Imagina con BTS: Friend Zone

Jungkook

Veía televisión con Jungkook, mi mejor amigo. Tristemente.
Acostumbrabamos a juntarnos los fines de semana para ver películas, salir o simplemente hablar y comer. Hoy era día de películas y series.

Estabamos acostados en la cama comiendo helado y galletas, mientras veíamos Love Alarm.
Ésta serie me ponía a pensar un poco en el amor, en lo fácil que se ve enamorarse y corresponder a los sentimientos del otro, pero por otro lado está el rechazo. Una acción que a muchos asusta por la vergüenza y dolor que provoca el sentimiento consecuencia a ésto.
Y lo entiendo, así me siento.

Porque, vamos. Tener a Jeon Jungkook de mejor amigo algunas veces me molesta, ya que es un gran chico, cariñoso, competitivo, alto, sonriente, guapo y... es simplemente perfecto a mis ojos y a los de muchas.

Lo he visto entrar y salir de relaciones de todo tipo y con cualquier chica excepto yo. Soy probablemente la última en su lista.

- Que difícil hacen ver el amor en ésta serie - mientras yo me mantenía pensando en todo lo que significa e implica la palabra amor, Jungkook le prestaba bastante atención a la serie - ¿no lo crees?

- Algunas veces el amor es complicado...

- No lo creo, si lo amas se lo dices y te quedas con la persona y si no, adiós - me encantaba que se tomara tan en serio cosas simples como éstas hasta el punto de molestarse o ponerse sentimental.

- No es tan fácil decir adiós a alguien.

- Yo creo que si lo piensas bien, si.

- Eso es porque nunca te han rechazado o terminado. Siempre eres tú quien lo hace.

- ¿Y a tí te han rechazado? - su mirada estaba fija en mí esperando una respuesta y poniendome nerviosa.

- Ehh n..no, pero...

- Entonces no opines.

- Eres fastidioso - me levanté de la cama y fuí a guardar mi helado.

- ¿No has pensado en buscarte un novio?

- N..no, ¿para qué?

- ¿No te gustaría amar otra vez? Digo, porque tu última relación fue como hace tres años - lo miré molesta tratando de entender hasta dónde quería llegar con esos comentarios - te puedo presentar algunos amigos.

- Para qué si a quién amo es otro... - estaba dándole la espalda y dije lo último casi como susurro.

- Ah, ya veo - me dí la vuelta y noté su sonrisa malvada formarse, mientras se acercaba hasta mí - entonces hay alguien... - su rostro se acercó hasta el mío para observarme fijamente - ¿Me dirás quién? - nerviosa intenté negar lo más rápido posible. Su cercanía me ponía nerviosa.

- ¿Para qué quieres saber?

- Vamos, somos amigos. Debes decirme - y hasta ahí llegaba mi nerviosismo.

Amigos....

- No todos los "amigos" deben decirse sus secretos.

- ¿Y nosotros seremos de esos amigos? - se notaba un poco molesto por no sentir confianza de mi parte.

- ¿Por qué no? Es mi vida - tomó mi brazo firmemente para que lo mirara.

- He confiado todos mis secretos en tí, ¿pero tú no eres capaz? - su ceño era fruncido y sus ojos expresaban molestia.