La amenaza

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Samsa P.O.V.

Hogwarts se ha vuelto un lugar detestable desde que Snape es el nuevo director, los castigos son horribles, y ya no podemos hablar en confianza, los dementores nos custodian todos los días, ya no hay salidas a Hogsmade y nuestro queridísimo Harry Potter no vendrá a salvarnos esta vez.

Cho sigue jurando que Potter vendrá, pero más tiempo pasa sin saber nada de él, así que yo ya no la escucho... no quiero ser pesimista, aún tengo un poco de esperanza en que él vuelva, pero tampoco soy tan tonta como para andar predicando sobre una salvación que hasta ahora no llega, con tan solo ver lo que le pasó a Neville, ese pobre chico de Gryffindor o peor a Luna, mi mejor amiga. Desearía saber dónde está.

Quisiera ayudar en la rebelión que Neville está planeando, pero mi familia está al borde, nos creen traidores de sangre, pero somos de sangre pura, así que los mortífagos no nos mataran si no les damos razones.

Estaba en la sala común de mi casa, en frente de la estatua de nuestra fundadora, Rowena Ravenclaw, cuando llegó Lisa -Samsa -dijo ella.

-Lisa -respondí y se sentó a lado mío -, pensé que estabas en la sala de menesteres con los demás.

-Vine a traerte -me explicó ella.

-Viste lo que le pasó a Luna -dije -, no quiero arriesgarme.

-Vamos, no pasará nada, además ya no tendremos que soportar las odiosas clases si nos vamos hoy.

-Tengo miedo.

-Todos lo tenemos.

-Tengo que mantenerme al margen - no encontraba la mirada de Lisa, sino la de mi madre en ella.

-Pero... te quedarás sola.

-Vete -mascullé -, rápido.

Ella se levantó y se fue sin hacer ruido. Recordar a mis padres hizo que los sentimientos salgan a flor de piel, sentí el frio de una lagrima pasar por mi mejilla, la limpie y subí a mi recamara, era la única que quedaba en esa habitación 5, a Luna la raptaron, Kylie y Samantha se fueron a la sala de menesteres hace una semana y Lisa acababa de irse.

Estaba muy preocupada por mis padres así que decidí escribirles una carta.

Papá, mamá.

Espero que estén bien, yo también lo estoy, saben que los amo y espero con ansias el momento para volver a verlos.

Besos y abrazos Samsa.

Las cartas que nos mandábamos tenían que ser cortas y frías, no me quería arriesgar a decir algo demás, mi lechuza Didí estaba en mi cuarto, amarré la carta a su patita y le pedí sé que la de a mis padres, le dí una golosina y un beso en la cabeza, ella ululó como despedida y se fue.

Me puse mi pijama y entré a la cama, y nuevamente, como casi todas las noches en este año tuve una pesadilla, mis padres estaban tirados en el piso de mi casa, la sangre que cubría las paredes decía "TRAIDORES" y comencé a chillar, sabía que solo era una pesadilla (la había tenido durante meses) pero no podía controlarme, todo parecía tan real.

-Samsa, querida -dijo una vocecita chillona, abrí los ojos, era el profesor Flitwick -. Debes dirigirte ahora mismo al comedor ¡Rápido!

-¿Pero mi ropa? -inquirí.

-No, no, no. No hay tiempo, vamos, vamos.

Salí de mi cuarto rápidamente y me sentí algo aliviada al ver que casi todos estaban con pijamas, bajamos las gradas, muy angostas para tantas personas. El camino hacia el Gran Comedor me pareció realmente corto esta vez, nos sentamos en la mesa de Ravenclaw, el techo encantado del Gran Comedor estaba oscuro y salpicado de estrellas.

Otra chica de Ravenclaw (Draco y tú) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora