Capítulo Uno.

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Reencuentro.

Los rayos del sol bañaban la cara de Luhan desde muy temprano en la mañana mientras se negaba a despertar queriendo dormir cinco minutos más pero tenía que hacerlo porque una mini persona dependía al cien de él y de Sehun -aunque realmente dependía más de él y eso lo hace muy feliz- cada día era similar, debía seguir con su nueva rutina desde que Rowon llegó pero no por eso hacía menos encantadora su vida, el pequeño apareció convirtiéndola en algo mucho más interesante y brillante, con el solo ver a su pequeño hijo le entraban unas ganas de comérselo a besos porque para él no hay nada más lindo y adorable que su bebé.

Finalmente abrió sus ojos dándose por vencido ya que no podría dormir más aunque quisiera, refregó su vista adaptándose a la luz del sol, corrió de su frente con un pequeño prendedor su cabello oscuro y observó cómo su pequeño se encontraba aferrado a él como un chicle, como si temiese a que se fuera a escapar a la vez que succionaba su chupete mientras seguía en el mundo de los sueños, vio la hora y el reloj marcó exactamente las 9:00 A.M de un hermoso día sábado.

El pequeño despertaría pronto a exigir su dosis de leche matutina; miró detalladamente las facciones de su bebito encantado como lo hace siempre al despertar a la vez que lo acariciaba, su pequeña cabeza que de a poco iba teniendo más pelo -porque cuando nació era casi calvo-, aquellas cejas claras, esas pequeñas pestañas caídas que hacían que pareciese que no tenía, esos grandes ojos iguales a los suyos solo que con la mirada de Sehun, su tierna nariz de botón y sus finos labios que succionaban lentamente ese chupón rojo que hace contraste con el sonrojo de sus abultadas y lisas mejillas, era tan parecido a ambos que le encantaba; y al ver que Rowon comenzó a removerse y despertar, habló.

-Buenos días dormilón, papá nos vendrá a buscar temprano hoy para ir al parque así que hay que desayunar rapidito -Luhan habló por primera vez esa mañana mientras sonreía y sus ojos se transformaron en medias lunas y acariciaba el poco cabello que hay en su cabecita y a su vez el bebé se quejaba por haberse despertado tan temprano- Rowon-ah eres igual a tu papá cuando frunces el ceño así jovencito, ya es hora de que comas mi amor -dijo mientras se acercaba a besar sus gorditas mejillas.

Ahora haría lo que más le gustaba hacer y lo que más le costó cuando su hijo estuvo en sus brazos por primera vez, amamantar, el solo saber que ese vínculo y momento era únicamente de ambos lo encontraba tan hermoso y lo llenaba de sentimientos tan maravillosos que nunca pensó en sentir, solo lo amamanta por las mañanas cuando despierta y en la noche para hacerlo dormir, durante el día el pequeño come sus papillas o toma biberón.

Aún recuerda cuando amamantó a Rowon por primera vez -más bien los primeros días- fue algo muy extraño para él en ese entonces, la leche brotaba de su pecho y ensuciaba su ropa justo cuando su bebé despertaba de su siesta a cualquier hora del día, cuando esa pequeña boca succionó con tanta desesperación su pezón y como lo hizo tan fuerte le hizo sangrar, así que el primer día Rowon bebió leche... con sangre y él por obvias razones al ver eso se asustó muchísimo y llamó atemorizado a su mamá para que lo vea y ahí su madre amorosamente le explicó que al ser la primera vez que amamantaba su hijo le había "roto" el pezón para poder beber y se sintió culpable porque cuando fue bebé su adorada madre pasó lo mismo que él, tardó alrededor de una semana en acostumbrarse a darle pecho al bebé.

Como ya estaba acostumbrado hizo lo pasos de siempre, se sentó bien en la cama, abrió la parte superior de su pijama, tomó al pequeño, besó su carita y lo acomodó para que pudiese comenzar a tomar leche.

Rowon al ver su pecho descubierto se lanzó inmediatamente a su pezón y comenzó a succionar rápidamente, su boquita se aferraba a su pezón de una manera tan preciosa ante sus ojos, en esos momentos su bebé se ponía tan mimoso que lo miraba con esos ojos redondos y esa mano tan pequeña la estiraba para alcanzar su cara y acariciarla torpemente mientras él dejaba pequeños besos o caricias en su cabecita o en su manito que lo acariciaba u otras veces simplemente le cantaba dulces melodías, cuando Rowon finalmente terminó de comer Luhan limpió su boquita, besó su frente y lo tomó en sus brazos para quitarle los gases con suaves palmaditas en su espalda.

Sweet Moments |HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora