Cada día es una anécdota que contar

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Los rayos del sol se adentraban por las cortinas semiabiertas iluminando el rostro de Bakugou, y por ende, logrando despertarlo del pacífico sueño que llevaba desde horas atrás

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Los rayos del sol se adentraban por las cortinas semiabiertas iluminando el rostro de Bakugou, y por ende, logrando despertarlo del pacífico sueño que llevaba desde horas atrás.

-Mmm, ¿qué hora es?- preguntó al aire sin obtener respuesta de su acompañante aún dormido, su móvil se encontraba en una pequeña mesa al lado de la cama, completamente cargado. Con pereza y los ojos aún achinados observó los números reflejados en la pequeña pantalla. «Las ocho de la mañana». -Pero yo vine a las dos de la tarde...-

( ° ° ° )

Su mente demoró en realizar los cálculos y en cuanto lo hizo, se enderezó por completo con pánico en su mirada y voz. -¿¡¡Maldita sea, me quedé durmiendo todo un día!!?-

-¿Katsu?, no hagas bulla tan tarde- el Alfa a su lado se removió murmurando con somnolencia, agarrando mejor la sábana para taparse hasta la cabeza. Lo cual no duró mucho cuando el Omega se la arrebató.

-¡Ya amaneció retrasado de mierda!, ¡hemos dormido demasiado tiempo!- importándole poco medir la ferocidad de sus gritos se giró para salir de la cama, pero un dolor en sus caderas le hizo reconsiderar quedarse quieto. -¡Maldición, Kaminari!-

Por otra parte, el mencionado aún procesaba la información. -¿Uh?.... ¿¡QUÉ!?-

-Demonios, la vieja bruja va a hacer un escándalo- no pudo evitar revolverse el cabello al imaginarse lo furiosa que estaría su madre, no es que le tuviera miedo — quizás sólo un poco —, pero su caso no tenía solución ni con la mejor excusa. -¡Pásame la ropa!-

Denki saltó de la cama para recoger las prendas tiradas en el suelo de su pareja, y de paso la suya también.

══════════════════.💥.═

La caminata hasta su casa no fue muy agradable, tenía que andar a pasos rápidos si quería descontar las horas de su posible castigo, pero moverse con un dolor en su retaguardia era el impedimento.
Le prohibió a Kaminari acompañarlo para que la gente no asumiera con certeza que habían cogido por su extraña forma de caminar. ¡Por favor, que era obvio, parecía un maldito pingüino!.

Aún con su culo destrozado, logró llegar a su hogar.
Entró con cuidado procurando no hacer ruido, pero la figura del diablo en persona frente suyo le hizo maldecir en su mente. «Joder con mi desgraciada suerte»

-¡Pequeña mierdecilla! ¿¡dónde carajos estabas?!, ¿¡sabes la preocupación que tu padre y yo pasamos por tu desaparición de un maldito día sin avisar nada!?- podía jurar que el aura que rodeaba a Mitsuki gritaba 'muerte' y las feromonas olían a azufre, definitivamente era Satanás pero más furioso y temeroso; nadie se atrevería a hacerle frente.

Cualquier otro menos Katsuki, porque él le iba a responder con gritos. -¡El jodido celular murió por baja batería!-

-¡¿Entonces porqué no me escribiste en cuánto estaba cargado?!- tenía un buen punto.

Así lo quiso el destino [Omegaverse] KamiBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora