Felicidad

Uno

Tus ojos rosas se mantienen atentos a la plataforma que se sitúa frente a ti. Siempre permaneces tan impávido y estoico que todas las gemas se asustan cada vez que notan tu presencia.

En algunos momentos ordenas a tu perla a traerte el desayuno, mayormente lo haces tú, pero sueles verte tan fatigado que no tienes otra opción que pedir un favor a tus sirvientas, a pesar de que no te gusta hacerlo.

Entonces, cuando todos abandonan la habitación, te resignas a mirarme con esos ojos que desestabilizan mis latidos. Es en ese momento exacto, cuando siento que levito, como si mi mente viajara a través del oscuro espacio, mientras busco la única luz que me ayudaría a encontrar el camino hacia ti, pero, al instante, me doy cuenta de que solo soy yo y las emociones incontrolables de mi cuerpo.

Luego me pregunto si realmente es posible que una gema pueda sentir esto, ¿lo es? Tal vez sí, o tal vez son solo los efectos secundarios de mi corrupción. ¿Cómo podría saberlo?

No puedo saber muchas cosas sobre ti, pero sí puedo decir que cada vez que siento tu mirada sobre mí, puedo sacar una conclusión: siempre tus ojos me miran con desprecio. Esa aversión que simplemente no puedo lograr entender. Siempre trato de averiguarlo, pero tú nunca me diriges una sola palabra. Me ignoras, me desdeñas y me haces sentir inútil. ¿Por qué no me utilizas?

¿Soy un estorbo para ti? Dímelo, porque necesito saberlo. De esa forma, sabré que todo esto es en vano.

Grítame.

Confiesa que no te sirvo. Confiesa lo que tu madre no dijo alguna vez, entonces sabré que siempre he tenido razón en que soy una gema inútil.

¿Por qué el universo siempre conspira en contra mío? A veces no logro entender por qué permanezco en tu habitación. Las Diamantes me dijeron que necesitas sonreír porque sueles estar de mal humor. Pensé, por un momento pensé que iba a ser fácil pero ahora sé que es imposible sacarte una sonrisa, Universe.

Y puedo decirlo cientos de veces, viéndote allí, mientras deslizas tus dedos con facilidad en la plataforma, acostumbrados a hacer lo mismo día tras día. Puedo notar que tus ojos piden un descanso, que, detrás de esa mirada que genera pavor, está un adolescente que suplica ayuda.

De repente, una alarma empieza a sonar en el salón. Descolocada, miro a mi alrededor, ajena a lo que está pasando. Luego, te miro y veo que suspiras cansado, recuestas tu espalda en ese sillón y cierras los ojos, mientras yo sigo expectante sobre lo que seguiría después.

Eres un humano. He oído que todos ellos necesitan hacer cosas -que las gemas no hacemos, para poder sobrevivir. Supongo que dormir es una de ellas. Y es demasiado obvio que necesitas dormir. Pero eres demasiado terco como para admitirlo.

Veo que te levantas y caminas hacia el portón con pasos ralentizados y firmes al mismo tiempo. Pero entonces, antes de cruzar el umbral, me miras. Me miras como si nada, aterrorizando a mi corazón y, luego, no puedo evitar sentir un enorme vuelco dentro de mí. Pero entonces, mi euforia muere. Justo en el momento cuando pruebo el sabor de tu mirada. Ácida y venenosa. Una mirada llena de ojeriza y odio que destruye mi autoestima.

Y cada vez siento que me corrompo más y más rápido.

[...]

Sigo parada, en el mismo lugar donde me dejaste, en el mismo lugar donde me miraste, en el mismo lugar donde me despreciaste.

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Por qué no vienes aún?

Tengo prohibido salir de tu habitación por orden de las Diamantes. Me dijeron que debo quedarme contigo todo el tiempo para que no vayas a cometer una locura. Aún no entiendo qué trataban de decir, pero creo que es mejor acatar sus órdenes que cuestionarlas. Me gustaría pensar que también haces locuras, porque las locuras son divertidas y, cuando algo es divertido siempre hay risas, ¿cuál será el sonido de tu risa? ¿Será estrambótica? ¿Moderada? ¿O hilarante? No tiene importancia, pues para mí sería un completo deleite escucharte reír, Universe.