|Capítulo 9|

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Se metió a bañar despejando cualquier dolor de cabeza que Zayn le traía, no sin antes haber cerrado con pestillo su habitación porque sabía que Zayn entraría sin remordimientos y eso acabaría mal.
Se puso su pijama: Una playera roja con unas insignias de la marca y unos pantalones holgados de corazones rojos. Aún no tenía ganas de acostarse a dormir y su habitación no tenía televisión, así que bajó a la sala. 

Perrie encendió la tele de mala gana, consciente de que Zayn no tardaría en venir a fastidiarla con su cara de niño bonito, con su voz sexy, con sus labios deseables, con sus ojos de ensueño, con su sonrisa arrogante...

<<Basta,Perrie>>

Venía saliendo de la cocina, Perrie le dedicó una mirada de pocos amigos, Zayn soltó una carcajada.

—Uy, alguien está de malas.
—¡Tú me pones de malas!—Espetó ella mientras agarraba un cojín y se lo lanzaba a Zayn. Él lo atrapó sin problemas y la miró con rostro burlón.
—Eso ha sido maduro, sumamente maduro.—Dijo él fingiendo seriedad, pero luego rompió en risas. Perrie tuvo que inspirar profundamente para no asesinarlo.
—Mira, Zayn...—Dijo ella con tono severo mientras lo apuntaba con el dedo—. No me conoces, y si no me dejas en paz, vas a hacerlo, y créeme que no será lindo, ¡así que hazme el favor y deja de joderme de una puñetera vez! 

Zayn sonrió de costado y con su mano rodeó la muñeca de Perrie, de un tirón la atrajo a él.

—Es de mala educación apuntar con el dedo, preciosa.—Le susurró con voz ronca al oído. 

Perrie se quedó helada unos segundos hasta que reaccionó e intentó zafarse, pero sin resultado alguno. Un mal paso de Zayn y cayeron sobre el sillón, y Perrie apostaría lo que fuera, a que había sido intencionalmente.


—¡Quítate de encima me estás aplastando!-Gritó ella revolviéndose.

Zayn se rio y cogió las muñecas de Perrie evitando el movimiento de sus manos para no ser golpeado. Besó su cuello ligeramente. 

Perrie soltó un juramento y se revolvió de nuevo sin resultado alguno. Tenía que lograrlo ahora que sus hermanos dormían y Perrie quizás ya estaba falta de defensas por estar tan a la defensiva.


Dejó una línea de besos por su cuello. Perrie de pronto perdió toda cordura y sentido racional; dejó de patalear, dejó de maldecir, dejó de revolverse, y sólo se quedó quieta, como si su cuerpo no tuviera vida propia, y dejó que Zayn siguiera con su línea de besos que se perdió en el escote de su playera.

<<¿Qué se siente ser la puta de turno, Perrie?>>—Susurró una voz en alguna parte de su cabeza, que a pesar del poco tacto empleado, la habían hecho reaccionar. 

Empujó a Zayn haciendo que se cayera del sillón. El moreno había creído que Perrie por fin había cedido y había bajado la guardia, por lo tanto él también lo había hecho, no se esperaba que lo empujara.


—¿Pero qué demonios sucede contigo?—Masculló él mientras se levantaba del piso.
—Vuelve a tocarme, y te golpearé tan fuerte, que te quedarás sin hijos.—Dijo ella con tono frío. 

Se levantó del sillón y subió rápidamente la escalera.


Zayn se mordió el labio al verla subir por la escalera. Diablos, esa chica lo ponía cuando estaba enojada (o sea siempre) y aunque no había sido mucho lo que había probado, sabía jodidamente bien y olía delicioso, una mezcla de jazmines y rosas.

—¡PERRIE!—La llamó, pero ella no se dio vuelta. 

Subió corriendo las escaleras y la atrapó antes de que pudiera encerrarse en su pieza. La acorraló contra la pared y le plantó un beso en la boca e inmovilizo su cuerpo y sus manos para que no lo golpeara. 

Perrie estuvo apunto de rendirse. 

¿Qué podía hacer? 

Estaba prácticamente amarrada. 

Le dio permiso a la lengua de Zayn cuando se introdujo en su boca. Una lengua con tal destreza debería ser inmortalizada en un monumento. 

Diablos, el chico podía ser todo lo que quisiera pero besaba como un dios. No supo en que momento Zayn la estaba arrastrando hasta su habitación sin romper el beso. No, no iba a dejar que se saliera con la suya. Cuando estuvieron justo en la puerta, Perrie lo empujó.


—Buenas noches.—Dijo ella con una sonrisa en burlona y le cerró la puerta en la cara de Zayn,tenía el ceño fruncido.

Zayn bufó y se fue a la habitación de al lado que era su pieza, por un momento la tenía, pero en el fondo sabía que era demasiado bueno para ser verdad, ¿Por qué mierda era tan testaruda? ¿Era que no quería acostarse con alguien o simplemente no quería que ese alguien fuera él? 

Se acostó en la cama aún pensando en los labios de la rubia,en su sabor, en su textura. Joder, si al principio sólo había querido acostarse con ella por la apuesta, ahora con o sin apuesta, se iba a acostar con ella.

Sonrió con malicia, si tenía suerte quizás Perrie no había cerrado la puerta de su habitación con pestillo o quizás se lo había quitado.

Se levantó de la cama y abrió la puerta, luego miró con qué iba vestido: sólo con un bóxer. Estuvo apunto de girarse a ponerse algo pero... al diablo, mejor así.

Abrió la puerta de la habitación de Perrie con cuidado, ella ocupaba toda la longitud de la cama y estaba tumbada boca abajo, con su pijama de corazones. 
Zayn sonrió y cerró la puerta con cuidado de no despertarla, aunque al parecer no hizo tan poco ruido como esperaba, ya que Perrie e dio unas dos vueltas hasta quedar boca arriba en la cama y con un brazo colgando. Se rio al ver la posición en la que había quedado, se veía graciosa durmiendo, sin contar que tierna, linda y sobre todo sexy.

—Mmm... Zayn.

Zayn se frenó en seco, y miró a Perrie, pero ella seguía durmiendo. 

Se revolvió en la cama y volvió a murmurar su nombre. Zayn sonrió, o soñaba que probablemente lo estaba golpeando o estaba teniendo un sueño insano con él, optó por lo segundo. Se puso sobre Perrie con una pierna a cada lado de su cuerpo y besó su cuello, ella soltó un jadeo confuso.


—Zayn...—Volvió a murmurar, aún con los ojos cerrados.
—Soñando conmigo, Perrie ¿Qué sueñas?—Ella abrió los ojos, lo miró sin señales de querer golpearlo.
—¿Sigo soñando?—Preguntó con voz somnolienta.
—No.—Dijo él con una sonrisa en la cara—; Pero si quieres podemos continuar tu sueño.
—Por favor...—Pidió mientras volvía a cerrar los ojos. 
Zayn besó sus labios con cuidado y Perrie enredó sus manos en su pelo. 10 segundos después pareció despertar completamente, porque lo empujó bruscamente mientras soltaba un pequeño gritito.
—¡¿Qué mierda estás haciendo aquí?!-Preguntó histérica, mientras se sentaba rápidamente en la cama.
—Bueno, fue lindo mientras duró.—Él soltó una carcajada. 

Perrie no pudo evitar mirar cómo estaba vestido, o más bien cómo no estaba vestido, sólo traía puesto un bóxer y su erección no pasó desapercibida, siguió recorriendo su cuerpo con la mirada, evitó quedarse con la boca abierta y seguir mirándolo, lo miró a los ojos.

—¡Vete de aquí antes de que te eche a golpes, Malik! -Gritó ella enojada.
—Claro, tu boca dice una cosa y tu cuerpo dice otra.
—¿Qué mierda estás...?
—Hablo de que tu boca dice que me vaya, pero tu cuerpo me pide que me quede. Estabas soñando conmigo.— Perrie que la habitación estuviera oscura y no se viera que sus mejillas ardían, porque había soñado con él involuntariamente.
—¡No estaba soñando contigo!-Chilló.
—Ya claro, estabas gimiendo mi nombre por puro gusto.—Dijo burlón.
—Vete, vete de aquí.—Dijo ella empujándolo de la cama, y lo siguió empujando hasta sacarlo de la habitación, mientras Zayn se reía. 

Estuvo apunto de cerrar la puerta, pero Zayn la detuvo. La agarró de la cintura y de un tirón la atrajo a él, obligándola a juntar sus labios con los suyos. 

Perrie gimió inconteniblemente sobre sus labios cuando sintió la erección de Zayn justo contra su vientre. Sus labios eran expertos besadores, la hicieron volverse adicta enseguida. Su lengua se introdujo en su boca y ella no se tardó mucho en darle permiso para entrar en ella y explorarla, pero antes de que pasara a más, Zayn mordió su labio inferior, haciendo que ella soltara otro leve gemido. Se separó de ella y luego de dedicarle una mirada complacida, se retiró de ahí. 

Si la dejaba deseándolo, sería mucho más fácil tenerla, mostrarle de qué se estaba perdiendo. Perrie sólo se quedó mirando cómo se alejaba y terminaba entrando a su habitación, jadeando, deseando más. 

The Babysitter » zerrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora