Capítulo 2: No hay valija dónde calze todo.

253 10 5
                                    

José se despertó esa mañana, pensando en que era su último día de trabajo antes de las vacaciones de verano.
Pero además había algo distinto, Pilar no estaba en la cama y a su lado había una nota que decía "Boludo, andá a la cocina".
José se sentó y pensó "Estoy seguro, seguro, seguro que quiere pedirme algo, por que es raaaroooo que se levante a las siete de la mañana". Estaba acostumbrado y le gustaba apoyarla en todas sus ocurrencias pero esta le llamaba la atención.

Pilar: ¡¡¡Boludo!!! ¡¡¡Venííí!!! ¡¡¡Venííí!!! ¡¡¡Venííí!!!
José: (en voz baja) ¿Cómo mierda sabe que me levanté?

Entró contento a la cocina y se acercó a ella. Pilar estaba más concentrada que nunca en la computadora.

José: ¡¡¡Hola!!!
Pilar: Shhh... Que hola ni que hola, vení a ver. Mirá. Vamos ¿Aquí, aquí o aquí?
José estaba por contestar A...
Pilar: Ahh ya se, ya se, aquí!!!
José: Para que me preguntas si te vas a responder sola.
Pilar: Por que sos alto boludo.
José: (riendo) Ahí querés ir.

Y en la computadora indicaba la provincia de Misiones. Puerto Iguazú.

José: A mí me gusta Salta.
Pilar: ¡¡¡No te pregunté!!!
José: Podríamos ir ahí, y a Salta.
Pilar: Metetela bien en el culo a Salta.
José: Pero a vos si te gusta Salta.
Pilar: Pero resulta que se me canta ir a Misiones.
José: ¿Cuándo querés salir?
Pilar, muy tranquila contesta, "mañana".
José: (asombrado) ¡¡¡¿Mañana?!!!
Pilar: Si.
José: Vos necesitas dos días por lo menos para hacer tus valijas.

En ese momento José miro como ella comenzó a sonreír y termino diciendo, está bien pasado mañana.

Estaba felíz, ella hace poco había abierto su consultorio y se sentía bien por su trabajo, el pensaba "Es increíble que a esta loca le paguen por hacer sufrir a la gente sacándole los dientes, pero lo consiguió".

José: ¡¡¡No te demores en abrir el consultorio!!! Salgo del trabajo y voy a ver lo de los boletos.
Pilar: Si yo quiero me demoro, si yo sufrí dolor de muela, todos lo van a sufrir.

José le sonrió y cerro la puerta.
La mañana paso rápido y al salir de su trabajo, fué donde trabajaba Pilar.

José: ¿Cómo te fué?
Pilar: Y bien ¿Cómo más me va a ir? pelotudo de mierda, y si seguís jodiendo te voy a sacar una muela de una piña.
José: ¿Segura? El otro día no podías cortar ni una sandía. Tenés que entender que está no es tu pieza, es un consultorio y tiene que estar ordenado.

Ella era de las mejores odontólogas de la ciudad, a pesar de tener poca experiencia, siempre tenía los turnos completos.

Pilar: ¿Cuánto sale?
José: No, no compre un carajo, pensaba que podíamos ir en el auto.
Pilar: ¿Vos pensás?
José: Pienso que debes de aprender a manejar. Por eso el auto, no sabes ni andar en bici.
Pilar: Pero hacerte cagar si sé, lo puedo hacer ahora si querés.
José: Quiero que nos sentemos y veamos lo que nos conviene más, si el colectivo, el auto, o conociéndote a vos una nave espacial.
Pilar: Con la patada en el culo que te voy a dar vas a ir al espacio.
José: Acordate lo que te dijo la psicóloga, respira, cálmate.
Pilar: Yo estoy calmada pero vos cada vez más boludo.
José: Entonces ¿En auto?
Pilar: Bueno, bueno en auto.

A José le gustaba ver como ella reaccionaba cuando él tenía una buena idea. Pilar jamás admitiría una buena idea de José, pero si las aceptaba e ir en auto era una buena idea.

José llego a la casa y parecía como si un huracán hubiese pasado por ahí, la ropa en el piso, dos valijas abiertas de par en par y vacías; y hasta cepillos de dientes en la cocina. Solo sonrió y se puso a cocinar las milanesa a la napolitana que a ella tanto le gustaban.

Boludo ¿Estás?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora