Pilar miraba el horizonte con los ojos enjugados en lagrimas, jamás había experimentado tanto los dichos de la banda "No Te Va a Gustar", cuando decían "La ruta semivacía como mi vida sin vos". José solo manejaba el vehículo y de tanto en tanto la miraba, ya le había dicho de todo o no le podía decir nada. Ellos pensaban que el destino era algo que uno lo construye, pero que a veces obraba de una forma tan misteriosa, tan perfecta, tan justa, que resultaba difícil de entender por que en ocasiones, las cosas ocurren todas alineadas, como si alguien o algo organizara un plan maligno en nuestra contra. De repente ese témpano que se había formado y creado una era del hielo en el auto, se rompió.
Pilar: No tenía porque pasar esto... O sea... Yo sabía que seria una mala semana ¿Pero qué termine así?
José: Vos necesitas acostarte y descansar un buen tiempo. No quiero que habrás el consultorio.
Pilar: ¿Y vos?
José: Yo pedí un par de días en el trabajo, te voy a acompañar, sos más importante vos.
Pilar: ¿Y el fútbol? ¿Tus amigos? Yo no se cuanto tiempo voy a estar así.
José: ¿Querés qué te lo repita? Vos me importas más. Y que no se te ocurra decir gracias.
Pilar: Amo a Cielo me cuesta mucho, pero mi papá dijo que era lo mejor, ya estaba muy viejita.
José: No se si lo escuchaste, pero dijo que ella solo se durmió y no despertó más, no sufrió nada.
Pilar: Creo que me duele más no haber estado ahí cuando pasó, ella siempre estuvo conmigo.
José: Sentirte culpable de esta situación no está bien, era tu perra, tu mascota, tu amiga, vos le diste lo mejor y ella a vos, ninguna se debe nada.Cuando la miró ya estaba durmiendo, había soportado mucho, pocos entenderían el impacto que acababa de sufrir y así se quedo el resto del viaje. Que era uno de los peores que habían tenido, pero tenían que llegar a su casa, y los kilómetros corrían y corrían como las lagrimas en las mejillas de Pilar.
Al llegar, casi de noche José no la despertó, abrió la puerta, la cargó y la llevó hasta su cama, le acaricio el cabello y le quito los lentes. José tomó una sábana y la cubrió hasta los hombros como a ella le gustaba, luego fué hasta la cocina, le preparó una cena y le dejó una nota, "Por favor comé". Él se fue al sillón para dejarle toda la cama para ella, como era su costumbre le pidió a la virgencita por su "Pilar" y trató de dormir.
La noche avanzaba y él sentía que no podía descansar, el sueño le venía de a rato y cuando al fin creía que caería en ese trance onírico, sintió como si se ahogara y no se podía mover, como si estuviera atado con una soga, estaba a punto de hacer un movimiento brusco cuando la escuchó. Pilar estaba ahí intentando acomodarse como sea a su lado.
Pilar: ¿Vos sos tonto en serio? A veces creo que te pasas a propósito, ni se te ocurra volver a dejarme sola.
José: No te dejé sola, te dejé la cama para vos sola, no es lo mismo.
Pilar: ¿Podés callarte? Cállate y abrázame.
José: ¿Estás cómoda? Vamos a la cama entonces.Pero Pilar ya no contestó y se quedó ahí con la cabeza en su pecho y el resto de su cuerpo sobre él, se sentía protegida y sabía que José no la soltaría, él la acarició, y la besó hasta quedarse dormida. Y sintió como de a poco las lagrimas iban cesando.
Los días pasaron y también la recuperación de Pilar, comía poco, dormía poco y no quería ver a nadie. Aceptar la realidad era su mayor enemigo, así que necesitaba esa soledad, esa alquimia de sentimientos que la rompían. ¿Era para tanto? Si, lo era, por que Pilar había aprendido a darle prioridad a los seres queridos, y ella, su amiga, su mascota; por años había sido la única que la escuchaba, que no se desprendía de su lado. Así que prefería derramar lagrimas por ella y no por alguna otra razón.José: Vas a estar bien, tomate el tiempo que necesites.
Pilar: Quiero estar bien, pero es muy difícil vos sabes como me llevaba con ella.
José: Claro que lo sé, por eso tenés que estar bien ¿Me dejás que te ayude?
Pilar: Supongo que si.
José: Que bueno, por que te compré algo, vení a ver.
Pilar: ¡¡¡Nooooo!!! ¡¡¡VOS SOS UN BOLUDO, EN SERIO!!!
José: Pensé que podría distraerte, aparte tenés que aprender.
Pilar: ¿Pero una bicicleta? Quiero que me ayudes, no que me mates. Posta, sos el abanderado de Boludolandia.
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Boludo ¿Estás?
RomanceNo entiendo por qué la mayoría de las historias de amor deben ser "trágicas" ¿Por qué siempre hay que sufrir? ¿Por qué siempre se normalizan cosas como la infidelidad, el maltrato, el "Ya no te aguanto"? Y dar vueltas siempre en ese ciclo ¿Por qué...