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Al día siguiente

Narra Raymond

Esa noche no había dormido para nada al saber que ella estaba aquí me acelera el corazón, las pocas horas que pude dormir son interrumpidas por una llamada de mi abogado.

En la llamada

Alfonso: buen día Raymond, perdón por despertar.
Raymond: buen día Alfonso, estaba por despertar.
Alfonso: bien, ayer me habló el abogado de su señora.
Raymond: ¿Qué ha dicho?
Alfonso: la señora quiere que vaya usted a su residencia a las 9:00 am hoy.
Raymond: perfecto, ¿Me pasas la dirección?
Alfonso: se la mandaré por mensaje, también pidió puntualidad.
Raymond: por supuesto, ¿Sabés si podré saber acerca de nuestro bebé?
Alfonso: es una niña señor, al parecer hablarán acerca de eso por qué ha pedido la presencia de ambos abogados.
Raymond: muchas gracias.
Alfonso: en un momento le mando la dirección, nos vemos ahí.
Raymond: así será, gracias.

Fin de la llamada

Dejo el celular caminando a la ducha para bañarme muy bien y quedar lo más limpio posible, salgo de la ducha con una toalla alrededor de mi cintura.

Termino de vestirme (imágen en galería) me perfumo, cepillo mis dientes observando mi reflejo en el espejo para saber que todo sigue en orden. Salgo de la casa subiendo al auto conduciendo a una florería.

En realidad mi mente estaba en blanco, no sabía que llevar a la mujer que me robó el corazón, tomo los tulipanes más hermosos de la tienda junto a una corona de flores naturales para mi pequeña pago y me voy a la dirección que el abogado me dio.

Narra Jade

Me despierto saliendo lentamente de la cama para no despertar a mi pequeña, quiero hablar con Ray unos minutos a solas para aclarar las cosas.

Termino de ducharme tardando un poco más de lo normal, en mi clóset observo la ropa probando una y mil prendas pero mis nervios me hacen sentirme insegura, en el sofá dejo tres outfits distintos cerrando mis ojos señalando al azar.

Me terminó de vestir (Imágen en galería) sentándome frente al tocador para maquillarme, cuando estoy arreglada me miró al espejo para ver que todo siga en órden.

La niñera se queda con mi pequeña, salgo de la habitación acompañada del fiel guardián de mi hija para darles de comer a cada una de sus mascotas.

Ama de llaves: buen día señora, las mascotas de su hija ya han sido alimentados.
Jade: muchas gracias, recibiré visitas, ¿Pueden llevarlas al despacho?
Ama de llaves: por supuesto señora.
Jade: gracias.

Mi celular suena en mi bolsillo viendo en la pantalla el nombre de mi abogado, sin dudarlo respondo a su llamado.

En la llamada

Alfonso: estoy abajo señora.
Jade: bajo en un momento.
Alfonso: por supuesto.

Fin de la llamada

Bajo las escaleras hasta la recepción donde mi abogado espera, intento calmar mis nervios al saber que, en cualquier minuto ese timbre sonará y será él.

Lauro: él señor Ayala vendrá junto a su abogado como usted lo pidió.
Jade: al principio quiero hablar algo normal si hay algunos problemas tendremos que hablar sobre horarios y días para ver a la niña.
Lauro: por supuesto.
Jade: perfecto, quiero que hablemos acerca de la enfermedad de mi hija.
Lauro: ese es el primer tema que hablaremos señora.
Jade: vaya al despacho, yo iré a darle de comer a Aquiles.
Lauro: por supuesto señora.

Ambos tomamos rumbos distintos y desde lejos escucho el timbre sonar mi corazón se acelera demasiado, dejo el tazón con croquetas al gran perro observando que coma todo sirviendo otro tazón con agua.

Narra Raymond

Llegue a la hermosa residencia esperando a mi abogado fuera del auto, unos minutos después llega caminamos a la puerta tocando el timbre una ama de llaves nos abre la puerta llevando nos a un precioso despacho.

Todo el diseño es tan ella, cada color cada detalle dice su nombre, su abogado se encuentra sentado en uno de los sofás.

Lauro: la señora ha pedido que esperen unos minutos, tomen asiento.
Alfonso: gracias (me indica que nos sentamos)
Raymond: ¿Podré ver a mi hija? (Miro al abogado)
Lauro: por algo estamos aquí señor Ayala.
Raymond: por supuesto (miro el piso)

El sonido de unos tacones me hace levantar la mirada observando a una sensual rubia de esos hermosos ojos verdes como la hierba en primavera, esos rizos dorados se mueven al compás de cada paso que ella da, vestida tan sencilla pero se ve tan hermosa lo único que sé, mi corazón late como si estuviese corriendo el maratón más largo de mi vida.

Jade: buen día señores (sonríe amable)
Alfonso; buen día señora.
Jade: creo que tenemos que hablar de algo importante.
Raymond: hola (le sonrió) te traje estas flores.
Jade: muchas gracias (las recibe) antes de ver a Luz debo decir algo.
Lauro: puedo decir si tú quieres.
Jade: lo haré yo Lauro.
Raymond: ¿Qué pasa?
Jade: señor Ayala.
Raymond: dime Ray por favor.
Jade: perfecto, Ray (se sienta frente a mi) la niña tiene leucemia.

El miedo se apoderó de mí, sentía que el mundo de venía contra mí, observe a la rubia llenarse sus ojos de lagrimas y dejar escapar unas cuantas.

Raymond: ¿Se puede tratar, cierto? (La miró)
Jade: Ray, la pequeña tiene leucemia aguda, el cáncer avanza cada segundo, para ella ser tratada es una tortura.
Raymond: ¿Ella morirá?
Jade: si (susurra bajo) no hay fecha, no hay día, no hay meses solamente amarla el resto del tiempo, Ray su único regalo de cumpleaños que me pidió es verte (me mira) solo quiere conocerte.
Raymond: por supuesto.
Alfonso: veo que nosotros no intercedimos aquí, esto es algo más personal.
Jade: lamento hacerlos venir.
Lauro: no te preocupes pequeña, ¿Nos vamos? (Mira a mi abogado)
Alfonso: por supuesto.
Raymond: ¿Puedo ver a la pequeña?
Jade: por supuesto, vamos a la sala.
Raymond: por supuesto.

Caminamos a la sala tomando asiento en uno de los hermosos muebles en color blanco ella sube por unas escaleras, observo un hermoso camaleón tomar el sol en uno de los sofás.

Unos minutos puedo escuchar una voz muy dulce hablar con la rubia, sus pasos cada vez son más cerca de la sala me sorprende al ver una niña de hermosos risos dorados, ojos hermosos como su madre acompañada de un enorme perro, ella es un ángel caído del cielo.

Jade: mi amor, te presento a Raymond, él es papá.
Luz: ¿Él es mami?
Jade: claro mi amor, prometí que lo verías hoy (se agacha a su altura) aquí está.
Luz: ¿Puedo abrazarlo? (Intenta susurrar)
Jade: por supuesto.

Ella corre hasta mi quedándose congelada frente a mi con sus mejillas rosadas color carmesí, en su pequeña cabeza colocó la corona de flores extendiendo mis brazos para recibir su abrazo.

Raymond: puedes abrazarme todo lo que quieras pequeña.
Luz: papi (me abraza) por fin puedo abrazarte.
Raymond: pequeña (intento no llorar) no sabes lo mucho que soñé con verte.
Luz: ahora somos una familia con mami, papi.
Jade: hija (me mira) papá podrá verte las veces que quiera.
Luz: pero, no quiero que esté solito en su casa mami.
Jade: puede que papi tenga otra pareja.
Raymond: no tengo pareja (la miró)
Luz: entonces, aún puedes estar con mami y seguir siendo una familia. (Me sonríe emocionada)
Raymond: mi amor, eso tenemos que hablar con mami.
Luz: ¿Lo harán? (Mira a Jade)
Jade: por supuesto princesa, por qué no le presentas a papi tus mascotas.
Luz: papi, este perro es Aquiles, mi guardian (lo abraza) el camaleón se llama pascual por qué mami dice que soy Rapunzel.
Raymond: Rapunzel no la conozco pero imagino que es la princesa más hermosa.
Luz: ¿Lo es mami?
Jade: es la más hermosa de todas las princesas del mundo.
Luz: papi, debo enseñarte más.
Raymond: ¿Puedo? (La miró)
Jade: por supuesto (asiente) si no entiendes algo me dices.
Raymond: gracias (le sonrió)
Luz: debes venir mami, quiero que estés con nosotros.
Jade: claro mi amor.

La Mejor Versión De MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora