La vida era un completo desastre. Buscaba hasta bajo las rocas algo de esperanza. No la había, deseaba ser tan cobarde como para suicidarme, pero era más valiente de lo que pensaba. No tenía la suficiente cobardía como para cortar mi respiración para siempre.
Y me lamentaba por ello.
Me había encontrado con Katy en un bar, eran cerca de las cinco de la mañana, un martes, por lo que el bar estaba bastante vacío.
Me senté a su lado en la pequeña mesa redonda, la acompañé con un vaso de vodka -que estaba horrible- y busqué de qué hablar por, lo que parecieron, horas.
Ella me dijo que parecía bastante feliz con Effy, ella se equivocaba. Me dediqué a negar con la cabeza, mientras jugaba con el pequeño vaso, mi vista clavada en él y una genuina sonrisa en mis labios al escuchar lo tonta que era ella al creer que mis “te amo” hacia Effy eran reales.
Tal vez ella no me conocía tan bien como ambos pensábamos, si lo hiciera, se daría cuenta de que la amo.
Bebimos hasta emborracharnos, cantamos canciones de desamor -puesto que nos amábamos y ninguno decía nada, era como que no estuviésemos correspondiendo el amor del otro- y hasta me atreví a rodear su cintura con mis brazos y notar qué tan bien encajaba su cuerpo con el mío.
Effy llamó incontables veces, nunca respondí. Katy decía que lo haga, no lo hice, en cambio, apagué el móvil. La sonrisa de la mujer a la que amaba era tan grande en ese momento que hubiese dado cualquier cosa por mantenerla allí, junto al brillo en sus ojos.
Estuvimos todo el día deambulando por la ciudad, nuestros brazos enlazados y, a veces, hasta pasaba mi brazo por su cintura, acercándola más a mi, mientras caminábamos.
Al caer la noche... bien, eran cerca de las dos de la madrugada, la acompañé a su casa.
En el camino ya no nos tocábamos, había unos eternos centímetros entre nosotros, mi alma había abandonado mi cuerpo.
De un momento a otro, Kate tenía su cabeza baja y la escuché sollozar, no me atreví a preguntar hasta que llegamos.
“¿Qué sucede, Katy?” susurré cundo ella se dirigió a la puerta sin siquiera despedirse, claramente intentando ocultar las lágrimas que caían sin control por su rostro.
Negó con la cabeza gacha repetidas veces Me acerqué a ella y quise poner mis manos en sus mejillas pero ella se alejó de mi. Fruncí el ceño intentando reprimir la angustia que me causaba que ella se alejara de mi, el vacío que sentía.
Entonces comencé a enojarme y antes de pelear con ella, decidí marcharme.
“Te amo” dijo ella antes de que otro sollozo se escapara de sus labios pero yo estaba demasiado decidido como para volver.
※ ※ ※ ※ ※
Jazzy se encargó de informarle al mundo de que Joe amaba a Katy y no a Effy. Effy estaba intentando llamar la atención con roleos suicidas.
No me podía acercar a Katy aún, todos saltarían sobre mi como lo hicieron cuando terminé con Demi y no quería soportarlos.
Katy estaba obsesionada con Romeo y Julieta.
Entonces agradecí las preguntas anónimas.
Llevó un tiempo que ella se diera cuenta de quién se trataba pero no importaba, me sentía completo con ella hablándome de nuevo. Escribíamos en inglés, porque todo sonaba mejor de esa manera, le daba más realismo a nuestra fantasía.
Lo confieso, escuché “Love Story” de Taylor Swift todo ese tiempo y juro, la historia era exactamente igual.
La amaba, se sentía correcto y me desesperaba. Quería besarla.
Anhelaba besarla.
Quité el anónimo.
“¿Quieres ser mi Julieta y que no tengamos un trágico final?”
Y pensé que la tendría en mis brazos por siempre pero yo me estaba desintegrando.
※ ※ ※ ※ ※ ※
Quiero decir algo que :'( ... la semana pasada me retiré oficialmente de fake y eso.
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Fakeland: Mundos Confundidos
Fanfiction“Casi caigo” presioné enviar y reí. «tienes una nueva respuesta» “¿Disculpa? Soy Fake” Mi rostro se transformó en un gran signo de interrogación, claro, no literal... eso sería raro. Entonces comencé a investigar, él no intentaba que yo creyera que...