Antes del debut de jeanette aparece una joven de belleza angelical, ella es Juliette Lilium Yedith.
Hija de la condesa Rosalia Yedith, una de las estudiantes prodigio de la academia de Arlánta y la futura esposa de Isekiel Alfierce.
Pero, ella tambi...
Miro la taza de té como si fuera lo más interesante del mundo.
-"...maldición desearía que un desastre ocurriera en estos momentos".
Cerro sus ojos ignorando por completo la fija mirada del gran emperador Claude.
Luego del debut había pasado 1 semana y justo cuando su hermana fue aceptada para ir al palacio a tomar el té junto a otras damas. A Juliette le llegó una carta del mismísimo emperador, el cual pedia una audiencia con ella.
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《Flashback》.
-fuiste sumamente imprudente al seguir a la princesa -la volvió a regañar el duque mientras jeanette guardaba silencio -me estas escuchando?.
-no.
Los dos albinos se quedaron en blanco y la rubia sonrio divertida.
-vamos, hoy también fue el debut de zenit debe de estar cansada -trato de apaciguar las cosas kiel.
Su padre suspiro y miro a la rubia. Ella seguía sonriendo pero sus ojos decían otra cosa.
-...pueden irse a descansar.
Sin más que decir dejo a los jóvenes solos y la rubia solo lo miro irse en silencio.
Era claro que estaba huyendo de ella, por más que sea mayor que ella, juliette sabía muy bien cómo sacarle la verdad a las personas.
Cuando las gemelas estuvieron a punto de dormir, zenit se quedó mirando al cielo recordando la sonrisa amable de su hermana menor.
-athanasia es tan hermosa.
La rubia dejó de peinarse y cerró sus ojos, por más cosas que le diga zenit seguía fielmente a su sueño de formar una familia con la princesa y el emperador.
Habían pasado 3 días y la familia Alfierce había enviado una carta en nombre de zenit para que pudiera reunirse a tomar el té con la princesa. Ese día la condesa había decidido volver a su mansión pero dejó a Juliette en la mansión Alfierce para que pasará tiempo con su hermana, además de que Roger le había dicho que era más beneficioso para ellos tener a las gemelas juntas ahora que podían acercarse a la princesa.
La condesa aceptó sin sospechar de nada, pero el duque le había dicho eso no por pedido suyo sino por órdenes de ese hombre.
-la princesa aceptó mi carta! -miro sonriente a su hermana menor que miraba la carta con el sello Real totalmente feliz.
-aún me sorprende que no decidieras reunirte con la princesa, querida -la duquesa miro a su sobrina mayor que le sonrió serena.
-es una oportunidad única pero prefiero dejarle esta oportunidad a zenit -la duquesa le sonrio alegré y ella volvió a tomar el té.
