Capítulo 1: Entre boludos se entienden.

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En un dia normal, en una ciudad normal, en un auto normal, una pareja no tan normal discuten sobre la difícil decisión de seguir o no su relación. Pero todos de vez en cuando necesitamos ayuda.

Pilar: Por esa calle hubieses llegado más rápido.
José: Esa calle está llena de semáforos.
Pilar: Hace un calor tremendo.
José: Fue tu idea ir a ver a la psicóloga.
Pilar: Pero no fue mí idea que haga este calor de mierda.
José: ¿Segura?¿Tán mal estamos?
Pilar: Cuando te conocí no eras tan pelotudo, eras pelotudo pero no tanto.
José: Soy pelotudo culpa tuya.
Pilar: Seguí manejando, ya llegamos.

Eran las 10:40 de la mañana, José y Pilar tenían su turno a las 10:30, la puntualidad no era su fuerte.
José estacionó su Ford fiesta y ambos bajaron en silencio. El consultorio de la psicóloga estaba en el segundo piso, José sabía el miedo de Pilar a las escaleras y quiso tomarla de la mano pero no lo hizo. Mientras que en un país lejano llamado "La mente de Pilar", ella pensaba que espera este pelotudo para tomarme de la mano.

Pilar: ¿Qué estás esperando tarado? ¿Qué te inviten?. Tocá la puerta.
José: Yo creo que la puerta, deberías tocarla vos.
Pilar: José, tocá y punto.
José: Si la toco es por que te quiero mucho, y nada más.
Pilar: Ya vas a comenzar con tus boludeces, tocá la puerta de mierda.

José iba a contestarle cuando la puerta se abrió y por ese espacio sacó solamente la cabeza una mujer.

Psicóloga: Buen día, buen día. No sé si es tarde o es muy temprano pero están haciendo mucho ruido y aúnque solamente me ven la cabeza podría darles mil consejos pero la macana es que cobro, así que sinó se llaman Pilar y José tienen que retirarse.
José: Ella es Pilar y yo soy José.
Psicóloga: Aahhh... Buen día, buen dia. Ustedes si pueden hacer todo el ruido que quieran por que son mis pacientes. Pasen, pasen.
Pilar: Buen día, soy Pilar. Este boludo tomó otra calle por eso llegamos tarde.
José: Por que no le decís el tiempo que tardaste buscando esas zapatillas. Tiene diez pares y ella justo esas quiere.
Psicóloga: Alto, alto, alto...Mí consultorio es para hablar no para hacer guerra.
Soy la doctora Magalí, un gusto. Primero los presento, Pilar el es José y José ella es Pilar. Seguro ya se conocían, pero no se conocían adentro de mí consultorio y dentro de mí consultorio todos los que entran tienen que saber que el mundo es una mierda y acá yo trato de que sea menos mierda.
Psicóloga: A ver... ¿Cuál es su problema?
Pilar: El problema es que él es un pelotudo.
José: Doctora, yo soy pelotudo culpa de ella pero la quiero mucho.
Pilar: ¡¡¡¿¿Lo escuchó??!!! Se la pasa diciendo esas boludeces.
José: Pilar ya se que son boludeces pero son la verdad.
Pilar: ¿Y qué? Te recibiste de poeta pelotudo.
José: Si, en tu facultad de loca de mierda.
Pilar: A ver, tanto te haces el García Márquez por que no me tomaste de la mano en las escaleras, si sabés que le tengo miedo.
José: Y yo, tengo miedo a que me mandes a la mierda.
Psicóloga: Alto, alto, alto. ¿Por qué Pilar te tendría que mandar a la mierda José? Si no le querés gritar, no le querés hacer una broma, no le querés pegar. Solamente le querés dar la maldita mano.
Que tal si les doy unas granadas a los dos y se van al baldío de al lado. Y también tengo está arma "déjense de joder".
Miren chicos yo tengo el mejor trabajo del mundo, escucho problemas y doy consejos por plata, y les digo lo de ustedes no es ni una pizca de los quilombos que escucho todos los días. Es más, yo no se todavía cuál es el problema.
¿Húbo maltrato?
Pilar: No
José: No
Psicóloga: ¿Húbo golpes?
Pilar: No
José: No
Psicóloga: Mmm... ¿Qué más? ¿Maltrato psicólogico?
Pilar: No
José: No
Psicóloga: ¿Abusó de poder?
Pilar: No
José: No
Psicóloga: ¿Húbo un engaño?
Pilar: No
José: Si.

En ese momento José agachó la cabeza y se retractó.

José: No doctora quise decir que no.

La doctora Magalí se quedó mirándolo fijamente y también observo cómo Pilar lo miraba. Entonces dijo.

Psicóloga: Bueno chicos con ustedes voy a probar una terapia experimental.
Ahora quiero saber ¿Hace cuánto se conocen?
Pilar: 12 años.
José: 12 años.
Psicóloga: ¿12 años? ¿Me están jodiendo? Es muchísimo. Y después de tanto tiempo, ustedes pueden contestarme una pregunta, primero vos José.
Psicóloga: ¿Amás a Pilar?
José: Si, muchísimo.
Psicóloga: Bien, ahora vos Pilar. ¿Amás a José?...
Pilar... Pilar... Pilar...
Pilar: Pucha, ya está si, si.
Psicóloga: ¡¡¡Que lindo!!! ¡¡¡Que lindo!!!. Que hermoso el amor. Ahora escuchame José. Hablame de Pilar.
José: Doctora, ella es un lío, dónde sea que vaya siempre pasan cosas, hay gente a las que le faltan un tornillo como a mi pero a ella le faltan como cuatro o cinco, o capaz la docena. ¿Vió el grifo? Bueno, ella no quiere esperar ni a qué salga el agua cuando lo abre. Durante un tiempo tuvimos una cotorrita, doctora el animalito se escapó por tanto escucharla gritar, por que, no doctora, ella no habla, ella grita. No sabe cocinar y en el mes vamos cinco veces a la clínica por quemaduras de segundo grado.

En ese momento Pilar iba a contestarle y Magalí la detuvo.

Psicóloga: Continúa José.
José: Muchas gracias. Es cargosa, muy cargosa, me pellizca y muerde todo el tiempo, me acostumbré a dormir en menos de un cuarto de la cama, pero yo no le estaría diciendo todo esto sino amara cada una de esas cosas.
Psicóloga: ¿Decías defectos José?
José: No. Describía a Pilar, por que la amo tal como es.
Psicóloga: (riéndose) ¿Por las dudas no hay un clon tuyo?

Del otro lado Pilar movía la boca de forma burlona, hasta que la interrumpieron.

Psicóloga: Pilar es tu turno, hablame de José.
Pilar: Primero yo le pregunto algo a usted doctora, (apuntando a José con el mentón) ¿De ese quiere un clon?

Magalí iba a contestarle pero Pilar prosiguió.

Pilar: Bueno doctora... José se recibió de pelotudo hace años y con honores, y con el tiempo su pelotudez fué aumentando más y más, se la da de sabelotodo pero es alto tonto, se la pasa jugando sus jueguitos de mierda que algún día se los voy a quemar. Se cree que es un supersaiyajin el boludo ese, siempre está haciendo y diciendo boludeces por qué es alto pelotudo. Es un cargoso de lo peor y para rematar el boludo canta todo el día y encima para la mierda. Y no quiero ofender al reino animal, pero ronca como uno de ellos todas las noches ¿Qué? ¿Pensaban que iba a decir algo lindo al final? No, vayan a cagar.
Psicóloga: Dale, Pilar déjate de joder.

Pilar estaba con los brazos cruzados y los cachetes inflados.

Psicóloga: Pilar, dale.
Pilar: Bueno, pero no es por la terapia de mierda; lo que voy a decir es por que yo quiero, y es que creo que nadie más me amaría como este boludo.

La cara de Pilar había cambiado, ahora tenia una sonrisa.

Psicóloga: Dale, dale. Decile que lo amas.
Pilar: (riendo) Te odio pelotudo.
Psicóloga: Supongo que puedo aceptar eso, aparte ya será hora de comer. No saben las napolitanas que hacen acá a la vuelta, vamos si quieren.

Iba a seguir hablando del restaurante cuando vió que Pilar y José ya estaban tomados de la mano.

Psicóloga: Para terminar la terapia y como ustedes me cayeron tan bien les voy a recetar una droga que pocos conocen pero hace muy bien en casos como el de ustedes pero me tienen que prometer algo, que jamás van a desperdiciar lo que han encontrado por que lo que ustedes tienen es algo que la gente se pasa la vida buscando.
Ahora mi receta. Pilar ponete en frente de José y José ponete en frente de Pilar, y quédense así diez segundos.

... (Diez segundos después)

Pilar: ¿Vámos?
Psicóloga: Esperen les hago una receta "mirarse durante diez segundos cada seis horas todos los días". Ustedes respetan esa medicación y les aseguro que no tendrán más problemas.
José: Gracias doctora.
Pilar: Si gracias, me lo llevo a mi boludo.

Salieron del consultorio, tomados de la mano y sonriendo como boludos los dos, hasta que Pilar hablo.

Pilar: Viste que soy una capa, tengo las mejores ideas.
José: Si, nunca lo dudé, solo me dan miedo tus ideas.

La doctora Magalí se quedó mirándolos con orgullo a esos dos boludos y en ese momento se dijo:
"Magalí lo hiciste de nuevo".

Fin del capítulo.

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