Diabolik Prey (Inuyasha y Diabolik Lovers)

CAPÍTULO 1

* No soy dueña de Diabolik Lovers o InuYasha. (Mira hacia el cielo y sacude el puño mientras grita "¡Maldito seas, destino!")

POV general

Kagome miró el ominoso edificio que se suponía que era su nueva escuela. No había tenido más remedio que trasladarse, ya que este era el único lugar en el área que ofrecía clases nocturnas. Hubiera preferido quedarse en su antigua, escuela con sus amigos, pero tenía que dirigir el santuario sola ahora durante el día ...

No, no pienses en eso ahora. ¡No puedes comenzar tu primer día en una nueva escuela llorando!  

Sacudiendo la cabeza, Kagome enderezó la espalda y entró en el edificio. Esta era su única opción. Lo había perdido todo, y no estaba dispuesta a perder su hogar o renunciar a su educación. Había sobrevivido a innumerables ataques de demonios, le habían robado trozos de su alma, y ​​su corazón se había roto más veces de las que podía contar; ella podría sobrevivir a una nueva escuela secundaria.

Al menos eso fue lo que pensó, hasta que caminó por los pasillos y sintió la presencia de múltiples auras poderosas. Detuvo su caminar y no pudo evitar mirar por encima del hombro para ver si podía poner caras con esas auras, pero estaba sola.

Continuando, Kagome se ocupó del papeleo restante en la oficina del director antes de ser escoltada a su primera clase. Tan pronto como se abrió la puerta, sintió una sensación de alfileres y agujas en su piel e hizo todo lo posible para ocultar su incomodidad. Al levantar la vista, vio que el aula estaba casi vacía, salvo por unos diez estudiantes.

Tres de esos estudiantes poseían esas poderosas auras que había estado sintiendo y la miraban. Bueno, dos de ellos la miraban y el tercer chico con el cabello rubio dorado desordenado parecía que estaba prestando más atención a la música que se escuchaba en sus auriculares. Uno de los otros dos era un chico con cabello rojo hasta los hombros, ojos verdes felinos y un sombrero de fieltro. La estaba mirando con curiosidad. El otro chico automáticamente le recordó a Lord Sesshomaru. No en apariencia, ya que este chico usaba lentes sobre sus ojos rubí y su cabello oscuro apenas alcanzaba el cuello de su camisa; sino por la forma en la que se comportaba, como si viera a todos como si estuvieran debajo de él y exigiera respeto.

No estaba realmente segura de qué hacer con las auras que poseían. Era diferente de los humanos y hanyous, similar a los demonios pero en realidad no es lo mismo. Podía decir que no eran lo que aparentaban... Pero no podía entender qué eran.

Todos estos pensamientos pasaron por su mente en menos de medio segundo antes de mirar a la maestra y presentarse ante la clase. Como había tantos asientos libres, la maestra le dijo que se sentara donde quisiera. Pero el asiento que hubiera preferido no existía. Los tres chicos estaban sentados en la última fila del aula y, aunque había asientos disponibles entre ellos, ella no se iba a sentar allí.

Kagome los reconoció fácilmente como depredadores y no se iba a aprestar para ataques tan fáciles.En cambio, se sentó en el escritorio de la esquina del frente del aula más cercana a la salida. Si debía que tenerlos a sus espaldas, al menos se posicionaría para poder escapar rápidamente sin obstáculos en su camino.

A medida que avanzaba la noche, se hizo evidente que su posición en el aula no importaba. Podía sentir sus ojos en su espalda todo el tiempo y estaba haciendo todo lo posible para no demostrar que podía sentirlos. Ella también estaba luchando contra sus propios poderes al mismo tiempo. Sus instintos los habían reconocido como amenazas y querían dejar escapar una explosión de poder de purificación para alejarlos. Pero ella no haría eso. No solo porque estaba en clase con humanos, sino también porque eso podría servir para aumentar aún más su curiosidad por ella.