le hicieron no había sucedido nunca, era amable y atento con todos hasta con las personas que en un principio habían hecho de su vida una miseria. Sin embargo lo que nadie notaba, además de él, era el extraño brillo que se reflejaban en sus oscuros ojos; algo andaba mal con Lee Yongbok.

—¿No te parece extraño? —preguntó el bajito a su amigo Hwang Hyunjin.

—¿Qué cosa? —cuestionó confuso mientras bebía de su jugo.

—Lee Yongbok.

—Yo no veo nada de extraño en él, no sé a que te refieres. —le restó importancia y siguió consumiendo de las papas que había comprado en la máquina expendedora.

—Me parece raro que así nada más haya perdonado a sus maltratadores, que actúe como si no hubiese sufrido por las crueldades que le dijeron e hicieron. —contó mirando como desde lejos el Australiano reía y conversaba con Park Minhyuk, el chico que fue el creador de su infierno. Le parecía tan asqueroso y falso, le desagradaba demasiado.

—Creo que estás paranoico, simplemente Yongbok aprendió a perdonar y eso es bueno. Es muy admirable de su parte. —sonrió el alto y Changbin negó rendido, nadie nunca lo escuchaba.

La última clase del día pronto acabó y antes de salir por completo del instituto, Changbin se dirigió al baño para hacer sus necesidades; había tomado mucho jugo de uva junto a Hyunjin. Mientras meaba en uno de los cubículos, escuchó a alguien ingresar y lavar sus manos. No esperaba encontrarse con el mismísimo Lee Yongbok mirándose al espejo cuando saliera del cubículo pero ahí estaba, con su semblante serio y la mandíbula marcada por apretar sus dientes en signo de molestia. El rubio se dió cuenta de su presencia y automáticamente, como si fuera un maldito robot, cambió la expresión de su cara a una más suave y sonriente; si que ese chico daba miedo.

—Hola. —saludó amable el pecoso pero Seo lo ignoró rotundamente y prosiguió a lavarse las manos, el momento era muy incómodo. —vaya, se nota que en tu casa no te enseñaron buenos modales. —vocifero el Australiano.

—En realidad se me enseñó a ignorar a la gente desagradable. —dijo sacudiendo sus manos para retirar el agua sobrante que estas tenían.

—¿Soy desagradable para ti, Changbin? —preguntó enarcando una ceja y mirándolo interesado por su respuesta.

—La gente falsa me desagrada. —respondió sin más, causando una sonrisa en el rostro del más alto.

—¿Te parezco alguien falso?

Changbin no respondió, le regaló una sonrisa fingida y se fue. No era necesario que respondiera a esa última y estúpida pregunta porque Yongbok ya sabía la respuesta.

𝐖𝐇𝐀𝐓 𝐇𝐀𝐏𝐏𝐄𝐍𝐒 𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐍𝐆𝐁𝐎𝐊? ₊ changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora