El amor podía encontrarse en lágrimas, en juegos al azar, quizás al final de la copa, pero nunca se llenaba por completo, porque nadie quiere probar ese sabor amargo, sabiendo que solo la sangre podría llenar la copa; estaba la pasión y el deseo, pe...
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¿Qué era la verdad?
¿Dónde estaba la verdad?
¿Qué significaba amar?
Esas eran las preguntas que rondaban mi cabeza, tenía tantas dudas de lo correcto e incorrecto, los meses pasaban, los bebés pronto estarían entre mis manos, pero aún estaba ella, ¿a quién debía salvar? Todo estaba borroso, nublado en su juicio, estaba enloqueciendo, perdía el control. La verdad era de las pocas cosas que nunca aprendí.
Aprendí tanto en poco tiempo, Brenda me enseñó todo lo que no sabía, desde querer hasta desear; La deseaba en mi vida, a veces deseaba ocupar el lugar de Ian, pero no estaba tan retorcida. No sabía, que había en su cabeza, tampoco sabía lo que guardaba en su corazón, solo sabía que desde que él volvió habían pasado seis meses, meses en los que ella ignoró que existía, deseaba volver atrás y haber dicho la verdad, una verdad que hubiese cambiado todo.
A veces la verdad elimina el dolor, sana las heridas, solo que ya cuando deseas hablar, es tarde, todos esos planes están en marcha y solo eres espectador, miras el espectáculo sentada en el último asiento, tu corazón se parte a la mitad porque para salvar a alguien debes correr hasta el principio y arreglar todo, volver a empezar...
¿Volverías a empezar por amor? Esa era la nueva pregunta y creo que volvería a empezar una y otra vez con tal de recuperar los pedazos de mi corazón.
