5.Oscuridad

9.2K 928 767
                                    

Rubius con su cuerpo temblandole abre el sobre oscuro. Dentro, había mas plumas negras junto a una hoja de papel mal doblada.

En ella, con una caligrafía no muy buena ponía:

"Tenemos una propuesta para ti.

Esta noche, frente al acantilado, en la chosa."

Rubius inclina su cabeza, pensativo.

—¿'chosa' no va con 'z'? —alza los hombros y sigue leyendo.

"Pd: si no vienes, tu vida corre riezgo"

El de diadema de orejas de oso respira profundamente. Ese mensaje le habia aterrado enormemente pues, al parecer iba en serio. ¿De quien podía tratarse?

Por la caligrafia solo pudo imaginar a un secuestrador de cincuenta años que solo buscaba prostituirlo. De tan solo pensarlo tembló.

Las horas pasan y cae la noche rápidamente. Rubius se encontraba cagado de miedo no, lo siguente.

Luego de debatirselo mentalmente mas de cien veces, decide ir.
Sin dudarlo mucho porta un cuchillo de caza con el por si acaso.

Se encamina hacia el lugar que ponía la carta a pasos dudosos. Para su desgracia el camino hacia allí era casi desertico y estaba totalmente oscuro.
Rubius camina con el rosario en una mano y con el cuchillo en la otra mientras reza a los mil dioses por su seguridad...y la de su culo.

—Maldita sea...¿que es todo esto? ¿Quien me busca?

¿Será un plan de Vegetta para asustarlo y castigarlo?¿Tanto lo odiaba?

Ni el sabía por que se encontraba ahora frente a la puerta de la choza. Podía simplemente haber ignorado el mensaje y quedarse en su casa pero, según el comunicado su vida corría peligro.

¿Hasta que punto podía confiar en ello?

Empuja la puerta de madera de roble que al abrirse produce un chirrido horroroso que lo hace tiritar.
Rubius visualiza la habitación encogido por el miedo, mientras se adentra lentamente sosteniendo firmemente el cuchillo.

En la habitación contigua se oyen gritos y pasos apresurados, junto a lo que parecian ser golpes y ruidos de muebles siendo movidos.
Traga saliva y se acerca con lentitud.

Con toda la valentia del mundo pasa hacia la otra habitación con los ojos cerrados, pero los abre nuevamente, sorprendido, al comprobar de quien, o quienes, se trataba.

El cuchillo cae al suelo.

—¡Es mío Fargan! Devuelvemelo o te juro que lleno de minas tu maldita casa!—Willy perseguía a Fargan, que se encontraba encima de una mesa.

—¡Ya te dije que me comí el puto chocolate!—le grita desde arriba.

—¡Eres un cerdo egoista!—grita Willy.

Rubius observa la escena, atonito, sin saber muy bien que hacer.
Acalara su voz y logra llamar la atención de ambos.

—¡Ahhh!—grita Fargan cayendo de la mesa.—Ya vino...

—R-Rubius...—habla Willy, avergonzado, cambiando su tono de voz a uno mas grave y serio.—Disculpa la escena.—observa a su compañero, que se acerca a ellos.—Nosotros te hemos citado.

El castaño no podía entender la situación. Si bien no eran amigos super cercanos se conocian y hablaban bastante. ¿Por que lo habian citado mediante una carta amenazante?

—No comprendo nada.—habla.—¿Por que me han citado a esta hora y con este mensaje? — muestra la carta y Willy la toma bruscamente.

—Fargan me cago en tu vida.-se pasa la mano por la cara. — Eres un bruto ¡¿acaso no sabes escribir?! —le grita.

🛇 Ilegalísimo 🛇 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora